Año 6 • No. 223 • mayo 22 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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Expertos de la isla muestran en la UV las ventajas de este método
Con insectos benéficos,
frena Cuba plagas de la caña
Edith Escalón


Alberto Fuentes Azcuy, del Programa Nacional de Lucha Biológica de Cuba.
Córdoba, Ver.- Más de 14 especies de insectos benéficos, capaces de acabar con gusanos barrenadores y otras plagas de la caña de azúcar que provocan cada año pérdidas millonarias en muchas regiones de Latinoamérica, han sido usadas por Cuba para demostrar la efectividad del control biológico, un método que es 15 veces más económico que los plaguicidas y agroquímicos y que, sobre todo, no afecta al medio ambiente.

Alberto Fuentes Azcuy, del Programa Nacional de Lucha Biológica de Cuba, explicó que las plagas de la caña de azúcar han dejado de ser un problema para su país y ya no representan pérdidas económicas. Esto, durante su visita a la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana (UV) en Córdoba.
A partir de conferencias con universitarios, charlas con académicos y talleres colaborativos con cañeros y productores de la región, Fuentes Azcuy dejó claro que el uso de organismos o animales benéficos puede reducir las pérdidas provocadas por las plagas por debajo del umbral de daño económico, aunque no acaben con ellas.

Azcuy aseguró que en la naturaleza “hay espacio para todos”, y que Cuba ha logrado el equilibrio biológico controlando la plaga a modo de que persista sin provocar daños monetarios y explicó: “Si yo logro erradicar una plaga por completo, otra que no causa daño va a ocupar el nicho biológico de esa que desapareció, y por tanto, se va a convertir en otra nueva plaga que atacar”.

Sin embargo, dijo que si se disminuyen los niveles de infestación de una plaga determinada –procurando que no desaparezca, sino que haya equilibrio o coexistencia de diferentes organismos–, siempre va a ser menor al daño que puedan ocasionar: “ésa es la ley biológica del equilibrio”.

Enfatizó también que el éxito del control biológico radica en el empleo de organismos nativos de la región donde habitan las plagas. De ahí la importancia de realizar investigaciones científicas para determinar, por ejemplo, cuáles de los organismos nativos de Veracruz (insectos, hongos y otros) podrían frenar las plagas regionales de la caña.

Y es que según explicó, hay más de 150 plagas que pueden mermar la producción de caña, pues atacan las raíces, el tallo de la planta o disminuyen la calidad del suelo, al grado de hacer que se pierda parcial o totalmente un cultivo.
De acuerdo con el investigador cubano, el control biológico es posible gracias a la prospección científica: “Lo básico es investigar qué existe en la naturaleza y cómo se puede utilizar para restablecer el equilibrio. A partir de ahí, lo que resta es ayudar a la naturaleza a que cuente con más de esos individuos benéficos”. De hecho, mencionó que la reproducción se realiza en laboratorio, y después los organismos son liberados en el campo.

Aunque no existe una ley que obligue a los cañeros cubanos a usar control biológico o alguna que prohíba el uso de agroquímicos, el empleo de los métodos ecológicos ha sustituido por completo a los tradicionales, fundamentalmente porque los costos de los pesticidas y plaguicidas son 15 veces más altos que los del control biológico, comentó el investigador.

Reconoció que para lograrlo fue necesaria una fase de adiestramiento con los productores, y así, a través de parcelas demostrativas, se percataran de los beneficios que puede traer el control biológico en el corto plazo a sus cultivos, además de poner a su disposición todos los conocimientos posibles para que comprendan que este método es más recomendable que los agroquímicos, pues éstos contaminan el agua y van mermando la productividad
de los suelos.

Habló entonces del papel que la FCBA está jugando en la vinculación con productores, y especialmente del trabajo de los alumnos y académicos de la Maestría en Caña de Azúcar (coordinada por esta dependencia): “Eso que está haciendo esta maestría, de llegar a los productores con charlas, con estudios, con conferencias de campo participativas, eso es precisamente lo que va logrando que haya un cambio de mentalidad en los productores cañeros. De hecho, ésta es la base del trabajo en Cuba, y con eso triunfamos”, comentó.


Existen más de 150 plagas
que pueden atacar la caña de azúcar.