Año 6 • No. 221 • mayo 8 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Nuestra otra Voz
Ser diferente nos enriquece, no significa una desventaja: estudiantes indígenas
Ma. del Rayo Pérez Juárez
(Guía Académica UNAPEI)
Dentro de los trabajos del II Encuentro Nacional de Estudiantes Indígenas que tuvo lugar en nuestra casa de estudios en marzo, una de las voces que bien merece tener eco es la de los estudiantes que participaron en la mesa de trabajo que versó sobre la Interculturalidad y cuyas reflexiones se enmarcan de forma pertinente en la realidad compartimos: el camino hacia un diálogo intercultural.

Entre los temas abordados por los ponentes estuvieron la educación intercultural y los derechos de los grupos minoritarios pasando por la identidad, el reconocimiento a la diversidad y propuestas para alcanzar una realidad intercultural tangible.

Resultó muy enriquecedor el que los participantes conocieran de forma muy completa el fenómeno tan popular en estos días llamado interculturalidad así como los aportes tan variados acerca de un mismo hecho que se propició por las mismas diferencias dentro de esta mesa de trabajo: estudiantes nahuas de Chicontepec, nahuas del la zona centro del país, estudiantes mayas, tzeltales o yaquis, todos reunidos con la finalidad de comunicarse, entenderse y tomar una postura ante la realidad plural y compleja en que vivimos.

Las reflexiones giraron en torno a la necesidad de reconocer y aceptar que el hecho de “ser diferente” no implica necesariamente un conflicto o desventaja sino que puede entenderse como la posibilidad de enriquecer y compartir los puntos de vista y la forma de conducirse ante los demás encontrando los puntos en común y proponiendo alternativas.

Para los estudiantes es vital comprender que la interculturalidad obliga a hacer una reflexión profunda sobre quienes somos y con quienes nos relacionamos de manera que resulta necesario construir un “diálogo” que reconozca las diferencias culturales, la autonomía y que construya espacios culturales basados en el respeto, la búsqueda de consensos y el compromiso conjunto en oposición al conflicto y choque cultural, la competencia indiscriminada y la ausencia de solidaridad entre quienes son diferentes.

A este respecto, asumimos que en algún momento todos formamos parte de las minorías, las alteridades… no sólo es diferente el indígena del mestizo, el protestante del católico, por poner ejemplos sino que el ser distintos es una característica presente en cualquier persona en tanto que somos seres con muchos matices. La interculturalidad no pretende entonces homogeneizar culturas sino crear una amalgama rica que responda a las transformaciones que suceden cuando los distintos se encuentran.

Estas reflexiones se vieron nutridas por proyectos que los estudiantes llevan a la práctica en sus comunidades o universidades de origen, pues asumen que para que las grandes transformaciones sucedan, es necesario comenzar por una postura individual que luego se expanda y repercuta en ámbito más grandes.

Por tal motivo sería interesante seguir estas reflexiones y promoverlas ya que resultan necesarias y abren el camino a trabajos futuros que nos acerquen cada vez más al ideal de vivir mejor, pero sobre todo en un mundo mejor.