Para fomentar la movilidad de estudiantes, docentes e investigadores,
promover proyectos conjuntos y gozar de los beneficios del Tratado
de Bologna, que valida, regula, equipara y armoniza la educación
superior en los países miembros de la Unión Europea,
la Universidad Veracruzana buscará ser un firmante más
de esta declaración en la que participan 40 países.
En la mesa redonda que realizó esta casa de estudios para celebrar
los 50 años de la firma del Tratado de Roma, que dio origen
a la Comunidad Económica Europea (CEE), el rector de esta casa
de estudios, Raúl Arias Lovillo, aseguró que los logros
que ha alcanzado el proceso de integración europea son un ejemplo
a seguir.
Como muestra mencionó los educativos, pues gracias a la declaración
de Bologna han adoptado un sistema fácilmente legible y comparable
de titulaciones, que ha permitido flexibilidad y movilidad a universitarios
en un sistema de educación homogenizado que mejora la calidad
de la formación profesional desde distintas dimensiones.
Flanqueado por Paul Demaret, rector del Colegio de Europa, y Roland
Michael Wegener, embajador de la República Federal de Alemania,
Arias Lovillo destacó el modelo que ha sostenido esta integración:
“Es un proyecto social, un equilibrio de intereses entre crecimiento
industrial y libre comercio, y desarrollo de la población”.
Comentó que en la Universidad Veracruzana se han realizado
esfuerzos para promover la docencia e investigación relacionados
con la Unión Europea: “Nuestras relaciones son históricas,
por eso y por la importancia que reviste debemos reforzar los lazos
que nos unen”.
Recordó que la instauración de la CEE y la creación
del mercado común buscó transformar las condiciones
económicas de los intercambios y de la producción del
territorio de la comunidad, así como la construcción
de la Europa política hacia una unificación más
amplia.
La unidad, añadió Arias Lovillo, se basa hoy en valores
comunes como la libertad, la democracia, el Estado de derecho, el
respeto de los derechos humanos y la igualdad de países con
culturas, lenguas y tradiciones diferentes: “sus logros, 50
años después, son evidentes y ejemplo para el resto
de las naciones”.
En resumen, puntualizó, gracias a la colaboración se
ha logrado un mercado único –la mayor zona mundial del
libre comercio–, una moneda única compartida por la mayoría
de los ciudadanos y una normas comunes de protección del medio
ambiente y seguridad de los productos: “Estos logros son únicos
y merece la pena celebrarlos”. La
integración europea no se ha detenido en 50 años:
Demaret
En la ponencia inaugural, Paul Demaret, rector del Colegio de Europa,
aseguró que el Tratado de Roma ha sido y sigue siendo el
principal vector de la integración europea. Reconoció
que aunque hoy día la Unión Europea está atravesando
un periodo difícil, no siempre ha avanzado sin sobresaltos
en el pasado.
“A finales de los años 60, el proceso quedó
prácticamente paralizado. Sin embargo, mirando globalmente
a estos últimos cincuenta años, da la impresión
de que la integración europea no ha dejado de avanzar en
ningún momento”.
Luego de exponer los logros y fracasos del proceso de integración
europea antes y después del Tratado de Roma de 1957, señaló
que los europeos no deberían avergonzarse de lo que han logrado
juntos. “Desde un punto de vista histórico, la integración
europea es un éxito sin precedentes. Nunca antes un continente
entero había sido capaz de unirse por medios pacíficos
y democráticos. Tal hazaña no es baladí”.
Al encuentro, con el que concluyeron las celebraciones oficiales
co organizadas por la Delegación de la Comisión Europea
en México, asistieron también Mendel Goldstein, jefe
de la delegación de la comisión Europea en México;
Jordi Bacaria, catedrático de la Universidad Autónoma
de Barcelona; Luis Huacuja, catedrático de la UNAM; el senador
José Guadarrama y la diputada Laura Rojas. |