Año 6 • No. 228 • Junio 26 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Los químicos usados actualmente sólo esconden el problema
Remediarían bacterias daños
causados por derrames de petróleo
Fernanda Melchor
Científico de la UV cultiva microorganismos capaces de degradar hidrocarburos y que evitarían que se afecten los ecosistemas marinos
Una novedosa alternativa para restablecer la salud de los ecosistemas, luego de un derrame de petróleo o hidrocarburos, es la que desarrolla actualmente el Área de Investigaciones en Microbiología del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV), aprovechando la biorremediación bacteriana.

Se trata de las bacterias hidrocarbonoclásticas o degradadoras de hidrocarburos. Estos microorganismos, pertenecientes a distintas especies (aeromonas, seudomonas, Escherichia coli), poseen una característica común: son capaces de descomponer las cadenas de los hidrocarburos (formadas por carbono e hidrógeno) para formar agua y dióxido de carbono en un proceso bioquímico conocido como mineralización.

A decir del encargado de la investigación, Augusto Hernández Rivera, el problema de los derrames de hidrocarburos no es nuevo, “aunque sí hemos visto un aumento de casos en los últimos años”. Estos accidentes, ocurridos durante la extracción, el transporte o la transformación del crudo, tienen efectos desastrosos en los ecosistemas y con regularidad afectan a mares y ríos, sean causados por errores humanos o naturales.

“Al derramarse, el petróleo forma una capa impermeable sobre el agua que impide el paso de la luz, afectando al plancton, a las algas y a las cadenas alimenticias, provocando una afectación de ecosistema, que a su vez perjudica al humano al desaparecer los seres de los cuales se alimenta él y otras especies de importancia económica”, explicó el experto.

Método biorremediante
Aunque menos rápido que otras soluciones empleadas para remediar los daños por derrames de hidrocarburos, Hernández Rivera afirma que la utilización de bacterias hidrocarbonoclásticas es seguro y económico.
El problema de los compuestos químicos utilizados en la actualidad para limpiar los derrames de petróleo es que emulsionan y solidifican el crudo, que posteriormente llega a los cuerpos de agua y se hunde en sus fondos. “Es decir que el problema se agrava, pues el agua parece limpia pero lo único que hemos hecho ha sido esconder el daño, no remediarlo”, afirmó Hernández Rivera.

Las investigaciones en la materia surgieron a finales de los años setenta y principios de los ochenta, cuando científicos del mundo se percataron de que las zonas contaminadas con petróleo parecían reducirse sin ninguna intervención. Se tomaron muestras de agua con hidrocarburos y se analizaron, descubriéndose colonias de microorganismos que descomponían o “acortaban” las cadenas de hidrógeno y carbono del petróleo a falta de otro alimento; es decir, que mineralizaban los hidrocarburos, convirtiéndolos en dióxido o monóxido de carbono y agua, mientras que limpiaban el medio.

Inquietud UV
Desde hace más de 15 años, el IIB –en colaboración con la Unidad de Servicios de Apoyo a la Resolución Analítica (SARA)– trabaja en la recolección, identificación y cultivo de cepas de estas bacterias clínicas para su estudio y clasificación.

“Estas bacterias son muy nocivas para el organismo humano, pero algunas cepas –que difieren de las otras en su conformación genética– resultan muy útiles si las sabemos utilizar para limpiar el agua”, subrayó el científico.

Actualmente, el área a cargo de Hernández Rivera promueve la divulgación de los resultados de las investigaciones para que los sectores productivos interesados puedan aprovechar este conocimiento.

El IIB se encuentra ubicado en el complejo de edificios de la Dirección General de Investigaciones de la UV, en la avenida Doctor Castelazo, sin número, colonia Industrial Animas, en la Carretera Xalapa-Veracruz. Para obtener más información acerca de los trabajos que ahí se realizan, puede también consultarse la página electrónica: www.uv.mx.iib