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Aseguró
experto en Asuntos Internacionales
Integración de América depende de relaciones económicas
entre países
Dunia
Salas Rivera |
Para
plantear una integración de las Américas se necesita
mucho más que un acuerdo de Libre Comercio: Sébastien-Phillipe
Pelletier |
El
diplomático canadiense, Sébastien-Phillipe Pelletier,
aseguró que un proyecto de integración monetaria ayudaría
a una integración viable en las Américas.
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Los
criterios que realmente deciden si se da una integración económica
son las condiciones de las relaciones económicas entre países,
los cuales deben tener apertura financiera para estructurar su política
económica en función de las oportunidades de entrada
de capital extranjero, y a su vez contar con estabilidad cambiaria,
aseguró el académico de la carrera de Negocios Internacionales
de la Universidad Veracruzana (UV), Sébastian-Philippe Pelletier. |
Durante la conferencia “¿Integración de las Américas
o Integración a los Estados Unidos?”, que ofreció
en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI)
de Xalapa, el especialista en Derecho Comercial, Economía Política
y Relaciones Internacionales, dijo que uno de los desafíos
que enfrentan los países, principalmente los de la periferia,
es sacrificar su independencia monetaria para asegurar una apertura
financiera y una estabilidad cambiaria.
“Cuando quieren llegar a un nivel de integración elevado
hay un grave conflicto entre el grado de apertura y el mantenimiento
del consenso social. Sin embargo, el modelo de la Unión Europea
nos da una buena idea de lo que es el sacrificio de un Estado-Nación
para lograr ese nivel de integración económica”,
explicó Pelletier.
El experto canadiense aseguró que, debido a las diferencias
de los niveles de desarrollo y de poder adquisitivo de los consumidores
de un país hacia el otro, no se podrá dar una integración
viable en las Américas, a menos que se plantee en forma muy
concreta, por ejemplo, un proyecto de integración monetaria:
“El problema es que no todos los países pueden lograr
el consenso social porque la integración monetaria tiene muchas
consecuencias”.
Otra condición para lograr la integración en los países
de América, agregó, es el consenso político de
todas las naciones sobre lo que son la democracia y el desarrollo
social. El tercer requisito, quizá el más importante,
es el respeto por las reglas del juego internacional. La Organización
Mundial del Comercio (OMC) supera a cualquier organización
regional en materia de integración económica, además,
“es la única entidad a nivel multilateral en donde los
países pueden ponerse de acuerdo sobre reglas que son equitativas
y justas”, señaló.
En este punto, el académico lanzó una serie de preguntas
a los alumnos de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales:
¿Vamos hacia una integración o hacia una desintegración
continental? ¿Quiénes serían los beneficiarios
de dicha integración? ¿Cuáles son las lecciones
de los acuerdos regionales vigentes? ¿Aumentan la competitividad
o sólo desvían el comercio?
“Sabemos que las negociaciones del Área de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) están paralizadas desde 2003,
que el tercer borrador del ALCA, que consta de 24 capítulos
agrupados en 409 páginas, tiene más de cinco mil 300
puntos de conflicto; que el multilateralismo es cada vez más
antagónico; que los niveles económicos en las Américas
tienen una asimetría crónica”, enfatizó
el experto en Integración Americana e Instituciones Regionales.
Pelletier destacó que se observa una polarización geográfica
acentuada de los flujos comerciales hacia y desde los Estados Unidos;
paralelamente, dijo, es notable la debilidad en el crecimiento del
intercambio comercial derivado de los acuerdos subregionales: “El
desarrollo de la actividad exportadora e importadora del centro depende
cada vez más de las trasnacionales; la inversión extranjera
directa del centro hacia la periferia sigue reproduciendo el patrón
tradicional en materia de desequilibrios externos”, sostuvo.
Explicó que la Unión Europea es una integración
que tiene mucho más de 15 años, la cual se perfilaba
ya desde la Segunda Guerra Mundial: “Los países de Europa
son civilizaciones que chocaron y sufrieron la violencia comunitaria,
que fueron económicamente lastimados después de la Segunda
Guerra. Por eso, ésta es una prueba de madurez. Europa está
dando el ejemplo a todo el mundo”.
Desafortunadamente, declaró, el que tiene el poder en América,
los Estados Unidos, en lugar de decir “vamos hacia una integración
más profunda y sostenible”, se comporta caprichoso, ya
que siempre quiere más pero no es capaz de adoptar una visión
a más largo plazo: “Entonces, a lo mejor tendremos que
esperar a que Estados Unidos sea golpeado para que entienda que su
estabilidad económica depende del exterior, porque plantear
este tipo de integración necesita mucho más que un acuerdo
de Libre Comercio”.
Sébastian-Philippe Pelletier es académico en la Facultad
de Ciencias Administrativas y Sociales de la UV. Correo electrónico:
sebastienpp@hotmail.com. |
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