Año 7 • No. 275 • julio 16 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  Lo llevará a otras universidades
Retoma ANUIES modelo de Servicio Social de la UV

Carolina Cruz
Veracruz, Ver.- El trabajo que la Universidad Veracruzana (UV) ha realizado  para impulsar el desarrollo económico en las regiones de extrema pobreza y en poblaciones inminentemente indígenas a través del servicio social, las Casas de la Universidad y las Brigadas Universitarias, le ha valido obtener siete veces el Premio Nacional a la Excelencia al Servicio Social Comunitario, que otorga la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por labores de vinculación con comunidades marginadas.

Por tal motivo, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) ha seleccionado al programa de Servicio Social de la UV como prototipo que sirva de base a otras instituciones de educación superior para elaborar sus propios reglamentos de Servicio Social. Para tal efecto, y con la necesidad de adaptar el modelo a las condiciones y necesidades específicas de cada región, la ANUIES realiza talleres por todo el país en pos de convenir lineamientos generales que permitan una relativa homogenización en programas de servicio social.

ANUIES recomienda retomar casos exitosos, como el de la UV
Acaso el principal problema para homologar el ejercicio del servicio social en el ámbito nacional tiene que ver con la heterogeneidad de las universidades. Por tal razón, ANUIES  recomienda que cada institución elabore su propio reglamento partiendo de casos exitosos de universidades como la Veracruzana.

En opinión de Yolanda Legorreta Carranza, instructora de la ANUIES y ex asesora del Subsecretario de Educación Superior de la SEP, “el problema reside en que existe una apremiante necesidad de crear sinergias interinstitucionales para buscar y elaborar una regulación jurídica acorde con los desafíos actuales, que armonice los principios reglamentarios de las IES y la soberanía legislativa de los estados”.

El Grupo Técnico de Servicio Social que conformó la ANUIES para revisar, analizar y emitir propuestas sobre el marco jurídico respectivo, está conformado básicamente por un representante de cada región de la Asociación: Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Universidad de Guanajuato, Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Instituto Politécnico Nacional (IPN), Universidad Veracruzana (UV), la presidencia de la Comisión Interuniversitaria de Servicio Social, la Secretaría de Desarrollo Social, el Senado de la República y la Secretaría General Ejecutiva de la ANUIES.

Regularizar reglamentos de servicio social en todo el país es un tanto complejo si se consideran las abundantes especificaciones que existen, tanto de tipo legal como normativo y tanto de instancias federales como de estatales. Lo es más si se considera que la principal disposición legal en la materia se encuentra contemplada de una manera vaga en el Artículo V constitucional, el cual más bien hace referencia a prestaciones de profesionales, sin dejar en claro la especificidad del servicio social de los estudiantes. Por estas razones, la ANUIES consideró necesario diseñar una estrategia para armonizar, en lo posible, el servicio social que prestan las universidades a través de los estudiantes.
 
Tras criterios nacionales en materia de servicio social
De acuerdo con Legorreta Carranza es imposible crear un solo reglamento para todas las instituciones de educación superior del país: “Actualmente existen unas mil 900 instituciones de educación superior de distinta naturaleza jurídica, incluyendo privadas y públicas; entre estas últimas hay autónomas, no autónomas, estatales, interculturales, politécnicas y tecnológicas, cada una con diferencias académicas y necesidades regionales distintas”, precisó
En el marco de un taller efectuado en la USBI de este campus, Legorreta dijo que el Grupo Técnico de Servicio Social de la ANUIES trabajó durante nueve meses en la elaboración de un diagnóstico del servicio social y de las posibilidades o alternativas que existían para regularlo en las instituciones.

“Se determinó que el marco jurídico del servicio social es muy amplio, a partir de la Constitución, existen varias disposiciones constitucionales que se relacionan con otras leyes que están involucradas también, como la Ley General de Educación, la Ley General de Salud y con algunas propias de las entidades, como la Ley de Profesiones”. Por lo cual, precisó, no es posible emitir un reglamento único porque se crearía un problema de invasión de competencias con los Congresos de los estados.

Como cada institución tiene su propio reglamento, la ANUIES  consideró la necesidad de respetar sus individualidades, estudiando la situación con el apoyo de las 10 universidades escogidas, para emitir un diagnóstico de las condiciones del servicio social en México.

Así, dijo, “el propósito del taller fue dar a conocer el diagnóstico, que se sepa por qué no es factible hacer una ley o reglamento único, y dotar a las universidades de elementos y reglas prácticas necesarias, fundadas en la técnica legislativa, para que puedan elaborar su reglamento de servicio social con sus propias especificidades, pero bajo criterios generales compartidos por todas”.

La idea, expuso, es definir  elementos o reglas comunes que cada institución adapte a su realidad local, de tal manera que se asegure que el servicio social sea consistente y pertinente, pero que fundamentalmente contenga todas las disposiciones relacionadas  con la parte conceptual del servicio social.
Estudiantes pueden ayudar a mejorar condiciones de vida
Legorreta también se refirió al papel de los estudiantes. En este sentido, explicó que el alumno considera al servicio social como una carga y un requisito ineludible para obtener su título, porque no se le ha inducido a que valore cuál es la verdadera relevancia de su participación:
“Generalmente el alumno ha estado arropado por sus padres y luego por las instituciones y no tiene la conciencia del apoyo directo que puede prestar a las comunidades que efectivamente requieren de su ayuda. Las instituciones deben trabajar más en incidir en su percepción de que él puede mejorar las condiciones de vida de muchas comunidades”.

Sobre el modelo de servicio social de la UV, la asesora de la ANUIES  indicó que la UV debe hacer una mayor difusión de lo que se está logrando a través de su servicio social, porque mucho de los logros en las  comunidades no se conoce por otras instituciones: “Deben difundirlo en su sitio web, en los medios de comunicación, para que los estudiantes se enteren de lo que están haciendo sus compañeros”. Además, sugirió un intercambio de experiencias entre los brigadistas y los próximos alumnos a realizar su servicio social. 

Propuso que los exbrigadistas narren sus experiencias en el ámbito y logren motivar a los estudiantes próximos a efectuar esta prestación,  inducirlos y despertar su interés en un servicio social ejemplar, que asiste a poblaciones que en verdad demandan el apoyo y las asesorías que les presta la UV.