Año 6 • No. 247 • noviembre 20 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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10 por ciento de los
mexicanos tiene diabetes

Juan Carlos Plata


Jaime Morales, investigador del Instituto de Salud Pública de la UV.

Un estimado de 10 por ciento de la población mexicana sufre de diabetes, lo que confirma a la enfermedad como un problema de salud pública y reafirma la necesidad de un programa integral de prevención que busque revertir el aumento de la prevalencia del padecimiento, sostuvo el investigador del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV), Jaime Morales.

“En la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, realizada este mismo año, se dice que es el 7 por ciento, pero esa cifra debe ser corroborada por los análisis que se realizan luego de aplicar la encuesta. A la espera de esos datos más precisos, nosotros creemos que la prevalencia de la enfermedad debe andar por el 10 por ciento del total de la población”, dijo el investigador.

Jaime Morales afirmó que el problema de la diabetes, además de ser muy frecuente, es un padecimiento que tiene una gran cantidad de complicaciones a corto, mediano y largo plazo; un paciente diabético tiene sus primeras complicaciones a los 5 años de evolución.

“Muchas de estas complicaciones son inaparentes –la persona puede no presentar un síntoma en particular. Pero, por ejemplo, se sabe que los vasos de pequeño calibre a nivel renal y de la retina empiezan a tener afectaciones”, señaló.

Y se refirió a una investigación realizada por él mismo en la zona metropolitana de Guadalajara, en la que se encontró que el 40 por ciento de la población diabética padecía algún grado de retinopatía diabética, lo que significa que esas personas, si no se atienden adecuadamente, podrían llegar a tener un grado de disminución de la agudeza visual o aun ceguera.

“No tenemos datos concretos del estado de Veracruz, pero por los estudios que se han hecho a nivel nacional, podemos estimar que la entidad debe estar entre 40 y 45 por ciento de enfermos de diabetes con esta complicación”, aseguró.

El investigador dijo que las complicaciones más frecuentes de la diabetes son la ceguera –por retinopatía diabética–, la insuficiencia renal –pérdida de la función del riñón–, y la neuropatía –afectación del sistema nervioso que lleva a trastornos del sensorio con lo que el paciente siente hormigueos y dolores musculares, aumento en los niveles de colesterol y por consiguiente trombosis, infartos, insuficiencia venosa periférica, y predispone al paciente a infecciones–; todas ellas generan altísimos costos para la seguridad social por tratamiento y rehabilitación.

“Si se logra mantener al paciente diabético por debajo de los 140 miligramos de glucosa por cada decilitro de sangre, se controla, y así se evitan o por lo menos se retrasan las complicaciones”, dijo.

En este contexto, no sólo estatal sino nacional, en el ISP de la UV han iniciado un proyecto de investigación encaminado a resolver dos preguntas: ¿Cuáles son los factores de riesgo que influyen en el control glusémico del paciente diabético?, esto en población abierta. Y ¿cuáles son los factores que influyen en el desapego a tratamiento por parte del paciente diabético?, únicamente en población que cuente con seguro médico del IMSS.

“Este tipo de estudios no se han hecho antes en Veracruz, pero en estudios nacionales se ha revelado que 40 por ciento de los enfermos de diabetes tiene desapego a tratamiento y por consiguiente tendría un mal control glusémico”, sostuvo el investigador.

La diabetes
La diabetes es una alteración en los niveles normales de glucosa (comúnmente conocida como azúcar) en la sangre, que debe ser de no más de 110 miligramos de glucosa por 100 mililitros de sangre. Por arriba de estos niveles ya se habla de hiperglucemia, y cuando ésta rebasa los180 miligramos por decilitro de sangre, se producen los síntomas básicos de la diabetes.

Regularmente el primer síntoma es un aumento en la cantidad de orina –llamado poliuria–; el segundo es que el paciente experimente mucha sed –polidipsia–, que no está relacionada con el calor o con el ejercicio; y el tercero es la presencia de hambre constante –o polifagia–, que ocurre porque se tiene una gran cantidad de glucosa en la sangre pero las células no la pueden utilizar ante la deficiencia de la hormona llamada insulina –que se encarga de transformar la glucosa en alimento para las células.

“Por estos tres síntomas es muy común que se presente una pérdida ostensible de peso. Sin embargo, el paciente puede lograr compensarse y es cuando muchas personas se olvidan del padecimiento, pero tarde o temprano la enfermedad puede desarrollar alguna complicación mayor”, explicó Jaime Morales.

Prevención, la clave
En el ámbito mundial, en los últimos años las enfermedades crónico-degenerativas o no transmisibles han rebasado en incidencia a las infecto-contagiosas, pero en México no se ha pasado completamente a un esquema dominante de las enfermedades crónico-degenerativas, sino que se ha tenido que combatir a ambas, situación usual en países subdesarrollados.

“Se han hecho grandes esfuerzos por combatir las enfermedades transmisibles pero no se ha logrado del todo; y a la par de esto, los estilos de vida se han vuelto propicios para crear enfermedades crónico-degenerativas –los altos índices de tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo, alimentación deficiente, obesidad–, a los que hay que sumarle los factores de tipo genético”, sostuvo el investigador.

En Medicina se establecen tres niveles de prevención: primario, secundario y terciario. Históricamente, a las enfermedades crónico-degenerativas se les ha dado una categoría de prevención terciaria –consistente en rehabilitación–, que es sumamente costosa, por lo que en los últimos años se ha optado por la prevención de otro tipo.

“¿En qué consiste esta prevención?: en un cambio total de cultura que incluye tratar de abandonar estilos de vida poco saludables, propiciar la alimentación sana, alejarnos de las adicciones y tratar de entender que somos un país con alto riesgo para desarrollar enfermedades crónico- degenerativas, y acudir con regularidad a los centros de salud para detección”, aseguró.