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A
través del Instituto de Genética Forestal de la UV |
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Alma
Espinosa |
Los
pinos clonados muestran mejores características que los plantados
por sistemas tradicionales
Las especies de pinos que se han clonado son:
oaxacana, pseudostrobus, pátula y jaliscana |
El
objetivo es uno: impulsar los programas de reforestación mediante
la implantación de la técnica de clonación como
una alternativa a los sistemas tradicionales que se utilizan en Veracruz
y en todo el país. Si se quiere generar un verdadero impacto
en biotecnología forestal se debe innovar en las técnicas. |
Esta
es la primera afirmación que debemos tomar en cuenta al hablar
de reproducción arbórea para rescatar las áreas
verdes que nos quedan, luego de la devastación causada por
las actividades que el ser humano realiza y que inciden de manera
directa en el medio ambiente.
La Universidad Veracruzana (UV) es una entidad preocupada por la
destrucción que provoca la mano del hombre y su posible remediación
a través de programas de diversa índole. De esta forma,
ha encontrado en la clonación una vía alterna para
recuperar los bosques que han sufrido los estragos de la modernidad,
caracterizada por su incontenible multiplicación industrial.
Desde hace más de dos años investigadores del Instituto
de Genética Forestal de la UV han trabajado en materia de
clonación y enfocaron sus esfuerzos a reproducir varias especies
de pinos del estado y de otras partes de la República, como
Guadalajara, cuya especie pinus jaliscana se encuentra en peligro
de extinción.
Todo este tiempo Armando Aparicio Rentaría, investigador
del Instituto, ha desarrollado, junto con estudiantes del área
Biológico-Agropecuaria, diversos proyectos de investigación
enfocados en la clonación. Sus trabajos han colocado a esta
casa de estudios entre las primeras en el plano nacional que desarrollan
clonación de pinos.
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El
investigador Armando Aparicio Rentaría realiza el corte para
obtener nuevas plantas. |
Pasos
para clonar un pino
La clonación ha tenido más impacto y difusión
en la reproducción humana por la vía celular; sin embargo,
la clonación vegetal es un asunto que actualmente llama la
atención de los científicos como una forma de frenar
la destrucción ambiental. En el caso de los pinos, el proceso
de clonación se realiza mediante el enraizamiento (producción
de raíces) de una estaca proveniente de una especie seleccionada
cuidadosamente.
Para abundar en el proceso de clonación, Armando Aparicio explicó
que el primer paso es seleccionar un árbol según su
fenotipo, es decir, las características externas como rectitud
del fuste, que se busca para mejorar la calidad de la madera. |
Ya que
se tiene el árbol idóneo, se colectan sus semillas
y se mantienen separadas de otras especies. Por cada población
se eligen de 15 a 20 árboles. Las especies que hasta el momento
se han elegido son pinus oaxacana, pseudostrobus, pátula
y jaliscana.
La semilla se lleva al vivero para sembrarla en charolas de germinación.
Cuando ha logrado crecer 10 centímetros se traslada a un
envase más grande en el que permanecerá un promedio
de cinco años. No obstante, cuando el seto alcanza 20 centímetros
está listo para ser podado de cuatro a seis veces por año.
Esto provoca el crecimiento de un mayor número de brotes,
útiles para obtener más material para los trabajos
de enraizamiento. |
Es
importante aclarar que los setos con los que se trabaja actualmente
fueron sembrados hace más de dos años, aproximadamente,
por lo que ya están listos para los cortes. Éstos se
realizan a una misma altura y se entierran en pequeños hoyos
de tres centímetros. La importancia de conservar el mismo tamaño
es para comparar el enraizamiento y la capacidad de crecimiento de
cada seto de donde provienen los brotes. |
Luego
del corte, la estaca es impregnada de una hormona que acelera su
enraizamiento. |
Cabe
aclarar que antes de enterrar las estacas se les pone un centímetro
de la hormona ácido indolbutírico en polvo para inducir
y acelerar el proceso de enraizamiento. El investigador informó
que con este procedimiento se ha tenido un 90 por ciento de éxito,
lo cual fue asentado en una investigación que busca un método
que garantice mejores resultados.
El tiempo promedio que requiere una estaca para lograr su enraizado
es de dos meses, pero en el Instituto se deja cuatro meses para asegurar.
De los resultados se han observado plantas mucho más vigorosas,
con el tallo más ancho y en general más satisfactorio
en comparación con la reproducción vía sexual
al utilizar semillas.
Para hacer una demostración fehaciente se realizará
en los próximos meses una plantación de tipo clonal
una vez que se tenga una cantidad suficiente de plantas; hasta el
momento se cuenta con cerca de 500. De esta manera se podrán
comparar los rendimientos en cuanto a capacidad de crecimiento y sobrevivencia
en campo, según el origen o fuente de donde se obtuvo el material.
La plantación estará en una zona forestal donde se desarrolla
naturalmente la especie, con la finalidad de darle las mismas condiciones
para no afectar su desarrollo. |
Los estudiantes del Área Biológico-Agropecuaria colaboran
en el proceso de clonación. |
Como
parte de los trabajos de clonación, el académico ha
considerado la importancia de conservar especies en vías de
extinción aunque no sean endémicas de Veracruz. Es el
caso del pinus jaliscana que está en peligro de desaparecer,
por lo que en el Instituto de Genética trabaja para conservar
el germoplasma de la especie y propagar material por medios vegetativos.
A pesar de que la jaliscana es una especie introducida, en nuestro
estado se cuenta con las condiciones necesarias para que crezca de
manera satisfactoria. |
Las
estacas se plantan a la misma altura para comparar su crecimiento.
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Ética
ambiental
Hablar de clonación vegetal implica por lo menos dos vertientes.
La primera es la de visualizarla como una de las vías de solución
a los problemas que aquejan a nuestro medio ambiente; la otra es verla
desde una perspectiva dictada por la ética. Para hablar del
tema entrevistamos al director de la Facultad de Filosofía
de la UV, Alberto Ruiz Quiroz.
Destacó que el hombre siempre ha sido muy importante. El siglo
XX lo reafirmó al retomar “la tradición cultural
de colocarlo no sólo en el centro de todas las acciones, sino
también en la cúspide de la misma evolución.
Pero, a la vez, lo reubicó en su justa dimensión: la
de ser parte de la naturaleza. Y esto no debe soslayarse, por eso
ahora se tiene más claridad de que el hombre, como habitante
del mundo, sin una casa ordenada no podrá subsistir, no podrá
ser. Y así la ecología entró en jauja y regresa
al hombre a su mismo hábitat, la naturaleza, para que pueda
ser de manera más plena”.
Ese cuidado de la casa, representado por la ecología, dijo,
requirió sacudirse de los mitos de Ícaro y Prometeo
que llevaban hasta los extremos el dominio del hombre sobre la naturaleza.
Porque se creía firmemente que ésta habría de
ponerla a su servicio, al grado de someterla y avasallarla hasta construir
una auténtica fábula. Esto lo confirma la inminente
catástrofe de toda la naturaleza, incluyendo la vida humana
a un poder limitado de la tecnología.
El interés por tópicos tan trascendentales ha incitado
a la comunidad de Filosofía para desarrollar actividades interdisciplinarias,
como cursos y diplomados sobre diversos temas como la muerte, el servicio
médico, las perspectivas de la bioética y las condiciones
que proporciona el medio ambiente. En este contexto, “se ha
comprendido que el cuerpo humano, con sus limitaciones en la salud
y sus aspiraciones de prolongación de la vida, manifiesta en
sí mismo la crisis ecológica, así como al necesidad
de recuperarse dentro de un proceso de restauración global”,
comentó.
En este marco de reestructuración global se ubica el proyecto
de manipulación genética en el mundo de la botánica.
Explicó que “las plantas también son incluidas
en este proceso renovador de una manipulación racional. Es
claro que en ésta se ha querido ver la posibilidad de salvar
especies en extinción. Se piensa que con dicha novedad tecnológica
se contarán con las condiciones para el desarrollo racional
de nuevas especies y plantas”. |
El
director agregó que “no deja de pesar en la conciencia
humana la extinción de vegetales y plantas medicinales que,
al extinguirse, se han llevado consigo el misterio del beneficio curativo
que muchas de ellas encierran para la subsistencia humana. No se descarta
que al manipular genéticamente los vegetales se esté
incurriendo en una alteración indiscriminada e ilegítima
de la naturaleza. En este momento, se estaría incurriendo en
una actitud antiética por actuar contra la naturaleza”.
Para concluir, Alberto Ruiz dijo que actualmente la ética cobra
nuevas dimensiones. Por esta razón, “los estudiantes
de filosofía procuran recorrer esos caminos que, inclusive,
vinculan estrechamente la revolución de la ingeniería
genética con los recursos de la cibernética. En medio
de ellos busca su lugar la ética, como disciplina filosófica
aunque, en ocasiones, sólo alcance a pisar los terrenos de
la problemática cotidiana que se plantea a lo largo del servicio
sanitario y de un lejano vislumbre de un renovado hábitat para
el hombre”. |
La
plantas clonadas se pasan a recipientes plásticos con toda
la información necesaria para su estudio. |
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