Año 6 • No. 229 • julio 3 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Gina Sotelo
Distintas mitologías a lo largo de la historia dan testimonio del deseo ferviente del hombre por alcanzar el cielo. Dédalo confeccionó para su hijo Ícaro un par de alas que le costaron la vida; Pegaso, el caballo alado que en el Olimpo transportaba los rayos de Zeus… Y qué decir del espléndido caballero águila, digno representante de los guerreros aztecas.

Como ellos, la ceramista Elsa Naveda sueña, fantasea y se cuestiona sobre cómo llegar al firmamento. Es a través de torres que la artista cordobesa hace su propia propuesta. Y es En la búsqueda del cielo donde encontramos un claro ejemplo de este ferviente anhelo.

Inaugurada recientemente en la Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal, la colección de edificios es una clara analogía con el ser humano y su eterno deseo de alcanzar el cielo. Pero no sólo eso –dice Naveda–, sino también de llegar a un crecimiento espiritual.
Las hay muy pequeñas y otras monumentales, pero todas con un carácter fuerte. La museografía muestra al visitante una ciudad en miniatura, idea que surgió de manera casual, pues la artista remite que en vísperas de montar la exposición, las ordenó como si fueran un conjunto y se creó ante sus ojos esta ciudadela de barro: “Una ciudad que está muriendo en algunos casos es una urbe accidentada, quemada y con algunas piezas que están buscando luz y aire, que luchan por sobrevivir. El trazado de las calles nos permiten indagar más sobre lo que aquí pasa, la desolación que aún tiene una esperanza”.

Son 25 piezas horneadas a alta temperatura, en su mayoría esmaltadas con sal. Torres babélicas que van desde los 25 centímetros hasta el metro de altura.

Algunas, además de esmalte, tienen engobes o tierras coloreadas, lo que da una variedad de las piezas como un lenguaje propio, sin tener que aplicarle una segunda piel, texturas que Naveda propone pero que, como siempre y al final, el horno tiene la última palabra.

Hay que Quitarse los ojos
En la misma galería comparte espacio el pintor Vinicio Reyes con su trabajo conceptual Quitarse los ojos. Se trata de una novedosa exposición que «comenzó a crearse» el día de su inauguración y que quedará concluida en el justo momento de ser levantada, el próximo 16 de julio.

El día de la inauguración, en la segunda planta de la galería, había un centenar de cristales empotrados en las paredes. Al fondo, un pequeño laboratorio fotográfico digital montado ex profeso para esta muestra. Los asistentes al evento fueron retratados uno a uno por Alfredo Ayala, quien a petición del pintor fue montando las fotos recién reveladas de los presentes en los cristales.

Estas fotografías –que irán variando con el paso de los días– sumarán unas 200 imágenes, lo que da que la “obra” estará finalizada hasta el momento de ser quitada del lugar. Al respecto, Vinicio Reyes dice: “Quería presentar una actividad de características conceptuales, en donde la idea prevalece sobre el mirar. Es ésta una invitación al público a ver no con los ojos sino a través de otros mecanismos como lo son los procesos racionales”.

Lo obra se está realizando en el momento. Desde hace mucho tiempo, tradicionalmente, sabemos que las exposiciones se enfatizan para un público que ve pintura, escultura o fotografía, y muchas veces la pregunta del artista es si el espectador podrá o no verse reflejado en las obras que percibe. El pintor responde: “Se dice que en los museos o galerías lo que se hace es dirigir los gustos del publico y que, finalmente, éste tendría una actitud pasiva y no interviene directamente en lo que está viendo; esta situación dirige en la mayoría de las ocasiones el consumismo y esta muestra plantea que el espectador sea el motivo y el centro de la exposición”.

Autor de una extensa obra en dibujo de gran formato y de pinturas caracterizadas por la disolución de capas de color con profusiones atmosféricas, Ayala es originario de Oaxaca. Y opina: “En el sentido de los riesgos y los excesos semánticos que conllevan el uso de determinados criterios sobre lo que hemos dado en llamar ‘arte conceptual’, realizo un tipo de propuesta sobre la figura del espectador. Quizá en muy contadas ocasiones nos detenemos a reflexionar sobre nuestro propio quehacer de quien asiste a un determinado evento y al que llamamos público”.

En la búsqueda del cielo y Quitarse los ojos pueden visitarse hasta mediados de julio en la Galería Ramón Alva de la Canal, ubicada en la calle de Zamora 27. La entrada a este espacio es libre.