Año 6 • No. 221 • mayo 8 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Excesivo consumo de refrescos frena el mercado de café
Urge privilegiar calidad y no cantidad
en mercado cafetalero
Edith Escalón
No es la industrialización, sino el concepto de alta calidad lo que puede brindarle al sector cafetalero de México la posibilidad real de ingresar y posicionarse en los mercados internacionales, aseguró Maricela Aguilera Landeta, directora general de la Comisión Veracruzana de Comercialización Agropecuaria (COVECA).

Durante su intervención en la mesa redonda “Hacia una estrategia competitiva para el estado de Veracruz”, organizada por el Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO) de la Universidad Veracruzana (UV) en las instalaciones de la
USBI-Xalapa, en el marco del lanzamiento internacional del Proyecto de Diversificación Productiva de Cafetales de Baja altitud, la funcionaria habló de la necesidad de hacer una intensa promoción para fomentar el consumo interno y de esta manera mejorar las condiciones de comercialización del grano, que en parte es limitada por el alto consumo de refrescos entre los mexicanos.

“Desafortunadamente, la mayor parte del café que se bebe actualmente en el país es soluble –alrededor del 65 por ciento–, y no se consume internamente o se consume muy poco el café tostado y molido”, comentó la ponente en presencia de representantes de la Organización Internacional del Café, el Consejo Veracruzano del Café, la Secretaría de Economía y la UV.

Mencionó también que en otras naciones productoras de café, como Brasil, la población no sólo consume éste ocho veces más que en México (4 kg. por persona al año), sino que la mayoría (el 95 por ciento) elige, al preparar su bebida, el producto tostado y molido –y no soluble– que les brinda mayor calidad.

Aguilera Landeta agregó que un monto importante del que se consume en el país es café dañado: fermentado, pasado de secado, verde, contaminado, etcétera, “no se maneja un concepto adecuado de la pureza del café”.

Por otro lado, añadió que la promoción que se hace desde el gobierno federal y las grandes compañías es muy genérica, pues no se orienta al consumo del café arábigo lavado, tostado y molido, ni tampoco hace hincapié en que no se mezcle con azúcar u otras sustancias para apreciar su calidad.

“Ya sea entre los consumidores, en restaurantes o en otros lugares de venta, no existe una cultura importante de identificación de la calidad del café y de preparación adecuada de la bebida, lo cual se suma al excesivo consumo de refresco, que ha sido un factor central para que el café no se tome en mayor cantidad en México”.

Insistió en que la medida para rescatar el mercado del café radica en la especialización del producto. Como ejemplo mencionó al café orgánico, “que es una respuesta a las fluctuaciones de los precios en el mercado internacional, al aumento de los insumos químicos para la producción de café convencional y a la tendencia en efervescencia del consumo de productos saludables por países europeos, así como Norteamérica y Japón, quienes cuentan con el poder adquisitivo para pagar un sobreprecio”.

De acuerdo con la ponente, en Veracruz hay avances significativos en este rubro, como los trabajos realizados por la organización Unión Regional de Pequeños Productores de Café, Agropecuaria, Forestal y de Agroindustrias, quien tiene como meta la certificación de cinco mil sacos de café orgánico.