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Ante
la falta de políticas públicas suficientes
Debe UV crear un cambio
cultural para prevenir el VIH
Alma Espinosa |
Sólo
diez por ciento de la población infectada sabe que tiene el
virus |
Carmen
Soler Claudín, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), aseguró que las instituciones educativas
como la Universidad Veracruzana (UV) tienen la responsabilidad de
impulsar un cambio cultural para detener la transmisión del
VIH, ante la ausencia de políticas públicas suficientes
y adecuadas para evitar que los índices de mortandad por esta
enfermedad sigan incrementando. |
En
entrevista a propósito de su visita para impartir un curso
solicitado por el Centro de Atención Integral para la Salud
del Estudiante Universitario (Cenati), la investigadora destacó
que el cambio cultural es lo más importante en materia de prevención.
“Se deben crear nuevos ciudadanos con conceptos diferentes y
que a su vez eduquen a sus hijos de una forma distinta a la actual.
La cuestión del cambio de cultura se refleja en varias generaciones
y tenemos el ejemplo de cómo se ha logrado impactar en equidad
de género, aunque todavía falta mucho por recorrer.
”Necesitamos cambiar los patrones culturales con el fin de que
toda la sociedad ofrezca un ambiente propicio para que los jóvenes
se protejan, pues ellos se están peleando contra la sociedad
que les impide protegerse“, expresó. La UV –intervino
Alma Cruz, directora del Cenati– contribuye con acciones concretas
y con buenos resultados como las condoneras y el programa de prevención
de VIH/Sida. |
Carmen
Soler Claudín, investigadora de la UNAM, ofreció un
curso a integrantes del Cenati |
Respecto de las políticas públicas, Soler Claudín,
adscrita al Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM,
lamentó que haya muy pocas enfocadas a la salud y menos para
el VIH, pues sólo existen para el acceso a antivirales, pero
no para el diagnóstico voluntario, confidencial y gratuito,
y otros aspectos que debería involucrar una política
pública integral. De lo contrario, los esfuerzos aislados de
asociaciones civiles no impactan.
A pesar de que el acceso a antivirales, abundó, es universal
sólo diez por ciento de la población infectada sabe
que tiene el virus y es la que lo solicita, pero ¿qué
pasa con el 90 por ciento restante? Por eso es necesario que existan
políticas públicas de diagnóstico.
Por ejemplo, con la prevención materna-infantil se reduciría
a menos de uno por ciento la transmisión del virus a los recién
nacidos. Cuando se hace esta crítica al gobierno responde que
si la mujer embarazada pide medicamento se le da, pero regresamos
a la misma pregunta ¿cómo sabrá que está
infectada?
“Si no haces una política pública que impacte
todos los componentes de ese aspecto nunca pasará nada. Necesitas
tener acceso a diagnóstico temprano, medicamentos, a una atención
adecuada y temprana por el parto, de preferencia por cesárea,
educar a las personas para que no den lactancia materna y darles la
leche artificial. Todo esto completa una política pública
que resultaría en la detención de la transmisión
del VIH”, comentó la ex coordinadora del Programa de
prevención y control del VIH/SIDA de la Secretaría de
Salud del Gobierno del Distrito Federal.
La falta de políticas públicas deviene en cómo
el gobierno considera a la sociedad y qué beneficios quiere
darle; sin embargo, está aparejado con la asignación
de presupuesto porque las políticas públicas no funcionan
si no tienen dinero asignado: “En nuestro país tenemos
discursos maravillosos, pero luego realmente el dinero se pone en
otros lugares y no en políticas sociales y de impacto universal”,
aseveró la investigadora. |
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