Año 7 • No. 272 • Junio 25 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Su diversidad fortalece,
no debilita al catolicismo
Juan Carlos Plata

No hay un catolicismo homogéneo: en América Latina tiene varias características únicas; los europeos lo ejercen de una manera diferente: Manuel Uribe

Los movimientos religiosos de la actualidad hacen más énfasis en cuestiones culturales y sostienen posturas que tienen que ver más con preocupaciones inmediatas, dijo Manuel Uribe

La diversidad de formas de ejercer la religión católica en todo el mundo, e incluso el que sus feligreses la combinen con nuevas formas de espiritualidades, es una fortaleza y no una debilidad del catolicismo, ya que forma parte de la dinámica de la religión desde sus inicios, aseguró el investigador Manuel Uribe.

Durante su participación en el seminario Mercado, religión y consumo: una mirada crítica desde la Antropología, organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), Uribe explicó que “la fortaleza del catolicismo radica en su diversidad, es parte de su dinámica, no hay un catolicismo homogéneo: en América Latina tiene varias características únicas; los europeos lo ejercen de una manera diferente”.

El investigador afirmó que en la actualidad el tema es recurrente porque apenas hasta ahora la antropología y la sociología lo están retomando, ya que por muchos años las ciencias sociales lo ignoraron por completo.
“Es una dinámica propia del catolicismo, y se puede ver desde sus inicios, el surgimiento de heterodoxias, lo que le da muchas variedades de catolicismo. Lo que se ha denominado religiosidad popular tiene que ver con las múltiples manifestaciones de catolicismo, que en el caso de América Latina son muy amplias”, sostuvo.

Uribe explicó que el panorama en el que hoy está inmersa la religión católica es mucho más compleja que antes pues ha perdido presencia, los grupos sociales buscan alternativas más allá de las instituciones religiosas, lo cual no quiere decir que rompan totalmente con el catolicismo, ya que pueden ser partícipes de algún movimiento, como el new age, el i ching, o el feng shui, y mantener contacto con la Iglesia católica.

“Los feligreses tiene otras opciones, es cierto que la Iglesia está tratando de recuperar terreno (la gran atención que Juan Pablo Segundo tuvo hacia América Latina fue justamente para eso), y por otro lado, la Iglesia tiene una doble paradoja: sigue teniendo posiciones muy conservadoras y se está abriendo a nuevos movimientos o nuevas formas de expresión del catolicismo”, aseguró.

Manuel Uribe aseguró que es una realidad que la Iglesia católica tiene que renovarse, y la forma de hacerlo es recurriendo a las nuevas expresiones de sus feligreses; por ejemplo, en Bolivia el catolicismo está tomando mucha fuerza en la forma de una religión incluyente e indígena que el presidente Evo Morales está impulsando.

“En las décadas de los 70 y 80, la teología de la liberación tuvo un impacto relevante en varias partes del mundo, con su énfasis en cuestiones políticas, ahora estos movimientos religiosos hacen más énfasis en cuestiones culturales, en cuestiones que tienen que ver más con preocupaciones inmediatas. Esto debido, por un lado, al fin de las grandes ideologías y, por otro, a los nuevos movimientos religiosos y espirituales como el new age, que tratan de dar una respuesta en el aquí y ahora a las angustias del individuo ante esta realidad social de procesos modernizadores en los cuales los grupos sociales se ven enfrentados y que no tienen respuestas inmediatas”, aseguró.