Año 6 • No. 254 • enero 22 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 General


 Reportaje

 Becas y  oportunidades

 
Arte

 Deportes


 Contraportada


 Números  Anteriores


 Créditos



 

 

 
Carecen de estudios para saber si actúan correctamente en el organismo
Medicamentos similares, atractivos pero no recomendables: G. Riande

Juan Carlos Plata
No es lo mismo similares que genéricos; los últimos sí garantizan ser iguales a los originales
Los medicamentos conocidos como similares contienen la misma sustancia activa –y en la misma dosis– que los originales, pero carecen de estudios de biodisponibilidad, por lo cual no se puede saber si se absorben, actúan y disuelven en el organismo de la misma manera que éstos, por tanto no garantizan que el paciente recupere su salud, aseguró Gabriel Riande Juárez, investigador del Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Veracruzana (UV).

“No pasa lo mismo con los medicamentos genéricos intercambiables (GI), ya que éstos son exactamente iguales a los de patente, lo cual se comprueba mediante estudios biológicos que garantizan los mismos elementos, características de producción, presentación, contenido de la sustancia activa –que se absorbe y distribuye en la sangre y los tejidos de la misma manera y en la misma cantidad que el original– y que su resultado es el mismo”, sostuvo.

Esos estudios de biodisponibilidad no son realizados ni por el laboratorio fabricante del medicamento, ni por la Secretaría de Salud, sino por laboratorios especializados y certificados por normas internacionales –como el ISO 9000– y por la regulación sanitaria nacional, para evitar actos de corrupción que podrían ocasionar daños a la salud de los consumidores.

Por lo tanto, explicó Riande Juárez, sería adecuado que la Secretaría de Salud hiciera una campaña para establecer las diferencias entre los originales, los genéricos y los similares pero, dijo, hay muchos intereses involucrados en el asunto.
“Desde el momento en que se generó en México la idea de autorizar la producción de medicamentos genéricos, protestaron las grandes transnacionales que tenían las patentes. Además, las empresas productoras de similares también tienen un peso importante y no aceptarían tan fácilmente que se hiciera esta campaña de difusión e información, porque eso podría echar abajo sus grandes ganancias”, afirmó el investigador.

Riande Juárez sostuvo que así como se exige por medio de la Regulación Sanitaria Federal que se ponga una leyenda a las etiquetas de bebidas alcohólicas, alimentos chatarra y cigarros, podría hacerse con los medicamentos similares, para advertirle al consumidor que no está comprobado que funcionen igual que el original.

“Los similares no son nocivos, y eso debe quedar claro también. Se producen bajo una regulación estricta en cuanto a los empaques, a que contienen la sustancia activa, a que se hacen con procesos higiénicos, etcétera; lo que no está regulado son los estudios de biodisponibilidad”, dijo.

El investigador explicó que los medicamentos similares no son dañinos más allá de los efectos secundarios de la propia sustancia activa –lo que también sucede con los medicamentos genéricos y los originales–, pero en el caso de estos dos últimos esos efectos están bien controlados y especificados, y en los similares no.
Riande Juárez sostuvo que no es recomendable el uso de medicamentos similares porque si bien las necesidades de salud en el país son infinitas, y los medicamentos similares resultan atractivos en el mercado por su precio, no garantizan que las personas se curen de su enfermedad.

“Por ejemplo, una persona hipertensa que debe tomar un medicamento que –original cuesta 180 pesos, en los genéricos intercambiables cuesta 100 pesos, y en los similares cuesta 50– obviamente buscará la opción más barata, pero si compra el similar nadie le puede asegurar que tomándolo va a tener su presión estable. En cambio, con el genérico intercambiable hay un ahorro y la certeza de que se está cuidando la salud”, aseguró.

Gabriel Riande Juárez, investigador del Instituto de Salud Pública de la UV.
El por qué de la diferencia de precios
El investigador del ISP sostuvo que la diferencia en los precios se debe a que el laboratorio que fabrica el medicamento original tiene que incluir en su precio los costos de la investigación que se realizó para obtener el medicamento, además de los análisis de biodisponibilidad; los genéricos, al no realizar investigación, sólo incluyen el costo de los análisis, y los similares no contemplan ninguno de estos dos conceptos.

“Es cierto que los precios de los medicamentos originales están muy inflados, más allá de que se tenga que recuperar por los costos de investigación, precisamente por eso se creyó necesario la producción de genéricos, porque los precios de los originales son altísimos”, dijo.