Año 7 • No. 285 • Octubre 15 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Nueve artistas, siete galerías, tres ciudades
Se inauguró con éxito el
Circuito México 2007
Gina Sotelo
Dentro del 23° Festival Internacional de Poesía de Québec, Canadá, que se efectúa en las ciudades de Trois Rivieres, Victoria Ville y St. Jean Richelieu, en los meses de septiembre y octubre, se lleva acabo el Circuito México 2007, importante evento que comprende nueve exposiciones de artistas mexicanos, siete de ellos radicados en Xalapa.

Circuito México 2007 inició con éxito con la inauguración de las exposiciones de Manuel Velázquez, Abel Zavala, Roberto Rodríguez y Omar Gasca, posteriormente se presentó la exposición de Alfredo Ayala en la galería Le Grave el 28 de septiembre y se concluye con las exposiciones de cerámica de Mariana Velazquez, en el Musee du Aut- Richelieu, el día 5 de octubre, y de fotografía digital manipulada de Mariana del Campo, en la galería Action Art Actuel, el día 12 de octubre.
Circuito México 2007 es posible gracias a un proyecto de intercambio impulsado por los creadores Manuel Velázquez y Roberto Rodríguez de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV) y artistas canadienses de la Universidad de Trois-Rivieres.
El 23° Festival Internacional de Poesía de Québec es un evento que reúne a más de 150 poetas originarios de 30 países, que transforma esta región de Canadá en la principal vitrina de la poesía en el mundo. En esta ocasión el festival está dedicado a México, por lo que se presentan las obras de reconocidos artistas plásticos veracruzanos.

El evento reúne diferentes disciplinas artísticas y a creadores de diferentes generaciones, los cuales tienen en común su compromiso con la creación y su disciplina para el trabajo. Este ensamble de exposiciones de autores veracruzanos da cuenta del potencial creativo de los artistas radicados en Veracruz, por lo que ya se trabaja para una nueva edición de Circuito México.
Para muestra, una imagen
Una de las participantes en Circuito México 2007 es la joven fotógrafa Mariana del Campo, egresada de la Facultad de Artes de la UV, quien presentará su serie Sin ecos que consiste de 12 imágenes en gran formato, cada una de las cuales es el resultado de acoplar fotografías, a veces dos y a veces diez o más, a modo de capas transparentes.

Las fotografías se pueden considerar como el producto de una apropiación, así sea una autoapropiación, porque aunque fueron tomadas por la misma autora su propósito original era otro. Al ser consideradas éstas para el proyecto Sin ecos, sirvieron de estímulo para la realización de otras.

Las primeras muestran siempre a un sujeto, un sujeto femenino, solo, y las segundas constituyen entornos que provienen de paredes gastadas, con grafismos u otra clase de elementos que matizan por transparencias y fragmentos a las imágenes primeras. No hay, estrictamente hablando, manipulación, sino sólo acoplamiento y recortes que sirven para enfatizar algunos elementos.

Se trata de un juego de planos que suplementaria y complementariamente, de modo alternativo, revelan y ocultan otra vez parcialmente al personaje, el cual también es objeto, más o menos directa o indirectamente, de los otros matices sígnicos o lingüísticos que proceden de los grafismos, letreros y escritos
de las paredes.

Sin ecos es una serie narrativa, autobiográfica, un autorretrato vivencial y parcial que refleja un momento anímico personal que se inscribe en la pérdida, el desamor, y en el que cada obra representa un hito de las sensaciones o estados personales, un especie de momento-símbolo donde lo que finalmente se ofrece a la mirada del espectador es una sugerencia, una evocación de lo vivido y lo sentido.

Para lograr este fin, el entorno, las texturas descarapeladas de los muros, contribuyeron a acentuar la naturaleza dramática del sentimiento, el cual se expresa en la propia singularidad y soledad del personaje, que en esa condición pretende hablar de la falta de eco, de la falta de respuesta, de cómo la expectativa de una reacción no siempre sigue a la acción. Sin ecos no es el silencio, sino la memoria viva de lo no dicho.