Año 6 • No. 228 • Junio 26 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Desconocimiento de funcionarios agravan la situación
Ignoran municipios normas
de tratamiento de aguas: CAEV
Fernanda Melchor
El autofinanciamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), a través de la venta de compostas orgánicas y la reutilización del agua tratada para uso agrícola, son opciones realistas para asegurar el desarrollo sustentable de los sistemas de alcantarillado, afirmó Carlos Ahuja Sainz de la Fuente, durante su participación en el Primer Foro Universitario del Medio Ambiente de la Universidad Veracruzana (UV).

Durante la conferencia “Plantas ecológicas de tratamiento de aguas residuales”, el funcionario de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz (CAEV) explicó que estas prácticas son manejadas con éxito en países industrializados, como los Estados Unidos, porque permiten la generación de recursos para una operación sustentable.

Sin embargo, señaló que en nuestro país, y particularmente en el estado de Veracruz, estas opciones no han sido aún consideradas, principalmente porque no existe una conciencia de evaluación de la calidad del agua ni un conocimiento preciso de la infraestructura y su funcionamiento. Además, la situación se complica por el exceso de trámites para la adquisición de terrenos y por el descontento de los habitantes de las zonas aledañas a las PTAR.

Asimismo, resaltó el hecho de que las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), establecidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y que definen los parámetros de la calidad de las aguas, son adecuadas y hasta innovadoras, pero que rara vez son aplicadas cabalmente por los responsables municipales.

“Si nuestro sistema de saneamiento de aguas funcionara correctamente y según las normas vigentes, realmente nos permitiría hacer maravillas, pero la verdad es que los ayuntamientos no tienen idea de la calidad de su agua ni de las fugas que existen en los sistemas, y ello no nos permite obtener datos representativos ni reales del agua que usan los ciudadanos”, afirmó Ahuja Sainz de la Fuente.

Urge planeación
El funcionario también señaló que la construcción de una PTAR no debe tomarse a la ligera. “Es cierto que existe una presión hacia los municipios o poblaciones con más de 74 mil habitantes para que construyan sus plantas, pero un proyecto así no debe hacerse sin un gran trabajo de base”, subrayó, ya que la edificación de una PTAR es un proyecto multidisciplinario donde convergen los conocimientos y experiencias de ingenieros de todas las ramas, químicos, matemáticos, sociólogos, economistas y contadores.

Además, explicó que la localización de dichas plantas requiere estudios de impacto ambiental y de crecimiento demográfico, con el fin de evitar las áreas pobladas, buscar un área de amortiguamiento de ruidos y olores y aprovechar al máximo la topografía del terreno y la red de alcantarillas existente.

Peligros a la salud
El tratamiento de las aguas residuales ha constituido una preocupación permanente para el gobierno mexicano desde los años cincuenta, ya que la cantidad de microorganismos patógenos, residuos tóxicos y materias orgánicas en el líquido usado –provenientes de la industria, las actividades agrícolas y la vida doméstica– constituyen un peligro para la salud humana.
El proceso tripartita de tratamiento de aguas residuales permite que dispongamos de agua con propiedades inocuas y libres de enfermedades bacterianas como el ántrax, la brucelosis, la disentería, la tuberculosis, la fiebre tifoidea, el cólera, la poliomielitis, la hepatitis y las solitarias, algunas de las cuales pueden resultar dañinas. Es por ello que promover el desarrollo sustentable y la planeación cuidadosa de las PTAR, según Ahuja Sáinz de la Fuente, podría ayudar a solucionar muchos de los problemas de contaminación ambiental y de enfermedades infecciosas que existen en nuestro país.

Carlos Alejandro Ahuja Sáinz de la Fuente.

Deben apostar al desarrollo sustentable de plantas y aguas residuales