“La guitarra es mejor que una novia porque nunca te dice nada, además nunca está en contra de uno”, dice divertido Edgar Antonio Medrano Valenzuela, estudiante de guitarra de nuevo ingreso en la Facultad de Música de la Universidad veracruzana (UV), quien dejó en Durango a su familia y amigos para estudiar música en Xalapa.

Sin embargo, el sacrificio ha empezado a dar frutos, pues el pasado mes de octubre obtuvo el tercer lugar en el Primer Concurso Regional de Guitarra Clásica del estado de Durango, evento que formó parte del Festival Cultural Revueltas 2006 Arte y cultura para todos.

Edgar Antonio cuenta con sólo 17 años y se enfrentó a una veintena de jóvenes guitarristas provenientes de los estados de Nuevo León, Coahuila, Zacatecas, Chihuahua, Durango y Veracruz.

Alumno del maestro Massimo Gatta, el joven mostró una excelente capacidad de su ejecución recibiendo felicitaciones del jurado calificador integrado por Rosalío Salas, Simone Ianarelli y Juan Carlos Laguna en el concurso celebrado el pasado 28 de octubre.

Fue a los 15 años cuando inició sus clases de guitarra en la Casa de la Cultura del Instituto Cultural de Durango. En su estado estudió hasta el tercer semestre de preparatoria cuando decidió cambiar su vida de manera radical, siguiendo el sueño de ser un gran guitarrista: “Allá escuchaba que la Facultad era muy buena, que tenía muy buena reputación. Además, elegí Xalapa porque no me gusta la ciudad de México. Aquí tengo otros amigos de Durango que se vinieron a estudiar a la Facultad y que me han ayudado mucho”.

La decisión de Edgar Antonio no fue sencilla, pues ni siquiera sus padres se entusiasmaron con ella: “Me decían que de la música no iba a vivir, pero yo les dije que aunque no quisieran me iba a venir. No se quedaron muy convencidos, creían que no iba a aguantar, pero con este premio ya se dieron cuenta de que esto no es un juego”.

Llegó a Xalapa en el mes de febrero y presentó examen en la UV siendo aceptado en el primer intento: “Tengo amigos que lo han intentado hasta cuatro veces y no quedan”. Cita que de Durango extraña todo: “A mis amigos, mi familia, especialmente la comida de mi mamá, los burritos y las enchiladas”.

Seguidor de John Williams y David Russell, su música favorita son las obras del periodo barroco y el romántico, aunque también disfruta el rock y el heavy metal.

Para Edgar Antonio la guitarra es una forma de expresar sus sentimientos; lo que quiere decir, lo dice a través de la música. El cambio ha valido la pena, le ha dado madurez y le ha ayudado a conocer a gente y crecer como músico: “Sí era como me imaginaba. Ganar se siente bien, es una seguridad de que estás haciendo bien las cosas”, dice mientras sonríe sincero.

Aunque sabe que el camino que ha elegido no es fácil, ya piensa en su futuro: “Al terminar la carrera pienso seguir estudiando en Alemania; el año entrante quiero seguir concursando, he pensado ir a Saltillo, Paracho y regresar a Durango”.