Año 6 • No. 226 • junio 12 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Se vincula mediante el MEIF al sector productivo de alta competencia
Empresa suiza abre sus puertas
a estudiantes de QFB-UV
Dunia Salas Rivera

A pesar de que la entrada de gente externa a cualquier laboratorio farmacéutico puede ser de gran dificultad, la empresa suiza Unifarm abrió sus puertas a los estudiantes de Química Farmaceútica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV), puesto que esta casa de estudios está ampliamente respaldada por su elevada calidad y, así, se facilitó la relación con esta empresa que cuenta con matriz en la Ciudad de México y el Puerto de Veracruz y que está colocándose en uno de los primeros lugares a nivel mundial.
Para los estudiantes Christian Sánchez Hernández y Javier Andrade Soto no representó un sacrificio haber dedicado su periodo vacacional a realizar sus Estancias Estudiantiles en Unifarm, porque, como expresaron: “Fue muy gratificante estar ahí. Nos gustó tanto que casi fueron como unas vacaciones, pero con la ventaja de que esta experiencia nos abrió la visión de lo que es nuestra carrera y nos acercó a lo que en un futuro podemos hacer en el campo laboral. Es probable que si nos ven capacidad, aptitudes y disposición, podrían invitarnos a formar parte de su equipo”.

Andrade Soto participó con Unifarm en la validación de un fármaco de uso veterinario, administrado por vía oral y que actualmente Colombia no había aceptado: “Nuestra propuesta fue hacerlo para vía inyectable, por lo que ese país pidió que se justificara para un registro de salud, es decir, que explicáramos por qué hacerlo en forma inyectable y por qué las dosis que ponemos en la caja”.

Sánchez Hernández, a su vez, colaboró con la empresa de origen suizo en el área de control de calidad, donde tuvo participación en cinco etapas: Tratamiento de aguas –en donde se tratan las aguas que abastecen a toda la planta–, Área de Inspección –que son los responsables del área de almacén–, Fabricación –donde se encargan de tomar muestras del producto intermedio, Microbiología –que hace todas las pruebas para identificación de microorganismos–, Fisicoquímicos –que se encarga de los análisis del producto intermedio.

Desde que en 2002 QFB, región Xalapa, instauró el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) para que rigiera sus planes de estudios, se ha buscado cada vez más la vinculación de los estudiantes con el sector productivo.
Son varias las experiencias educativas que así lo plantean a fin de incrementar sus beneficios académicos: Servicio Social, Experiencia Integradora y Experiencia Recepcional, en las cuales vienen aunadas otras actividades, como Estancias Estudiantiles y Prácticas Profesionales, explicó Blanca Estela Sosa Thomas, coordinadora del Área Privada de dicha Facultad.

Esta área busca la vinculación de los universitarios con empresas donde éstos puedan desempeñarse al término de su carrera, ya sea de alimentos, cosméticos o farmacia, con la cual está trabajando actualmente la dependencia universitaria: “Pero lo verdaderamente interesante es que esta vinculación se dio por iniciativa de los mismos alumnos. Y es que gracias al MEIF, ellos buscan sus propias investigaciones, no están esperando a que el maestro les dé todo teóricamente, sino que participan, indagan y son autónomos”.

Convenio con Unifarm
La académica Sosa Thomas comentó que son tres áreas de vinculación con las que trabaja la Universidad Veracruzana (UV), a partir de un convenio firmado por el rector de la máxima casa de estudios y los representantes de las instituciones, que pueden ser privadas –empresas particulares–, públicas –como IMSS, ISSSTE, DIF, Hospital Civil, CEMEV, etcétera– y el área de investigación y educación: “De acuerdo con su interés, los jóvenes deciden lo que más les atrae y asisten durante sus periodos vacacionales o los que tengan disponibles”.

Esta labor conjunta se manifiesta en un beneficio mutuo: “El laboratorio tiene la disposición de brindar el apoyo porque, al mismo tiempo, se siente favorecido. Por eso buscan químicos farmacobiólogos y, especialmente, a los de nuestra Facultad, porque saben la seriedad y el compromiso que caracteriza a la UV”, señaló Sosa Thomas. Araceli de las Cuevas, jefe de Selección y Capacitación de Unifarm les dio todas las prestaciones para que su estancia en el laboratorio se pudiera realizar.

“Adquirí una experiencia que no se puede tener en la escuela”: Javier
Andrade Soto estuvo en el Área de Desarrollo Farmacéutico, donde se encargan, en principio, de la investigación bibliográfica, después, de todos los principios activos y materias primas hasta el desarrollo del fármaco: “Primero se hace una investigación para saber qué fármacos no hay en el mercado y, por lo tanto, qué se necesita; se evalúa si se puede hacer y empieza la investigación bibliográfica, que es la parte fundamental para poder realizar el fármaco. Hicimos pruebas, preformulaciones y formulaciones. Es un área muy interesante porque se puede apreciar todo el proceso desde el principio del fármaco”.

Para Javier, gracias al MEIF pudo vivir la experiencia de lo que es trabajar en la industria, y que es algo que no se puede adquirir en el aula: “Me dieron mi línea de investigación, igual que a los demás miembros que ya tienen más tiempo trabajando ahí. La fui desarrollando desde cómo empieza uno con la investigación bibliográfica, lo cual puede resultar tedioso, pero como es la base se tiene que hacer porque es lo más importante.

”Uno no se da cuenta de eso al principio, pero cuando vemos lo que va a significar esa investigación, hasta redoblamos esfuerzos porque sabemos que todo ese tiempo y esfuerzos empelados van a terminar en algo productivo. Eso es muy emocionante y no se lo imagina uno en la escuela, aunque aquí hacemos prácticas, pero empezar desde cero es diferente. En la práctica hasta podemos llegar a crear nuestro propio medicamento, nuestra propia patente”.

Para el joven universitario eso sería muy importante: “Así que me quedo con esa experiencia y con las ganas de regresar. En Unifarm, la UV tiene las puertas abiertas, están muy agradecidos y nosotros más con ellos por habernos dado esa oportunidad y un trato amable”.

La tarea
El trabajo consistió en desarrollar una investigación bibliográfica para justificar un fármaco de uso veterinario y así fortalecer a los animales, administrado por vía oral y que actualmente Colombia no había aceptado: “Nuestra propuesta fue hacerlo para vía inyectable, por lo que ese país pidió que se justificara para un registro de salud, es decir, que explicáramos por qué hacerlo en forma inyectable y por qué las dosis que ponemos en la caja. A Javier le tocó justificar todo eso: principios activos, materias primas, etcétera, para lo cual invirtió tres días y así demostrarle a Colombia que su medicamento era igual y con la ventaja adicional de que por ser inyectable se absorbe más rápido”.

La idea, explicó Andrade Soto, surgió a partir de un convenio que tiene Unifarm con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia en Veracruz, quienes propusieron la idea de crear un fármaco con estos dos principios activos: “Juntamos gentamicina –que es un desparasitante– con diclofenaco –que es un antiinflamatorio–. En una semana y media me encargué de hacer la formulación. Se hicieron muchas pruebas porque es muy difícil de juntar esos componentes por tener diferentes PH. Le dedicamos casi ocho horas diarias a la preformulación, que es hacer pruebas de solubilidad, estabilidad y otras más. Es muy interesante tratar de llegar al nuevo fármaco, seguir el proceso desde cero hasta que se concluye”.

Gracias a esta experiencia que le dio el MEIF, ahora Javier está convencido de lo que será su futuro profesional: “Me gustó estar en el área de desarrollo. Tengo ganas de desempeñarme ahí porque podemos involucrarnos en las demás áreas: desde control de calidad, fabricación, hasta preformulaciones. Tenemos que ver con todo el proceso y por ello es un punto muy clave dentro de todo el proceso.

“La responsabilidad es muy grande, pero nuestros conocimientos nos respaldan”: Christian
Sánchez Hernández estuvo en el área de control de calidad, donde tuvo participación en cinco etapas: Tratamiento de aguas –en donde se tratan las aguas que abastecen a toda la planta–, Área de Inspección –que son los responsables del área de almacén–, Fabricación –donde se encargan de tomar muestras del producto intermedio, Microbiología –que hace todas las pruebas para identificación de microorganismos–, Fisicoquímicos –que se encarga de los análisis del producto intermedio.

“Estar en el área de análisis de control de calidad de materias primas y excipientes conlleva una gran responsabilidad, porque uno tiene la misión de sacar bien la materia prima, además, realizar el análisis y estar cien por ciento seguros de lo que estamos haciendo, porque no es lo mismo que estar en el aula. Me enfrenté con muchas cosas nuevas, aunque me dio gusto ver que yo llevaba un conocimiento aprendido en la Universidad, así que no fui con los ojos cerrados, ya llevaba una base, lo que me ayudó a trabajar con muchos equipos como espectrofotómetros, infrarrojos, ultravioletas, hice cuantificaciones, valoraciones y todo lo que implica el análisis de las materias primas”.

Para este universitario, haber realizado su estancia fue una experiencia muy agradable, donde aprendió mucho y reforzó sus conocimientos. Ahora, sabe perfectamente qué va a ser cuando egrese de su Facultad: “Desde sexto semestre estaba interesado en el área de farmacia y, después de esta experiencia, estoy convencido de qué es lo que quiero, me gusta y estoy trabajando con algo que sé que puedo hacer”.

“Ya sabemos qué vamos a hacer cuando salgamos de la UV”
Ante la difícil realidad que enfrentan varios jóvenes egresados de las instituciones de educación superior por no encontrar trabajo, Christian y Javier así opinan después de su estancia: “Por lo regular, en las empresas les piden experiencia, pero cómo van a tenerla si apenas acaban de salir. Esto, más nuestra inquietud de saber qué es lo que se hace en la industria farmacéutica es lo que nos llevó a acercarnos con la maestra y ella respondió a nuestra petición”.

Lamentaron que muy pocos compañeros tengan este deseo de buscar, de hacer algo por su futuro laboral, pero afortunadamente esto está cambiando gracias al precedente que marcaron Christian y Javier: “La maestra Sosa nos dio la oportunidad y la aprovechamos, por lo que ahora muchos compañeros quieren hacer lo mismo que nosotros y, además, con el entusiasmo de cómo contamos nuestra experiencia, los contagiamos y ahora están muy interesados en ir”.

Blanca Estela Sosa está orgullosa de lo que lograron sus alumnos: “Yo veo la diferencia en ellos en su desempeño en el aula. No es que sepan más que los demás, lo que sí es que es muy distinto saberlo teóricamente que llevarlo a la práctica. El que lo vivió, prácticamente, ya lo aprendió para toda su vida y la teoría se puede olvidar. Como maestra puedo decir que también es una experiencia satisfactoria verlos más seguros, con una visión más amplia de lo que quieren sin la duda de qué van a hacer cuando se enfrenten al mundo fuera del aula”.

Si quieres obtener mayores informes sobre estas estancias, comunícate con el director de la Facultad, Rafael Díaz Sobac, al teléfono 841759.