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Investigadores
del Centro de Ciencias de la Tierra UV ya estudian la zona
Pico de Orizaba y Cofre de Perote podrían abastecer de agua
al centro de Veracruz
Juan Carlos Plata |
Si
cuidamos y aprovechamos mejor nuestras fuentes de agua, el estado
y Xalapa podrían dejar de depender de fuentes externas para
el abasto |
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La
cordillera que corre del Pico de Orizaba al Cofre de Perote podría
constituirse en una gran «fábrica de agua» que
abasteciera del líquido vital a la zona centro del estado de
Veracruz, para así evitar que se dependa de fuentes externas
para satisfacer las necesidades de la población, como en el
caso de la ciudad de Xalapa, aseguró el investigador del Centro
de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV),
Sergio Rodríguez Elizarrarás.
“El conocer de manera integral esta zona, empezando por la parte
geológica, la parte vegetal, climatológica, social y
aun económica, nos va a permitir integrar todo este gran aspecto
del conocimiento científico-social que nos lleve a cuidar,
preservar y sacar provecho racional de los recursos que tenemos para
beneficio de los habitantes de una gran zona del estado, en la que
hay muchísimas comunidades pobladas por más de un millón
de personas”, afirmó el investigador.
Rodríguez Elizarrarás dijo que en la medida en la que
conozcamos mejor nuestro planeta, las implicaciones que tiene, así
como los procesos que en él ocurren, lo podremos cuidar mejor.
Con la problemática del agua que ya estamos sufriendo tanto
a nivel nacional como mundial, comentó, se hace evidente repensar
en cómo estamos manejando la situación y qué
estamos haciendo para preservar los recursos con los que contamos. |
El investigador
del CCT de la UV, Sergio González Elizarrarás.
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Señaló
además que en razón de que entendamos cuáles
son las fuentes de agua que tenemos en la entidad, de dónde
vienen, cómo las podemos cuidar y cómo podemos aprovecharlas
de la mejor manera, el estado y en particular la ciudad de Xalapa
podría dejar de depender de fuentes externas para el abasto
de agua.
“Estamos desarrollando un proyecto para analizar esta cordillera
en la que concurren dos elementos muy importantes: hay volcanes, la
mayoría de ellos sin actividad, pero que nos puede llevar a
conocer más sobre el volcán que sí está
activo, el Pico de Orizaba, y hay una gran inestabilidad de taludes,
deslizamiento de laderas y deforestación”, señaló.
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Zona
de volcanes
El investigador aseguró que en el Centro de Ciencias de la
Tierra de la UV se realizan trabajos de vulcanología prehistórica
en el estado de Veracruz –en donde se estudian eventos que
han tenido lugar en los últimos 100 mil años–,
pero dijo que se tienen evidencias de que ha habido erupciones en
tiempos en lo que ya había asentamientos humanos en la entidad,
por ejemplo, el caso de la erupción del volcán conocido
como Volcancillo –ubicado en la parte norte del Cofre de Perote,
entre Las Vigas y Toxtlacoaya–, que tuvo actividad hace aproximadamente
900 años, lo que en términos geológicos es
muy poco.
“El conocimiento de este tipo de actividades nos demuestra
que, desde el punto de vista volcánico, esta zona sigue siendo
activa. La región central del estado de Veracruz, que comprende
las ciudades de Xalapa, Perote y Orizaba, es una zona volcánica;
incluso la propia ciudad de Xalapa creció alrededor de un
volcán, el Macuiltépetl, cuya edad se estima en 50
mil años y, así como éste, hay por lo menos
30 o 40 volcanes en los alrededores de la capital que no son conocidos”,
afirmó.
Incluso, dijo, hay trabajos de tesis que estudian esos pequeños
volcanes, de los que se obtienen información básica
que podría representar una plataforma elemental de conocimientos
para los geólogos y vulcanólogos y así realizar
pronósticos a futuro.
“Estas etapas de la investigación científica
no se entienden muy bien porque la gente se pregunta para qué
hacer este tipo de estudios que parecieran no tener mucha relación
con el descubrimiento de cosas que tendrían un beneficio
para la población. Pero el proceso científico es así.
La investigación tiene que partir de cosas que pueden parecer
innecesarias pero que son definitivas para poder conocer lo necesario”,
afirmó.
Rodríguez Elizarrarás mencionó que la ciencia
volcanológica tuvo un salto cualitativo muy importante en
los años 80 luego de la erupción del volcán
Santa Helena, ya que a partir de ese evento los conceptos se revolucionaron
porque se visualizó en tiempo real y de una manera muy detallada
todo lo que un volcán es capaz de hacer, y sobre todo, se
pudo observar con todos los avances de la ciencia y la tecnología. |
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