Orizaba,
Ver.- “El reto de la educación frente a la problemática
social es hacer llegar el conocimiento a todos los niveles sociales”
afirmó Magdalena Hernández Alarcón, directora
general del Área de Humanidades, al inaugurar en Orizaba,
en el marco del 25 aniversario del Sistema de Educación Abierta
(SEA), el foro universitario “Sociología, educación
y nuevas tecnologías”.
Este evento, organizado por Sociología, reunió a especialistas,
funcionarios y estudiantes, arrancó el seis de mayo con las
conferencias magistrales “Repensando el Currículo en
la sociedad del conocimiento” de Marcela González Arenas,
académica de la Universidad Pedagógica Veracruzana
(UPV), y “El impacto de las nuevas tecnologías en la
enseñanza de las ciencias sociales” a cargo de Manuel
Moreno Castañeda, rector de la Universidad Virtual de la
Universidad de Guadalajara (U de G).
Tradición universitaria es replantear nuevas formas de diálogo
y encuentro entre sociedad y conocimiento. La demanda creciente
de jóvenes que requieren ingresar a la universidad obliga
posicionar modalidades no tradicionales de enseñanza y en
ello revisar el papel social del sistema de enseñanza abierta.
Por ello Julia Tepetla Montes, coordinadora académica de
Sociología, reconoce en el foro, que las competencias y el
acceso a las tecnologías no son homogéneas, el reto
es responder a la diversidad sociocultural, encontrar el papel de
la tecnología en la distribución del conocimiento
y sobre todo cumplir un “contrato moral entre profesores y
alumnos para la construcción de la nueva sociedad”.
González Arenas sostuvo en su intervención tres tesis
desde una lógica epistémico-moderna. En la primera
consideró indispensable pensar el currículum con perspectiva
posmoderna, porque seguir pensándolo desde los parámetros
de la modernidad, equivale a restringirlo y aprisionarlo en moldes
que ya demostraron su incapacidad.
En la segunda sostiene que es necesario pensar el currículum
desde una perspectiva transdiciplinar, porque todas las disciplinas
están siendo fuertemente golpeadas por la problemática
curricular que enfrentamos. Su tercera tesis, en el contexto de
la crisis estructural generalizada, considera necesario retemplar
y hacer estallar las herramientas categoriales modernas de currículum
y educación.
Describió las distintas visiones sobre la categoría
educación para quedarse con aquella que dicta que la educación
se da en donde hay alguien que quiere aprender aunque esté
en completa soledad o en una compañía virtual.
En el momento en el que hay alguien que quiere aprender, es en ese
momento en el que ocurre la educación y no siempre en el
sentido que nosotros quisiéramos. En ese “sentido que
quisiéramos” es donde está el debate. El currículum
en donde las sociedades intentan verter los saberes, las habilidades,
las destrezas que desean que las sociedades futuras desarrollen
o perpetúen. La escuela es el aparato del estado, es necesario
desescolarizar (Ilich) la escuela sirve para todo menos para lo
que se propone.
El
currículum es una arena cultural
¿Quién decide qué enseñar?, cuestionó
González Arenas para luego proponer acercarnos al currículum
como una propuesta conformada por aspectos estructural formales
y procesales prácticos. Los estructurales formales es lo
escrito y la dimensión procesal práctica lo que ocurre
realmente. Entre tanto magistral tejido, que rebasa la breve nota,
advirtió tecnocracia y acercó ética, sensibilidad
humana poesía. Manuel Moreno Castañeda, a su vez,
se concentró en platicar de manera amena sus experiencias
con la educación virtual y a responder lo que iba interesando
de su charla a los asistentes al foro.
Describió el sistema y las actividades virtuales de la UdeG,
aseverando que el ambiente virtual es un ambiente más, una
herramienta más en la educación.
El problema no es crear un proyecto educativo sino la gestión.
¿Cómo lo metemos a la Universidad si tienen que discutirlo
tales y tales rígidas instancias? Mientras el currículo
se discute, se hace obsoleto. El control burocrático atora
el aprendizaje. Atacó mitos. Explicó cómo no
se puede medir el tiempo para aprender y cómo a la burocracia
universitaria le preocupa que el maestro llegue y cumpla su horario,
pero no le preocupa si hubo aprendizaje. El profesor debe sentirse
contento de que el alumno pueda conseguir las información
de Internet porque así no dedica él su tiempo en acumular
y distribuir información, sino lo dedica al verdadero proceso
de enseñanza-aprendizaje.
Durante dos días, se abrieron cuatro mesas de debate, en
las que participaron académicos y estudiantes: “Los
sistemas de Enseñanza Abierta y Educación a Distancia
y su conversión para un aprendizaje distribuido”; “Desempeño
docente y Enseñanza aprendizaje en el contexto de la utilización
de nuevas tecnologías”; “Currículum y
Aprendizaje distribuido”; “Servicio Social, Investigación
y Vinculación”. Durante los debates los estudiantes
destacaron que el problema actual en el uso de las nuevas tecnologías
es que se carece de acceso a los equipos en los centros de estudio.
|