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Baja
credibilidad del IFE
por falta de reforma electoral
Irma Villa |
La
primera tarea de los próximos legisladores debe ser impulsar
una gran reforma electoral: González Sierra |
La
reforma electoral en México quedó congelada desde 1996
y de aquí se genera la baja credibilidad que hoy tiene el Instituto
Federal Electoral, por lo que “pienso que debe de haber una
presión social que obligue a los próximos congresistas,
a los que van a conformar la Cámara de Diputados y la Cámara
de Senadores dentro de unos meses, a hacer una nueva reforma electoral”,
declaró José González Sierra, investigador del
Instituto de Investigaciones Histórico y Sociales de la Universidad
Veracruzana (UV).
Para el autor de La reforma congelada. Reglas electorales federales
en Veracruz, 1995-2003, presentado la semana pasada, debe prohibirse
a los partidos políticos que contraten tiempo en radio y televisión
para así terminar con la intervención descarada de la
televisión en lo electoral. A lo único que tendrían
derecho es al tiempo oficial que se les ofrezca y el cual debe ser
utilizado estrictamente para la exposición sistemática
de las propuestas de los candidatos.
Otro punto que debe reformarse es el de la cantidad de dinero que
se da a los partidos, los cuales –sugirió- sólo
deben recibir fondos para realizar foros, congresos, revistas de calidad
y proyectos de divulgación democrática. Con estas medidas
se bajarían los costos de campaña y además se
evitarían toneladas de basura que se causa con la pega de pendones
e imágenes en las calles.
Pero además de esas reformas, continúo, hacen falta
otras en procedimientos muy específicos, por ejemplo, debería
ser obligatorio abrir todos y cada uno de los paquetes electorales
después de la declaratoria oficial de la elección.
También sugiere que los representantes de casillas no se elijan
por el mecanismo de insaculación, sino que se abra una convocatoria
para que participen los que realmente quieran serlo y que se cambie
el sistema para elegir a los diputados plurinominales porque el actual,
además de confuso, es injusto y por ello cree que sería
mejor que la selección de éstos debe ser vía
votación, quedando los segundos mejores lugares de cada distrito
electoral de cada partido.
Otro punto electoral a reglamentarse es la partidocracia, a la que
considera un problema serio porque algunos partidos son verdaderas
empresas familiares. Además de que por esta puerta se metió
el doctor Simi, por lo que cree debe definirse si en las elecciones
también entran las candidaturas independientes y bajo qué
reglas. También explicó que los problemas de credibilidad
que tuvo el IFE durante el reciente proceso electoral, se sustentan
en que desde 1996 no hay reforma en materia electoral, las autoridades
no han querido reformar nada desde este año y por eso vemos
un Consejo Electoral del IFE con poca legitimidad por la forma en
que fue designado por la cámara.
Y las consecuencias las vimos todos, explicó. Dentro de este
proceso se dio un golpeteo constante en contra del IFE, porque no
quiso comprometerse por no tener la energía suficiente para
controlar la guerra sucia de los actores y la personalidad, incluso,
de los consejeros que no enfrentan a los medios de comunicación
porque no tienen una presencia que realmente les haya dado legitimidad.
Señaló que los consejeros generales del IFE no pueden
impedir las prácticas irregulares que cometen los partidos
porque carecen de las facultades legales para hacerlo y por eso se
habla de que entran fondos privados ilegales a las campañas,
de que se rebasan los topes financieros, de que se financian con fondos
públicos a los partidos. |
También
dijo que el IFE no tiene las facultades legales para poner un hasta
aquí a la guerra sucia que escenifican los partidos a través
de las televisoras, a cuyas arcas van a dar las prerrogativas millonarias
que se les otorgan para sus campañas.
Y dichas facultades legales para regularizar el dinero que se da a
los partidos, deben darse a partir de una reforma constitucional y
una reforma reglamentaria al COFIPE que profundice lo que se consiguió
hasta el 96 y que se dejó de hacer y que serían clave
para impedir más guerras sucias entre los partidos, finalizó. |
José
González Sierra, autor de la La Reforma Congelada. |
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