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Aborto
inducido entre universitari@s
Alma
Osiris Degante Sánchez
Egresada de la Facultad de Antropología de la UV |
En
una reciente investigación sobre salud sexual y reproductiva
realizada con estudiantes de la Facultad de Antropología de
la Universidad Veracruzana (UV), se obtuvo que 10.8 por ciento ha
abortado por lo menos una vez. Esto se refiere que de cada nueve mujeres,
una ha abortado; y en lo que respecta a los varones, de cada 12, uno
lo ha vivido con alguna de sus parejas.
En cuanto a la prevención de embarazos indeseados, sólo
53.3 por ciento dijo que los previene siempre que tiene relaciones
sexuales; de los cuales, 38 por ciento lo hace mediante el uso del
condón, mientras que 21.2 por ciento no utiliza algún
método anticonceptivo, exponiéndose así a un
embarazo no deseado, abortos, e Infecciones de Transmisión
Sexual (ITS). Mismo riesgo corren los/as estudiantes que sólo
prevén embarazos a través de métodos naturales
como el ritmo y el coito interrumpido (4.4 por ciento).
Se observa que existe confusión entre prevenir un embarazo
y adquirir ITS, ya que 3 por ciento respondió que evitaba las
ITS mediante el uso de hormonales orales e inyectables. Por tanto,
algun@s universitari@s desconocen los peligros que representa el no
usar métodos de barrera que impiden contraer y transmitir ITS,
pero hay quienes, a pesar de tener información, no llevan a
cabo una conducta preventiva.
De tal forma que el impedimento para asumir un comportamiento responsable
en su salud sexual y reproductiva obedece a que han sido educados
dentro de una cultura que prohíbe la sexualidad placentera,
que la destina solamente a la reproducción y la manipula mediante
valores religiosos con exceso de moral.
Por tal motivo, es frecuente que las universitarias aborten, o es
común observar a estudiantes embarazadas en clases, a jóvenes
que asumen su paternidad, o bien, la rechazan.
Esta problemática tiene que ser resuelta por las y los propios
estudiantes, adoptando nuevas conductas sexuales que ayuden a mejorar
su calidad de vida sexual, pero también es conveniente que
intervengan las autoridades universitarias con programas integrales
que verdaderamente informen y asesoren sobre el uso correcto del condón,
y los otros métodos anticonceptivos –incluyendo la anticoncepción
de emergencia.
La UV debe admitir que las maternidades y paternidades indeseadas,
los embarazos no planeados, abortos, sida y otras ITS son problemas
que le afectan directamente como institución, pues son sus
alumnos los que enferman, postergan sus estudios, desertan de sus
carreras; o bien, su productividad escolar y laboral la llevan a cabo
con diversas complicaciones.
Es importante mencionar que para erradicar estas problemáticas
es necesario impartir una educación sexual integral y focalizada
desde temprana edad, así como la elaboración de leyes
que velen por la salud sexual y reproductiva de las mujeres y hombres
como parte de un derecho constitucional, en el que la religión
no debe intervenir. |
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