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Eco-virtualidad,
un espacio de vida y aprendizaje
Rubén
Hernández Ruiz
Universidad Veracruzana Virtual |
Internet
es un sistema de redes virtuales que se basa en el uso de las computadoras
como tecnología de información y comunicación.
Esta herramienta implica la separación física de los
usuarios y la creación de un ambiente de interacción
virtual en la distancia.
La información está almacenada y disponible en un servidor
y la comunicación se da en tiempo real o diferido a través
de páginas o sitios Web, foros, blogs y chats, entre otros
medios electrónicos que podrían contar con dispositivos
de audio y video, además de mostrar y generar texto.
El contacto físico, como el apretón de manos o el abrazo,
son simulados con mensajes, imágenes y sonidos, que hacen que
el receptor los recree en su mente y su cuerpo los perciba. Ésta
ha sido una de las críticas más importantes, en la red
no se puede tocar, ni oler o degustar, por lo que se ha supuesto que
la interacción es fría, desprovista de calor humano.
Se dice también que Internet no está exenta de inmoralidades
y éticas no convencionales, que tiene riesgos la apertura en
la red, y que su acceso podría ser elitista para poblaciones
que no disponen de la tecnología; se habla entonces de una
brecha digital entre las sociedades que tienen acceso a la Red y aquellas
que no.
Pero la virtualidad no es un ambiente frío, es un “nicho
ecológico” (Futuyma, en Chama, 2005), es un espacio de
vida, porque también se manifiesta uno en la virtualidad, se
está, se es en ella. El ser humano conserva su integridad,
no pierde elementos que lo constituyen.
La intensidad con la que viva su presencialidad en la virtualidad,
dependerá de la interacción que desarrolle en el espacio
ecovirtual, lo hará suyo a través de su expresión
y efectos que conlleva.
En ese sentido, el mundo virtual es una organización que, complementando
con ideas de Morin y colaboradores (2002), se identifica por cuatro
aspectos: 1) se “auto-eco-organiza”, es decir, necesita
“tomar energía e información del ambiente exterior”,
no puede existir por sí misma; 2) se desarrolla bajo el principio
de autonomía/dependencia: está influida por su cultura
y las sociedades que intervienen en ese ciberespacio, mismas que están
en función de su entorno geoecológico; 3) genera relaciones
que “superan la noción de autorregulación por
la de autoproducción y autoorganización”, creándose
y re-creándose recursivamente; y 4) es “un todo que produce
cualidades o propiedades nuevas en relación con las partes
consideradas de forma aislada: las emergencias”. Esto es: en
principio, la organización es un sistema total y nuestro ser
y hacer en la virtualidad le da sentido pues no existe una fragmentación
de nuestro hacer en los sistemas virtuales porque surgen efectos cognitivos
y afectivos que generan otros y hacen sentir al hombre vivo.
El encuentro en la virtualidad no es sólo un escaparate para
mostrar información, discutir algún contenido en un
foro o comunicar algún mensaje; es un espacio ecológico
donde se vive intercambiando energía y en estrecho contacto
con los seres y elementos tangibles e intangibles que conforman el
nicho vital. Siguiendo a Bohm (2001), se puede decir que en la eco-virtualidad
se crean nuevos significados y pensamientos colectivos en el diálogo
de individualidades que conducen al auto conocimiento y, sobre todo,
a la autoafirmación del ser.
“El organismo vivo y su medio ambiente forman una unidad indivisible
porque, así como no hay vida sin nicho vital, tampoco hay conocimiento
sin ecología cognitiva. En todo ser vivo se da la unidad entre
los procesos vitales y los procesos de aprendizaje” (Assman,
en Prado
y Gutiérrez, 1995).
La eco-virtualidad es, en consecuencia, una dimensión virtual
de encuentro de seres, de intercambio recursivo de saberes y emociones
legítimas, pese a la ausencia de contacto físico y restricción
de algunos sentidos. En la eco-virtualidad la vida transcurre siendo,
se es ser en el hacer, sintiendo, pensando y expresándose.
Por lo tanto, si podemos darle sentido a nuestra vida en esa interacción
virtual, se puede vivir en la red y, si vivir es aprender, entonces
podemos aprender en línea. |
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