Año 6 • No. 228 • Junio 26 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Gran riqueza de flora y fauna causa nula productividad en la zona
“Maldición de los recursos naturales”
en el sureste mexicano
Alma Espinosa
Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Guerrero, los estados más ricos, pobres y poblados del país

Javier Meléndez Hernández, del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas.
Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Guerrero son los estados que presentan la “maldición de los recursos naturales”. Según la literatura economista, esta aparente discrepancia surge precisamente en las regiones que cuentan con gran riqueza animal y vegetal, y con esta última viene aparejada la abundancia relativa de agua, señaló Francisco Javier Meléndez Hernández, del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador explicó que la maldición significa, de manera coloquial, que con sólo estirar la mano cualquiera puede obtener alimentos. No se requiere de una mano de obra calificada, se da poco o nulo impulso a la industria, no hay planeación y mucho menos se tiene un plan de ahorro que evite los gastos innecesarios y promueva la inversión de las ganancias que se obtienen mediante la venta de recursos, como el petróleo.

En entrevista para dar a conocer algunos puntos que desarrolló en su tesis para obtener el grado de doctor en Economía por la Universidad de Barcelona, Javier Meléndez aseveró que, a diferencia del sur, los estados del norte, que carecen de una exuberante vegetación, tienden a desarrollar más la industria y dedican mayor atención y recursos a la cosecha de productos como los cereales. Éstos han tenido una gran aceptación en la industria alimentaria, principalmente en los Estados Unidos.

En cambio, aseveró, en el sur es más difícil manejar los productos, específicamente las frutas que se dan de manera natural porque no tienen un proceso ulterior de transformación, lo cual impide que se produzcan eslabonamientos productivos. Agregó que la misma abundancia con que crecen las frutas no genera una demanda importante.

La mano de obra que se requiere para la producción de estos alimentos no requiere de una alta calificación y preparación. Además, agregó, en el sur se tiene un exceso de agua que no ha podido ser controlada, ya que no se generan obras realmente efectivas y de larga duración en este rubro.

Lo mismo acontece en el caso de la extracción de petróleo, que también es un recurso. El economista comentó que en otros países productores de crudo no malgastan los ingresos que surgen por la venta de éste; tal es el caso de Noruega que invierte lo que gana por la venta del petróleo, y de esto sólo gasta el tres por ciento. Desde la década de los ochenta del siglo XX iniciaron esta práctica y ahora disponen de un fondo petrolero suficiente para su bienestar. “Los mexicanos nos comemos la gallina de los huevos de oro y tampoco sabemos planear”, expresó.

Para explicar la situación económica que actualmente prevalece en nuestro país, el investigador informó que utilizó un modelo de desarrollo dualista; es decir, un modelo económico tradicional pero con algunos ajustes en las variables. Detalló que utilizó variables sociales como la proporción de población indígena, proporción de trabajadores agropecuarios, densidad de población y gasto público por estado, para así dar carácter al estudio que pretende explicar los niveles de ingreso.

Consideró que hace falta elevar la productividad fiscal mediante una recaudación de impuestos más eficiente. Agregó que el caso de México, a diferencia de otros países, mientras más altos los niveles de población en los estados, menos recursos económicos tienen. Nuevamente citó a Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Guerrero como los más pobres y los más densos en número de habitantes.