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UV
promueve conservación y desarrollo en Los Tuxtlas
Edith
Carrera* |
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Los
Tuxtlas, una de las 34 reservas de la biosfera mexicanas integradas
a la Red Mundial |
La
región de Los Tuxtlas, en la parte centro-sur de Veracruz,
ha sido considerada como zona importante para la investigación
y conservación por sus características de alta complejidad
ecológica, geológica y de actividad humana.
La Reserva de la Biosfera, decretada en 1998, se caracteriza tanto
por la notable diversidad de especies vegetales y animales como
por los importantes servicios ambientales que presta, tales como
captación y abastecimiento de agua, regulación del
clima, captura de carbono y gran valor paisajístico. Sin
embargo, es también una zona fuertemente amenazada por el
crecimiento demográfico, la ganaderización, la extracción
ilegal de especies, la deforestación, entre otras.
La región posee, en una superficie relativamente reducida,
una variada gama de condiciones climáticas y de suelos que
favorecen la diversificación de hábitats y paisajes
y, por lo tanto, de su flora y fauna. De este modo, encontramos
diferentes tipos de bosques de mediana altitud y bosques de niebla.
La estructura topográfica, hidrográfica y biológica
de la región ha conformado tres espacios microrregionales,
que son el Volcán de San Martín Tuxtla, la Sierra
de Santa Marta y el Lago de Catemaco (coincidentes con las tres
zonas núcleo de la Reserva), cada uno con sus propias dinámicas
étnicas, sociales, económicas y políticas,
y con distintos procesos de aprovechamiento y utilización
de los recursos naturales.
La Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas es depositaria de una enorme
biodiversidad, comparable con pocas áreas de México;
en ella se pueden identificar hasta 15 tipos de vegetación
y uno de los últimos reductos de selvas húmedas en
el país. Entre todas las especies de la región, encontramos
endemismos, especies de importancia ecológica, económica
y tradicional.
Se menciona que al menos 730 especies recolectadas en el medio natural
tienen algún uso, en donde destacan más de 300 con
usos medicinales y cerca de 200 para usos alimenticios. En cuanto
a plantas cultivadas, diversas fuentes reportan la existencia de
18 variedades de maíz y cerca de 30 de frijol.
La región es importante también desde el punto de
vista socioeconómico y cultural. Históricamente el
valor cultural de la región se basa en la presencia de antiguos
asentamientos pertenecientes a la cultura Olmeca y la permanencia
a través del tiempo de poblaciones indígenas (Nahuas
y Zoque-Popolucas).
Posteriormente hubo procesos de mestizaje en los descendientes del
sustrato indígena regional y de la población europea
y africana asentada en la región en la época colonial,
o de emigrantes de otras regiones del país, que han dado
origen a un mosaico sociocultural que ubican a la región
como zona de importancia arqueológica, histórica y
cultural única, en donde se conjugan culturas, tradiciones
y costumbres indígenas y criollas para el manejo y aprovechamiento
de los
recursos naturales. |
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Importancia de la Reserva
Las reservas de la biosfera son zonas de ecosistemas terrestres o
costeros, o una combinación de ambos, que han sido designadas
para promover y demostrar una relación armónica entre
las poblaciones humanas y la naturaleza. El concepto “reserva
de biosfera” implica la conservación del medio ambiente,
la investigación científica y el desarrollo sostenible.
La ordenación de las reservas de biosfera se encamina a demostrar
que la conservación medioambiental puede servir para aumentar
el desarrollo sostenible basado en los resultados de la investigación
científica y en la participación de la población
local (UNESCO-MAB, 1996).
Esto se lleva a cabo mediante un sistema específico de utilización
de la tierra que toma en consideración las características
topográficas, biológicas, económicas y socioculturales
de cada lugar. Tienen tres funciones diferentes, pero interrelacionadas:
Conservación: Protegen los recursos genéticos, especies
vegetales y animales, ecosistemas y paisajes autóctonos valiosos
para la conservación de la diversidad biológica mundial.
Desarrollo: Tratan de aunar los intereses de la conservación
con la utilización sostenible de los recursos mediante una
cooperación estrecha con las comunidades locales, aprovechando
los conocimientos tradicionales, los productos indígenas y
los sistemas adecuados de ordenación de la tierra.
Creación de redes: Están vinculadas a través
de una red mundial; proporcionan servicios de investigación,
seguimiento, enseñanza y capacitación a escala local,
así como para llevar a la práctica programas comparativos
de investigación y seguimiento a nivel internacional o regional.
Si bien es cierto que la importancia relativa de esas tres funciones
básicas no es la misma en todos los casos, la combinación
de las mismas es el rasgo distintivo de las reservas de biosfera.
La articulación de esas funciones se realiza en la práctica
a través de un modelo de zonificación, que incluye una
zona núcleo (o varias) estrictamente protegida con arreglo
a objetivos de conservación predeterminados. Esa zona núcleo
está rodeada por una o varias zonas de amortiguación
delimitadas, en las que sólo se pueden llevar a cabo actividades
que sean compatibles con los objetivos de conservación.
Por último, una zona de transición menos estricta rodea
a las zonas núcleo y de amortiguación y en ella tiene
lugar la cooperación con la población local y se desarrollan
actividades de ordenación sostenible de los recursos.
Los
Tuxtlas en la UNESCO
El Programa del Hombre y la Biosfera (MAB, por sus siglas en inglés)
de la UNESCO, elaboró en 1974 el concepto de reserva de la
biosfera. En 1976 se conformó la Red Mundial de Reservas
de la Biosfera que, 30 años después, comprende un
total de 482 sitios en 102 países.
En la región de América Latina y El Caribe con 18
países se tienen 75 reservas incorporadas a la Red. Nuestro
país cuenta hoy con un total de 34 áreas protegidas,
ocupando el cuarto lugar con sitios inscritos a la Red, sólo
después de Estados Unidos, la federación rusa y España.
En octubre de 2007, la Reserva de la Biosfera fue aceptada para
formar parte de esta red internacional, hecho que representa un
reconocimiento a las tareas de conservación que se realizan
en dicha área.
Las reservas, propuestas por los gobiernos nacionales que son admitidas
en la Red, cumplen con varios criterios, entre los que se encuentran
la protección de los recursos genéticos, los ecosistemas
y los paisajes, el desarrollo económico y humano sostenible
y el apoyo logístico a las acciones de investigación
y educación relacionadas con las actividades de interés
local, nacional y mundial.
Diversas actividades, que van desde protección, monitoreo,
investigación, recreación, educación ambiental
y ecoturismo, hasta actividades agrícolas y asentamientos
humanos, pueden coexistir en las reservas de la biosfera gracias
a la definición de zonas núcleo, de amortiguamiento
y de transición.
De este modo, se busca reducir la pérdida de biodiversidad,
mejorar la calidad de vida y elevar las condiciones sociales, económicas
y culturales, necesarias para un medio ambiente sostenible.
UV,
promotora de Los Tuxtlas
Cumplir con los objetivos de una reserva de la biosfera no es una
tarea sencilla, se requiere de una amplia participación de
la población, que incluya la resignificación de su
territorio a partir del conocimiento del valor ambiental y cultural
de su región, y, de la adopción del paradigma de la
sustentabilidad.Ç
Es por esto que la Universidad Veracruzana se encuentra difundiendo
el Programa de Conservación y Manejo de la Reserva a las
comunidades que integran los ocho municipios dentro del área
(Ángel R. Cabada, San Andrés Tuxtla, Santiago Tuxtla,
Catemaco, Soteapan, Mecayapan, Pajapan y Tatahuicapan de Juárez),
las asociaciones de productores, autoridades gubernamentales, instituciones
educativas y demás actores involucrados.
Dicho documento representa el instrumento de planeación del
área protegida y contiene las actividades y acciones que
permitirán cumplir con los objetivos de la Reserva.
El conocimiento y apropiación de dicho documento por parte
de la población permitirá hacer operativas las diferentes
propuestas de manejo en la Reserva, conciliando la conservación
de los recursos naturales con el aprovechamiento sustentable de
los mismos.
La socialización del documento hará posible poner
en marcha diferentes mecanismos de participación de los individuos
y comunidades asentadas en la misma, así como de todas aquellas
personas, grupos y organizaciones sociales interesados en su protección.
* Coordinadora del TSU en Manejo de Vida
Silvestre, de la UV, que opera en Catemaco, Veracruz.
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