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Presentaron
el libro Avances en complejidad y educación
El sistema educativo
ha fracasado: expertos
Juan Carlos Plata
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La
conclusión común de los autores de los artículos
que componen el libro Avances en complejidad y educación. Teoría
y práctica, es que hay un verdadero fracaso de la educación,
aseguró Luis Lloréns Báez, investigador de la
Universidad Autónoma de Baja California (UABC), al presentar
la publicación durante el Encuentro sobre Complejidad y otras
alternativas educativas, organizado por el Instituto de Investigaciones
y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la
Universidad Veracruzana (UV). |
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“Lo
que más llama la atención, es que todos los autores
son investigadores, y todos ellos están en la convicción
de que hay algo mejor más allá de lo que vivimos; se
arriesgan porque creen en la posibilidad. Y que ellos afirmen que
lo que nos rodea son sistemas educativos colapsados, es una reflexión
muy importante”, sostuvo Lloréns Báez.
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El libro es una compilación –realizada por Arturo Guillaumín
Tostado, investigador del IIESES– de las intervenciones que
investigadores de México, Latinoamérica y España
realizaron durante el Seminario Complejidad y Educación, realizado
en octubre de 2005 en Santiago de Compostela, España.
En la misa introducción se apunta: “cada vez existen
más académicos y científicos que proponen y abogan
por una nueva educación, más humana y no menos eficaz;
más armoniosa con el medio ambiente, solidaria, comprensiva
de la diferencia en la unidad planetaria, con valores guiados por
la paz, la libertad y la justicia social”, leyó el investigador
de la UABC.
La española Virginia Ferrer –destacó Lloréns
Báez– hace un capítulo muy interesante sobre la
docencia, y señala: “La educación está
en crisis, las reformas educativas producen contrarreformas que aun
confunden más a la población. Los planes educativos
se van remodelando continuamente sin poder mantener una continuidad
en el tiempo; aparecen nuevas estrategias pedagógicas para
lograr al máximo la productividad y la eficiencia escolar.
El profesorado presenta síntomas de malestar, presión,
ansiedad y desorientación; y frente a la imposibilidad de asumir
nuevos retos responden y se pliegan a los mandatos de las editoriales
y los libros de texto”, afirmó.
Y advierte en el texto: “Las nuevas familias ocupadas en el
trabajo, en el consumo, no tienen tiempo para educar en casa y oscilan
entre el desánimo y la impotencia delegando su responsabilidad
a los centros educativos”.
Por su parte, Francisco Gutiérrez Pérez –sostuvo
Lloréis–, sobre los grupos autoorganizados de aprendizaje,
pregunta: ¿Cómo y por qué en las universidades
es cada vez mayor el abismo existente entre lo que dicen hacer, lo
que hacen, lo que deberían hacer y cómo deberían
hacerlo?
“A primera vista el libro trata sobre complejidad y educación,
pero habla también sobre una crisis y de una problemática
que este tema está tratando de abordar desde una nueva perspectiva.
El contexto de los trabajos no es más alentador que el libro
mismo en cuanto a sus diagnósticos”, dijo Llórens
Báez.
Y puso otro ejemplo. En el tercer capítulo se habla de la crisis
permanente de los sistemas educativos: “La crisis permanente
de los sistemas educativos indica que nuestros reflejos para responder
con agilidad a los cambios continuos parecen haberse agotado, el refugio
conceptual en el que nos atrincheramos es demasiado angosto para reunir,
en una especie de acto de conciliación, el material histórico
junto con los proyectos de futuro para dar forma a un presente que
pueda ser reconocido como una fase más de nuestra evolución
cultural y social”.
En la presentación participaron también Luis Portet,
investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana; Miguel
Ángel Santos, coeditor del libro, Margarita Canal, investigadora
del IIESES y coautora, así como el compilador. |
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