Año 7 • No. 274 • julio 9 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Contaminación y deforestación afectan al río La Antigua

Edith Escalón

Además de otros municipios, abastece la mitad del agua para Xalapa: Lozano

David Lozano, especialista en hidrología e investigador de la UV
La mitad del agua que abastece a la ciudad de Xalapa proviene de la cuenca del río La Antigua, un cuerpo de agua que está cada vez más contaminado y cuya afluente está en riesgo por las constantes deforestaciones en la zona alta donde nace, aseguró David Lozano, especialista en hidrología e investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (UV).

Aunque reconoció que la cuenca tiene cada vez menos agua, dijo que debido a las recargas pluviales de la temporada el abasto no representa un problema grave en este momento, pero advirtió que “será peligroso si no planteamos acciones hoy para asegurar la disponibilidad de agua en el futuro”.
De acuerdo con el investigador, la contaminación es uno de los factores que más afectan esta afluente, pues de los más de 20 municipios que descargan en el río sus aguas negras residuales, incluyendo a Xalapa, sólo uno (Jalcomulco) cuenta con una planta de tratamiento.

Explicó que los municipios pequeños –entre los que se encuentran Ixhuatlán de los Reyes, La Antigua, Puente Nacional, y Quimixtlan y Chicholtla en la parte alta– no tienen los recursos para tratar sus aguas, pues representa grandes inversiones para construcción y operación.

El investigador enfatizó que el manejo adecuado de las cuencas debe plantearse bajo una visión de futuro: “Hay que recordar que al mismo tiempo que la disposición de agua disminuye, las ciudades crecen, y con ellas, la demanda del líquido vital.
Tenemos que considerar este proceso en los planes de manejo que se propongan”.
Explicó que en la UV se han realizado desde hace años diferentes estudios técnicos y científicos para determinar el estado actual de la cuenca y proponer acciones a corto, mediano y largo plazos para su protección.

El más reciente es el proyecto Observatorio del Agua, en el que investigadores del Centro de Ciencias de la Tierra evaluarán, a partir de datos de estaciones climatológicas, cartas topográficas e información geográfica de usos de suelo y la disponibilidad del agua del río La Antigua, entre otros aspectos.