México
es uno de los pilares de lo que debe ser América Latina (AL)
en el futuro, y junto con Brasil son los dos países alrededor
de los cuales se deben aglutinar los demás latinoamericanos,
aseguró Bernard Lavallé, quien ofreció la conferencia
“Surgimiento y desarrollo del criollismo en los andes coloniales.
Siglos XVI y XVII”, en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
(IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV).
El profesor de la Universidad de París Nueva Sorbona, añadió
que el ejemplo de la Europa unida es un buen aliciente para México,
que si utiliza la experiencia y los errores cometidos por Europa podrá
ir avanzando hasta lograr una integración de los países
latinoamericanos, no en una unidad como sucedió con los europeos,
pero sí por bloques. |

Los estudios
de Bernard Lavallé sobre Los Andes permiten ver el papel
indiscutible que tuvieron los criollos en el proceso de Independencia
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Lavallé
explicó que la historiografía latinoamericana ha arrastrado
un problema de metodología, pues hay muchos países
en que se hace historiografía que sí es bastante relevante
y, en muchos casos, a nivel internacional, pero el problema mayor
que a su juicio representa es que en cada país se estudia
al país propio: los chilenos a Chile, los mexicanos a México,
los ecuatorianos a Ecuador, etcétera.
“Hemos llegado a una especie de historia cantonalizada, esto
es, que cada uno no sale de lo suyo, desconoce y ni se preocupa
de lo que pasa en países vecinos, inclusive en el caso de
los países que tienen muchos parecidos como México
y Guatemala, o Perú, Bolivia y Ecuador”, expresó.
El especialista en la historia social e intelectual de los países
andinos manifestó que uno de los defectos en los estudios
sobre criollismo ha sido que durante mucho tiempo se ha abordado
a partir del proceso de Independencia.
“Hay una continuidad evidente entre el desarrollo del criollismo
y los procesos de la Independencia, pero los historiadores no deben
partir de estos resultados sino estudiar los procesos en su dinámica
propia. Partir de la independencia es como suponer que no había
más que esto en aquel entonces, pero la historia nos demuestra
que no fue así”, explicó.
Los estudios sobre Los Andes que Bernard Lavallé ha llevado
a cabo parten de los inicios. Este método, mucho más
sugerente, permite ver las diferencias que hubo en las diferentes
zonas del imperio andino, y permite ver de manera puntal el papel
indiscutible que tuvieron los criollos en el proceso de Independencia.
“A partir de la segunda mitad del siglo XVII lo que pasaba
en México no se parecía a lo que pasaba en Perú,
en Chile, Bolivia, etcétera, porque si bien el marco político,
el clero, la religión, la lengua y la cultura eran parecidos,
las condiciones propias, el sustrato indígena, la naturaleza
de las actividades hacían que poco a poco se fuera diferenciando
toda una serie de elementos y esto explica por qué se fraccionaron
los virreinatos en el momento de Independencia”, puntualizó. |