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Tercera
llamada
Todo un acierto, el Primer Festival
Internacional de Música Erasmo Capilla
Jorge Vázquez Pacheco |
Dos
semanas de actividad intensa, con una impecable labor de coordinación
encabezada por la Dirección de Difusión Cultural de
la Universidad Veracruzana y con el propio Erasmo al frente, ha sido
el fructífero resultado del Festival Internacional de Música
Erasmo Capilla, que cierra con un concierto extraordinario el lunes
11 de esta misma semana. |

Erasmo
Capilla.
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En
este acontecimiento, generado con el apoyo del gobierno estatal y
la embajada de Bélgica en México, no resulta suficiente
aludir a un elevado nivel de ejecución musical. Creemos conveniente
subrayar que se trata de aquello que los europeos denominan “nivel
tope”, esto es, lo más destacado entre lo mejor de la
interpretación concertística internacional. Y si una
opinión autorizada fuese necesaria, mencionaremos lo expresado
por la pianista española Trinidad Sanchís, quien admiró
sin reservas la pureza y potencia de sonido del violinista belga Yossif
Ivanov, la perfección en el pianista cubano Mauricio Vallina,
el depurado arte camerístico en el Cuartero Enesco y la calidad
vocal combinada con potencia sonora en la soprano Dinah Bryant. |
Pero también vale destacar el renovador concepto en los arreglos
del maestro ruso Michael Pletnev presentado por los jóvenes
pianistas Youlia Zaichkina y Alexander Mogilevsky, la experiencia
infalible del pianista Daniel Blumenthal, la sólida factura
en las recreaciones del Cuarteto Arriaga y, desde luego, las virtudes
del titular del festival, quien ha puesto el dedo sobre el renglón
de su excelente preparación como director con la Orquesta de
Cámara de Bruselas, con la que también hizo las funciones
de solista.
Ha sido un verdadero placer tener también entre nosotros a
la pianista Roberte Mamou, al clarinetista Walter Boeykens, al formidable
contrabajista Niek de Groot, a los laureados maestros rumanos del
Cuarteto Enesco, especialmente al virtuoso de la viola Vladimir Mendelssohn
y al chelista Dorel Fodoreanu, maestros ellos en el Conservatorio
de París y solistas reconocidos mundialmente.
Todo lo anterior nos hace suponer –y esperar– un segundo
festival que seguramente será tan nutrido como benéfico
aportador para la cultura xalapeña. |
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