Año 6 • No. 229 • julio 3 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Necesaria reforma electoral y nueva ley
de partidos para consolidar democracia
Juan Carlos Plata
Además de reformar al IFE son necesarias reformas partidistas, del sistema judicial, y de regulación de medios de comunicación, dijo Francisco Montfort Guillén, investigador de la UV
Para que la consolidación del proceso democrático se realice de manera cabal, es necesario que se dé una reforma al interior del Instituto Federal Electoral (IFE) y, a la par, que se cree una ley de partidos políticos que regule su comportamiento, medios de financiamiento y estrategias de campañas, aseguró Franciso Montfort Guillén, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (I-IHS) de la Universidad Veracruzana (UV).

Entrevistado luego de su participación en la presentación del libro La reforma congelada. Reglas electorales federales en Veracruz, 1995-2003, de José González Sierra, el investigador de la UV aseguró que la ley de partidos tendría como finalidad no darle más trabajo al IFE del que ya tiene y fijar el comportamiento de los partidos.

“Se requiere una ley de partidos, reformar la estructura del poder legislativo, un poder judicial mucho más extenso y, por ende, se requiere poner bajo el marco del estado de derecho al sistema de comunicación de masas. Y esas cuestiones, aunque tienen que ver con el IFE, no parten de la reforma electoral, tienen
otra vía”, dijo.

Montfort Guillén aseguró que la necesidad de esta ley de partidos se puso de manifiesto en el actual proceso electoral, en el que el IFE “no pudo salirse del pleito de propaganda entre partidos y lo hicieron responsable, cuando en realidad era un pleito entre fuerzas políticas. Creo que en todo caso, el IFE ha sido más víctima del encono de la lucha política que el actor de fallas”.

Consolidación del proceso democrático
En cuanto al proceso de consolidación de la democracia, Montfort Guillén aseguró que va bien, aunque una de las características que nos impiden ver lo que está pasando en el país es que tendemos al pesimismo y al catastrofismo.

“La sociedad no puede ir más allá en su velocidad de cambio si no se considera a la sociedad en su conjunto, y en ese sentido México tiene una limitación muy seria. ¿Cómo introducir la sociedad de la información a una sociedad que tiene todavía tanto millones de analfabetas? El cambio hacia la democracia tiene mucho que ver con actitudes y conductas y éstas, en México, siguen siendo en gran medida tradicionales”, afirmó.

Además declaró que mientras no se cambien las condiciones de toda la sociedad, será muy difícil avanzar. Las elites pueden avanzar, dar ejemplos –que en el caso de México no han sido muy edificantes–; éstas van marcando los rumbos por donde se puede dirigir el país, pero hasta ahora la sociedad no ha participado de estos procesos.

Cuestionado sobre la posibilidad de que en México se dé un sistema bipartidista, Montfort Guillén dijo que, en países como Italia, España o Estados Unidos, en los que hay muchos partidos políticos, al final la disputa real por el poder es entre los dos partidos más grandes.

“Es muy difícil creer que en las elecciones pueden existir 10 partidos y que se va a repartir la votación entre todos, esa es una hipótesis falsa, por lo menos no se da en ninguna parte del mundo. En México está sucediendo algo parecido: al final dos partidos son los que llegan con posibilidades reales de ganar la presidencia”, aseguró.

El investigador sostuvo que gane quien gane, los partidos van a tener que refundarse, y para eso no se necesita una reforma. Eso va a ser un hecho concreto de la vida social y política de México, y va a depender de la voluntad de los mexicanos.