Año 6 • No. 228 • Junio 26 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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5º Foro de Educación 2006
Se requiere ser más visual y dinámico
en la enseñanza del inglés
Gina Sotelo y Fernanda Melchor
“No pensar cómo involucrar a los estudiantes y hacer más atractivas las clases no es problema privativo de México, sino una deficiencia global”: Paul Seligson, consultor de Inglaterra
“La enseñanza del inglés –como de cualquier otro idioma– debería ser más visual. Tradicionalmente muchos maestros no se mueven lo suficiente ni usan imágenes u objetos, aunque está demostrado que al ser los ojos más receptivos que los oídos, se aprende más a través del sentido de la vista”.

Así inició su plática Paul Seligson, consultor, entrenador y autor de métodos de aprendizaje del idioma inglés proveniente de Brighton, Inglaterra, durante su participación con la ponencia Get Visual! en el 5º Foro de Educación 2006, Análisis y Propuestas, que organizó la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV).

Paul Seligson, consultor, entrenador y autor de métodos de aprendizaje del idioma inglés durante su intervención en el 5º Foro de Educación 2006, Análisis y Propuestas.

Seligson dijo que la mayoría de los maestros enseñan idiomas de manera verbal: escriben en el pizarrón, piden a los estudiantes que copien, no se mueven lo suficiente y escriben demasiado, lo que resulta en una enseñanza muy convencional: “Los maestros regularmente no se ponen a pensar qué significa enseñar, cómo involucrar a los estudiantes y hacer más atractivas las clases. El problema no es privativo de México, sino que es una deficiencia global”, indicó.

La propuesta de Seligson es que los maestros necesitan utilizar mayores estímulos visuales en sus clases, recurrir a las paredes del salón para que los estudiantes se acostumbren a ver otro idioma todo el tiempo, así como moverse más y a su vez tratar que los estudiantes se muevan también: “Los maestros deben estimular la vista, hacer equipos en los cuales los alumnos trabajen juntos y aprendan los unos de los otros y no que se sienten en silencio como gente muerta en el salón. Deben enganchar y cambiar su forma de enseñar en lugar de hacer lo mismo durante 50 minutos y esperar que 40 personas mantengan el interés, lo que es un poco ambicioso”.
 
 

Fundamental, desarrollar nuevas habilidades para enseñar idiomas
Selingson explicó que la habilidad más importante a desarrollar en los estudiantes de una clase monolingüe es justamente la capacidad de circunlocución, es decir, que cuando el alumno no conozca una palabra sea capaz de “darle la vuelta” y explicarla de otra manera. “Esa es una habilidad tan básica que hasta la practicamos en nuestra lengua madre, cuando vamos al mecánico y le decimos: ‘Por favor, arregle los cables que sirven para detener el coche’, si no sabemos cómo se llaman los frenos”, expresó.

Esto puede lograrse a través de prácticas en el salón de clases, como “el juego de describir”, donde se pide a los alumnos que formen parejas y que una de ellas describa un objeto o frase y otro estudiante tenga que adivinarla para recibir un premio. Por otra parte, el docente de origen inglés lamentó que los maestros de lengua estén “obsesionados” con el vocabulario, cuando es mucho más importante “saber utilizar la lengua, y no ser un diccionario”.

Entre otras estrategias, Selingson recomendó colocar marcas visuales para que el alumno, al revisar sus notas, recuerde la correcta pronunciación –“parte crítica y esencial de la lengua”–, así como trabajar en los gestos, que deberán estar orientados en la dirección en que los alumnos escriben.

Enfatizó en el hecho de que muchos maestros poco motivados sólo hablan y hablan sin moverse, mientras otros realizan movimientos poco controlados y confusos, por lo que el maestro debe pulir su lenguaje corporal para “lograr hablar más rápido y que el alumno avance más rápido en su comprensión”.

También aconsejó, en el caso de que se trabaje con grupos mayores a 15 personas, hacer trabajar en parejas a los alumnos y establecer un “lenguaje de salón”, esto es, frases y expresiones usuales empleadas por los alumnos que deben colocarse en los muros del salón, de preferencia utilizando colores, para evitar el uso del español dentro de la clase.