Ante un numeroso grupo de estudiantes y personas relacionadas con el deporte, Landa Ortiz destacó que la formación del individuo en el cuidado de su salud para lograr y mantener el bienestar físico y mental, trasciende a lo social.
“La alimentación desequilibrada y la falta de actividad física contribuyen a la aparición de trastornos como el síndrome metabólico, el cual es común en gran cantidad de personas con obesidad, diabetes mellitus e hipertensión arterial. Este padecimiento genera altos costos en atención por consultas, medicamentos e incapacidades que afectan la productividad.”

Destacó que entre 60 y 85 por ciento de los adultos de todo el mundo no realizan suficiente actividad física, por lo que más de dos millones de muertes anuales se atribuyen a la inactividad física. Datos preliminares de la Organización Mundial de la Salud indican que la inactividad física o el sedentarismo se encuentran entre los diez primeros factores de riesgo relacionados con enfermedades y defunción.
“Los niños tienen mayor actividad física que los adultos, pero en la adolescencia se reduce notoriamente”, indicó. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud realizada en nuestro país, la obesidad y el sobrepeso son los principales problemas de salud en los adolescentes.

En el grupo de 15 años de edad, 11 por ciento de los hombres y 12.8 de las mujeres padecen obesidad, y aumenta a 17.4 por ciento a los 19 años en ambos sexos.

El especialista asentó que está demostrado que la actividad física está relacionada con disminución de la ansiedad y depresión, aumento de la autoestima, mejoría académica, disminución del uso del alcohol, tabaco y marihuana, y la percepción de una vida más satisfactoria. “La actividad física es decisiva en estos comportamientos, que son determinantes para la calidad de vida”.

Recomendaciones
Tras indicar que la actividad física regular se define como el ejercicio dinámico que hace intervenir a grandes grupos musculares durante al menos 20 minutos –tres veces por semana– con intensidad de 60 por ciento del consumo máximo de oxígeno, el doctor Víctor Landa mencionó que ésta es una de las formas más sencillas de mejorar la salud y mantenerse sano, “pues tiene la facultad de prevenir y controlar ciertas enfermedades, como padecimientos cardiovasculares, diabetes, obesidad y osteoporosis.

Agregó que la actividad física aumenta la energía y ayuda a reducir el estrés, las concentraciones altas de colesterol y la tensión arterial. También, disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, especialmente el de colon.

“La actividad física a través de los juegos, el deporte y otros ejercicios organizados, se considera un factor de protección. Ofrece a los jóvenes la posibilidad de expresarse, de adquirir confianza en sí mismos y, de tener sentimientos de éxito. También, favorece las relaciones y la integración social por medio del deporte en equipo que, si se orienta adecuadamente a través de la competencia, genera vínculos sociales”, finalizó.