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Gracias
al esfuerzo de investigadores de la UV
Se eleva número de tortugas que anidan en playas veracruzanas
Alma
Espinosa |
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Niños
veracruzanos, principales conservadores de las tortugas marinas
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Al
concienciar a los niños veracruzanos del gran impacto ecológico
que significa la extinción de las tortugas marinas, el Instituto
de Investigaciones Biológicas (IIB) y el Instituto de Neuroetología
(IN) de la Universidad Veracruzana (UV) realizan una importante labor,
ya que hasta el momento se ha registrado una elevación en el
número de hembras anidadoras en nuestras playas, lo que se
traduce en un incremento de crías.
De acuerdo con Leonel Zavaleta Lizárraga, investigador del
IN, la comunidad universitaria ha trabajado desde hace varios años
en la protección, conservación y recuperación
de las poblaciones de hembras de tortugas marinas, lo cual ha registrado
buenos resultados que se suman a los logros de otras instituciones
que trabajan con el mismo objetivo.
Un éxito que se apunta la UV es que se han desarrollado líneas
de investigación para conocer diferentes factores de la vida
de los quelonios como las razones por las que llegan a playas veracruzanas,
qué características tienen éstas y qué
condiciones físicas tienen los sitios en los que las tortugas
marinas anidan; además, se han registrado las condiciones de
los nidos como temperatura y humedad.
Aunque la UV todavía no cuenta con los mecanismos idóneos
para contabilizar los años de vida, cuántas y cuáles
tortugas regresan a nuestras playas, Leonel Zavaleta dijo que el marcaje
satelital se podrá hacer a corto plazo, cuando regresen a anidar
las tortugas que se liberaron en años pasados pues deben pasar
por lo menos 12 ó 13 años; sin embargo, aclaró,
se están probando algunas técnicas que ya se han utilizado
en otras instituciones para tener un registro y control de las crías.
El investigador, junto con su colega Blanca Cortina del IIB trabajan
desde hace varios años en la impartición de talleres
para niños y desde hace tres años lo hacen en las instalaciones
de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), aunque la
población a la que se dirigen principalmente es estudiantes
de primarias y jardines de niños de localidades cercanas a
las playas
de desove.
Explicó que los niños son excelentes receptores, se
emocionan y están sensibilizados a este tipo de actividades,
al tiempo que ayudan a estimular a sus papás para que compartan
la experiencia con ellos. “No es lo mismo hacer este tipo de
actividades en una ciudad donde venimos a platicar, que hacer un taller
in situ donde están en contacto con las tortugas y pueden liberarlas.
Esto nos ha demostrado que mientras más apoyemos los talleres
de educación ambiental y se involucre más a la población,
se tendrán mejores resultados en la conservación de
los organismos”, expresó.
Blanca Cortina aseguró que sí han notado mayor interés
de los niños y sus profesores por conservar las tortugas marinas
e invitó a que las familias y grupos escolares acudan a las
liberaciones que se hacen semanalmente en los campamentos instalados
en las playas de Santander, Lechuguillas (a un lado de Emilio Carranza)
y en el Centro Veracruzano de Investigación y Conservación
de la Tortuga Marina, ubicado en El Raudal (cinco kilómetros
antes
de Nautla). |
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