Año 7 • No. 274 • julio 9 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Falta ética y capacidad administrativa
Reina inexperiencia en direcciones de hospitales

Edith Escalón

Inexperiencia administrativa, falta de ética y de capacidades directivas, son los rasgos que definen a quienes dirigen centros médicos, hospitales y clínicas e instituciones públicas de salud, aseguró Guillermo Fajardo Ortiz, especialista en administración de hospitales y ex asesor de la Organización Mundial de Salud (OMS).

“¿Cómo es posible que en 2007 dirijan la administración de centros médicos personas inexpertas en la materia?, ¿es ético aceptar un puesto administrativo sin tener preparación?”, se cuestionó el investigador al exponer la conferencia “Relámpagos éticos en la administración médica”, realizada en el Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV).

Aunque matizó al señalar que no en todos los casos sucede lo mismo, sí reconoció que: “En México, en los últimos años los directores de comunidades médicas han sido nombrados sin que tengan preparación administrativa”, de ahí la importancia de hablar de ética del directivo.

Dijo que en estos cargos no es suficiente con que se elija a un médico que sea extraordinario en su materia, “Un director de hospital no debe ocuparse de aspectos médicos ni quirúrgicos, debe tomar decisiones, nombrar personal, definir presupuestos, adquirir medicamentos, por eso necesita tener preparación médico-administrativa, conocer de organización de hospitales, de planeación, de evaluación, de equipo y mobiliario médico”.

Cuando esto no sucede, alertó, quienes padecen las consecuencias son los pacientes, y habló por ejemplo del desabasto de medicamentos que provocan desiciones inadecuadas en la negociación con laboratorios, o atención deficiente, inoportuna o tardía debido a la elección inadecuada de personal.
“El director debe saber qué tipo de medicamentos se necesitan, en qué cantidad y para qué paciente, tiene que ser especialista en todo tipo de recursos, conocer qué presupuesto tiene, saber si es suficiente y cómo repartirlo: en enfermería, en trabajo social, en medicamentos.”

Al preguntarle si no existe en la legislación correspondiente una serie de requisitos para nombrar directivos médicos, el especialista en administración de hospitales dijo: “No se trata de leyes, sino de ética personal, de reconocer que si no soy apto para un puesto de esta naturaleza, lo conducente es no aceptar el cargo. Lamentablemente, falta ética en los directores de hospitales”.

Por último, exhortó a los investigadores del Instituto de Salud Pública a que consideren la ética como un elemento de estudio y de desarrollo profesional.
Guillermo Fajardo es médico cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en Administración de Hospitales y ha trabajado en esta área en México, Estados Unidos, Argentina y Chile. En 2004 fue ganador del premio Cátedra Latinoamericana de Medicina Social “Salvador Allende Gossel”, de la UNAM.Inexperiencia administrativa, falta de ética y de capacidades directivas, son los rasgos que definen a quienes dirigen centros médicos, hospitales y clínicas e instituciones públicas de salud, aseguró Guillermo Fajardo Ortiz, especialista en administración de hospitales y ex asesor de la Organización Mundial de Salud (OMS).

“¿Cómo es posible que en 2007 dirijan la administración de centros médicos personas inexpertas en la materia?, ¿es ético aceptar un puesto administrativo sin tener preparación?”, se cuestionó el investigador al exponer la conferencia “Relámpagos éticos en la administración médica”, realizada en el Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV).

Aunque matizó al señalar que no en todos los casos sucede lo mismo, sí reconoció que: “En México, en los últimos años los directores de comunidades médicas han sido nombrados sin que tengan preparación administrativa”, de ahí la importancia de hablar de ética del directivo.

Dijo que en estos cargos no es suficiente con que se elija a un médico que sea extraordinario en su materia, “Un director de hospital no debe ocuparse de aspectos médicos ni quirúrgicos, debe tomar decisiones, nombrar personal, definir presupuestos, adquirir medicamentos, por eso necesita tener preparación médico-administrativa, conocer de organización de hospitales, de planeación, de evaluación, de equipo y mobiliario médico”.

Cuando esto no sucede, alertó, quienes padecen las consecuencias son los pacientes, y habló por ejemplo del desabasto de medicamentos que provocan desiciones inadecuadas en la negociación con laboratorios, o atención deficiente, inoportuna o tardía debido a la elección inadecuada de personal.

“El director debe saber qué tipo de medicamentos se necesitan, en qué cantidad y para qué paciente, tiene que ser especialista en todo tipo de recursos, conocer qué presupuesto tiene, saber si es suficiente y cómo repartirlo: en enfermería, en trabajo social, en medicamentos.”

Al preguntarle si no existe en la legislación correspondiente una serie de requisitos para nombrar directivos médicos, el especialista en administración de hospitales dijo: “No se trata de leyes, sino de ética personal, de reconocer que si no soy apto para un puesto de esta naturaleza, lo conducente es no aceptar el cargo. Lamentablemente, falta ética en los directores de hospitales”.

Por último, exhortó a los investigadores del Instituto de Salud Pública a que consideren la ética como un elemento de estudio y de desarrollo profesional.
Guillermo Fajardo es médico cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en Administración de Hospitales y ha trabajado en esta área en México, Estados Unidos, Argentina y Chile. En 2004 fue ganador del premio Cátedra Latinoamericana de Medicina Social “Salvador Allende Gossel”, de la UNAM.