Año 6 • No. 264 • abril 30 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  Se manifiesta en adultos, pero su origen es en la primera edad: investigadora
Podría evitarse la epilepsia en la infancia

David Sandoval
Se asocia con crisis prolongadas en la infancia, para lo cual se estudia en ratas de laboratorio el efecto de estos ataques: María Leonor López Meraz, de QFB-UV
La epilepsia es un padecimiento que se manifiesta en la edad adulta pero su origen se ubica en los primeros años de la infancia; crisis prolongadas de los infantes provocan la muerte de neuronas, generando a su vez un alto índice de mortalidad infantil, afirmó María Leonor López Meraz, quien es egresada de la Facultad de Químico Fármaco Biología (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV).

La epilepsia podría prevenirse si se descubren qué mecanismos generan las crisis prolongadas, destacó María Leonor López Meraz

Invitada por el Instituto de Neuroetología de la UV, López Meraz, quien es miembro del laboratorio de Investigación en Epilepsia del Departamento de Veteranos, en California, dijo que por esta razón se estudian en ratas de laboratorio los mecanismos que incitan el proceso para determinar qué sustancias son capaces de controlar o detener la epilepsia.

Asimismo, describió en su conferencia “Mecanismos del daño neuronal inducido por el status epilepticus en el hipocampo de la rata inmadura” los resultados de sus investigaciones.

Este trabajo, comentó, es una línea nueva de investigación del instituto en el que labora, y recalcó que el objetivo es entender los mecanismos que inducen a la muerte neuronal en el cerebro inmaduro de las ratas, que si se trasladara al contexto humano, sería en el cerebro infantil.
Explicó que su labor se enfoca en buscar herramientas que eviten este daño neuronal, “una vez que las neuronas mueren de manera masiva se puede predisponer al desarrollo de epilepsia; es decir, un niño que tiene crisis prolongadas tiene 30 por ciento de posibilidades de desarrollar epilepsia”, detalló la investigadora, quien también labora en Departamento de Neurología de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

Este padecimiento infantil, subrayó, ya es considerado un problema de salud debido a que niños con tumores o malformaciones congénitas o algún tipo de infección como encefalitis pueden desarrollar estas crisis prolongadas y, eventualmente, alrededor de los 20 o 30 años, padecer epilepsia.

Se transforma en un problema social, continuó la investigadora, cuando observamos que estas personas tienen dificultades para trabajar, recurrir a tratamientos para controlar las crisis y depender de la familia; una serie de agravantes que pueden impedir su desarrollo profesional e incluso personal.

En la epilepsia, las crisis en general tienen diferentes causas, explicó López Meraz, “pero de manera muy simple decimos que el balance entre los sistemas inhibitorios y excitatorios en el cerebro ha sido alterado, de manera que hay mucho más excitación a nivel neuronal”.

En el hipocampo de la rata, localizado en el lóbulo temporal, se ha inducido el estado epiléptico, denominado clínicamente como status epilepticus, para observar cómo se descomponen las neuronas y detectar los elementos que generan esta degradación en el tejido cerebral.

Durante estas crisis en las neuronas ocurre todo un proceso que termina en necrosis, es decir, la muerte del conjunto de células, provocado por un desequilibrio energético a nivel celular. Así, la investigadora concluyó que por medio de este trabajo que realiza en laboratorio, se trata de identificar las enzimas que activan o desactivan estos mecanismos para poder implementar tratamientos que disminuyan la propensión a estas crisis epilépticas.