Año 7 • No. 271 • junio 18 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  Metacognición y método: estrategia para aprender a aprender en la Eco-virtualidad
Rubén Hernández Ruiz
Universidad Veracruzana Virtual

Las reformas educativas insisten en centrar la atención en el aprendizaje y, por lo tanto, en el que aprende, de tal manera que la instrucción no se limite a transmitir conocimientos sino a propiciar su desvelo y construcción; en ese sentido, si se aprende a aprender, los aprendientes podrán apropiarse de cualquier conocimiento significativo o descubrir y construir otros. Así, se plantea la autonomía moral e intelectual como meta en la educación.

En UniVerso 268 se definió la Eco-virtualidad como un espacio de vida y aprendizaje, y en el número 269, un nodo de Bio-ciber-aprendizaje como la unidad mínima de significación que une cognición y metacognición en una red de relaciones y campos de sentido. Apelaba a las ciencias biológicas y de la complejidad cuando decía que el ser vive en la eco-virtualidad aprendiendo y siendo en el hacer.

Cognición y metacognición aluden a aprender y, como ya lo notaban Maturana y Varela, a vivir. La metacognición ha ayudado a los educadores a comprender los procesos de aprendizaje. Según Flavell, autor del término, y otros estudiosos del tema, podemos entenderla como las estrategias cognitivas o de aprendizaje para darnos cuenta de qué y cómo conocemos. Es decir, “conocer el propio conocimiento, pensar y reflexionar sobre cómo reaccionaremos o hemos reaccionado ante un problema o una tarea” (Burón, 1999). Se considera entonces la “cognición como conocimiento de las operaciones mentales y la metacognición como autorregulación de las mismas” (Idem).

Siguiendo las ideas de Morín (2002), podemos decir que en el proceso de vida y aprendizaje del ser, “los efectos o productos al mismo tiempo son causantes y productores del proceso”.

Este principio de recursividad implica que la autorregulación es trascendida por la auto-organización y auto-producción cuando se reintroduce el cognoscente en todo conocimiento, es decir, el sujeto está dentro de la realidad que trata de conocer.

Entonces, metacognición es, además, darse cuenta de la existencia de “una dinámica auto-productiva y auto-organizacional” en la que se está inmerso. La producción/reproducción del aprendizaje es al mismo tiempo la del ser. No sólo la causa actúa sobre el efecto sino que el efecto retroactúa informacionalmente sobre la causa, permitiendo la autonomía organizacional del sistema, en este caso el aprendiente mismo deja de vivir y aprender linealmente, lo hace en rizos.

Este continuo ir y venir entre conocer e ignorar, entre metaconocer y metaignorar lo hace vivir ensayando, va creando camino al andar, regresando al sendero en la recursividad y retroacción de su hacer, volviendo con diferente historicidad pero con su misma condición humana, es otro pero es el mismo errante.

En la travesía se da cuenta de la complejidad de su realidad/virtualidad. Situación dialógica donde hay orden/desorden, determinismo/azar, certidumbre/incertidumbre, etcétera. En su vivir se da cuenta que su organización autónoma la construye a partir de la interacción y apertura de su ecosistema, advierte que “no hay posibilidad de autonomía sin múltiples dependencias” (Morín, 2002). Adopta entonces una actitud estratégica y construye el método en su cotidiano aprender/ser.

El método nos enseña a aprender, sirve para aprender, es aprendizaje. Es una estrategia emergente, no se tiene, se hace y se diluye en el hacer método. Genera estrategias para conocer y actuar, para metaconocer.
“La idea de estrategia es indisociable de la de arte” (Idem). Implica el pleno empleo de las cualidades del sujeto, del pensamiento complejo.

Aprender a aprender/vivir en la Eco-virtualidad es recurrencia y complejidad entre la metacognición y el método. Es estrategia y arte.