Año 6 • No. 263 • abril 23 de 2007
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 General


 Reportaje

 Becas y oportunidades


 
Arte
 
 Deportes

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

Gina Sotelo
Reconocimiento al trabajo en conjunto de Montoro, Guillermo Barcklay, Bryant Caballero, Raúl Barrientos, Alejandro Ricaño, Lorenzo Portillo y Patricia Dorantes
Este 17 de abril, tras semanas de deliberación, la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro Rafael Solana designó a la obra Final de partida, escrita por Samuel Beckett, como “el Mejor Teatro de Provincia”. La entrega de premios será el próximo 25 de junio en el Casino Naval del Distrito Federal.

Montada en la Universidad Veracruzana (UV) en el 2005, fue presentada únicamente en dos ocasiones: una en el teatro “El Galeón” de la Unidad del Bosque y otra durante el festejo del centenario del natalicio de Beckett, organizado por Bellas Artes. Bastaron estas representaciones para que especialistas en la materia la designaran como “el Mejor Teatro de Provincia”.

Es éste un reconocimiento al trabajo en conjunto de la dirección de Manuel Montoro; la escenografía, vestuario e iluminación de Guillermo Barcklay; la asistencia de Bryant Caballero y Raúl Barrientos, y las actuaciones de Alejandro Ricaño, Lorenzo Portillo y Patricia Dorantes, todos ellos egresados de la Facultad de Teatro de la UV. Destacada es también la participación del primer actor Francisco Beverido Duhalt, quien completa este gran reparto.

Fue en 1957 en París cuando el maestro Montoro acudió al estreno de esta obra en una Europa que desconocía mucho el trabajo de Beckett. Con el tiempo –explica el director– se ha ido comprendiendo más y asimilado de distinta manera, de ahí que eligiera esta obra para dirigirla: “Me gusta el teatro que siempre tiene algo que elegir sobre la existencia humana y si es posible que tienda al despojamiento absoluto que huye de los elementos artificiales que no me interesan en lo absoluto. Mi camino creativo es hacia lo esencial” expresa Montoro acerca de la obra premiada.

Final de Partida o un mundo desgarrado que espera redención
Despojos humanos, fragmentados; deshechos que nadie quiere ver pero que están, que existen y son más reales de lo que la sociedad quisiera y que, sin embargo, hacen vivir al espectador situaciones, más que agridulces, “horriblemente cómicas”. Así puede definirse la magnífica puesta en escena homenajeada y que fuera escrita por Samuel Beckett.

La obra tiene lugar en un cuarto despoblado, un mundo vacío, y en él un cuarteto de seres mutilados representa una comedia en la que flota siempre la ilusión del rescate, evanescente idea que parece no materializarse, sino perderse para siempre.

Espléndido, como era de esperarse, Francisco Beverido destaca en el papel de Hamm; Alejandro Ricaño representa muy dignamente a Clov; Lorenzo Portillo sorprende como Nagg; mientras que la nota femenina recae en una desprotegida Patricia Dorantes, quien interpreta a Nell.

En este clásico de humor negro, Beckett creó personajes profundos, humanos, desgarrados, enigmáticos, sinceros, que hacen que el asistente se cuestione muy seriamente acerca de la condición humana y de las grandes preguntas que se han planteado no sólo los grandes filósofos sino el hombre común. El bien, el mal, lo bueno, lo verdadero, lo bello y lo sublime; preguntas que nadie ha respondido de manera contundente.

Sobresale en esta puesta en escena la escenografía y la gran dirección que agradece el público y engrandece a los personajes, quienes se acoplan plácidamente al tono irreal de la obra. Con filosofía trágica se plasma una forma de ver la realidad a través de los ojos desencantados de sus protagonistas.

Demoledora mancuerna: Montoro-Barcklay
Innegable por lo evidente es el excelente trabajo que desde hace cuatro décadas realizan juntos Manuel Montoro y Guillermo Barcklay. Su creatividad es conocida y reconocida no sólo en nuestro país sino en varias partes del mundo.

Profetas en la que desde hace 40 años ha sido su alma mater, fue en el pasado mes de marzo, y como parte del Festival de Artes, que recibieron junto con el escultor Rafael Villar y el pintor Salvador Cruzado un merecido reconocimiento por parte de la máxima casa de estudios de Veracruz como pilares del mundo de las artes.
Como “estandartes del arte y la cultura” fueron definidos por el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, quien expresó en ese momento que “fue un reconocimiento a la parte de nuestra naturaleza humana que vale la pena preservar”.

Manuel Montoro, que fue reconocido por su dirección escénica, llegó a Xalapa en 1966, proveniente del Teatro de las Naciones de París. La primera obra que dirigió fue Mariana Pineda, de Federico García Lorca, en la primera etapa del teatro universitario. Su talento y creatividad artística quedan manifiestos en cada paso recorrido, teniendo una gran diversidad de repertorio. Ha recibido numerosos premios de la crítica especializada y ha trabajado con actores de la talla de María Rojo, Ana Ofelia Murguía y Beatriz Sheridan. Son incontables sus aportes al teatro mexicano, no sólo como director sino también como maestro.

Por su parte, Guillermo Barcklay nació en 1939. Su trayectoria como escenógrafo y artista plástico es avalada por las enseñanzas de maestros como Ramón Alva de la Canal y Kiyoshi Takahashi. Tomó cursos de grabado en metal y artes plásticas y cursó la carrera de Escenografía en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y talleres de escultura y pintura en La Esmeralda.

Con 40 años como escenógrafo goza de 27 premios de la crítica, 12 de ellos para producciones con la UV. En 1986 la máxima casa de estudios le entregó la Medalla al Mérito Universitario.