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Opinan
expertos psicólogos
Temor y desconfianza provoca presencia del Ejército en la población
Carolina
Cruz |
Veracruz,
Ver.- La presencia de militares en esta ciudad provoca en
los habitantes dos tipos de reacciones: en primer lugar temor, porque
son indicativo de que algo no marcha bien; y en segundo lugar desconfianza,
porque la apreciación general a lo largo de los años
ha sido que en épocas de guerra son quienes más atropellos
a los derechos humanos cometen, aseguró la psicóloga
Luz del Carmen Vargas, catedrática de la Facultad de Psicología,
Veracruz.
Entrevistada respecto a la posible percepción de la ciudadanía
ante la presencia militar, la experta asentó que el imaginario
colectivo tiene una concepción ambivalente “porque el
Ejército tiene dos historias paralelas: una de atropellos y
violaciones, y otra donde la población los asocia con catástrofes
naturales, ayuda y protección. Entonces, a la vez que representa
peligro representa apoyo”.
Asevera que “en este combate al creciente narcotráfico,
que me parece no puede ser obviado, la llamada al Ejército
para que resguarde la seguridad pública ha sido cuestionada
entre otra razones porque ellos, cargados de armamento, intimidan
sin querer a la gente y, además, los habitantes no están
muy seguros de que el Ejército los pueda proteger realmente”.
La psicóloga indica que para ponderar la garantía que
el ejército puede significar en cuanto a protección
civil, hay que esperar todavía, “pues su llegada es reciente;
en otras ciudades están ya acostumbrados a convivir con los
elementos de las fuerzas armadas, pero en el caso del puerto de Veracruz,
caracterizado por su libertad y turismo, es lógico que haya
un poco de aprehensión en la gente”.
“Si tengo que sintetizar, diría que el sentimiento de
la gente es estar a la expectativa, hasta saber qué sucede
con la presencia de ellos y cómo se comportarán civilmente;
en otro sentido, no es buena señal para nadie que el Ejército
esté realizando tareas que tradicionalmente y por ley las han
resuelto otras instancias, lo cual quiere decir que o un problema
social se hizo crónico o hay incapacidad de otro tipo
de autoridad para controlar el problema”.
La académica finaliza señalando que no es ni deseable
ni saludable que el Ejército esté permanentemente apostado
en ninguna ciudad, porque su presencia le recuerda a la población
que hay serios problemas en el país. Al sacarlos de su ámbito
tradicional, su presencia se percibe como una aceptación del
gobierno de que algo serio está ocurriendo. |
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