Año 7 • No. 286 • Octubre 22 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  En el coloquio Otoño y poesía
Debaten especialistas acerca de la
utilidad de las Antologías poéticas
Gina Sotelo
En un ambiente cálido y amigable se desarrolló el Segundo Coloquio Nacional de Investigadores en Poesía Mexicana Otoño y Poesía que se llevó a cabo en la Biblioteca Carlos Fuentes y que fue organizado por el Instituto de Investigaciones Lingüistico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV) y la Universidad de Artes y Ciencias de Chiapas. El 12 de octubre las actividades dieron inicio con la mesa Utilidad de las Antologías poéticas, o como leer su canon y en la cual participaron Malva Flores, Jorge Fernández Granados y Rodolfo Mata.

Malva Flores, maestra en letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigadora del IIL-L, abrió su participación, su “pequeña reflexión”, diciendo que lo antológico suele ser un asunto problemático y que hablar del canon es un asunto espinoso, pues señalar un canon resulta falible al asumir pretensiones universales.

Jorge Fernández Granados, Malva Flores y Rodolfo Mata en la mesa Utilidad de las Antologías poéticas, o como leer su canon

Para la antologadora y poeta, las antologías se elaboran bajo varios preceptos, a veces son reuniones generacionales, pero –por citar un ejemplo– no podemos decir que la poesía de José Gorostiza o de Jaime Torres Bodet haya sido determinante para los poetas que los continuaron; en el caso de Bodet casi siempre es referencia histórica más no literaria; la posibilidad de un canon resulta en un doble filo entre lo oficial y la tradición.

Expresó sobre el papel crítico que suponen las antologías, que éstas tienen un gran poder de atracción por suponer un atisbo de posteridad a la que muchos quieren ingresar. Y al final hay un sinfín de tipos de antologías que van de lo oficial, lo nacional, generacional, de género, de poesía homosexual, de jóvenes, temáticas, millones de ellas circulando incluso en Internet: “Hay otras cronológicas del nacimiento de los autores y otras que ordenan alfabéticamente.

Todas son arbitrarias, incluso para los que escribimos hay de nuestros amigos y enemigos, pero a fin de cuentas son la clave fundamental para observar como una obra nace y se esfuma”.

Rodolfo Mata, doctor en letras por la UNAM y autor de Las vanguardias literarias, habló de su exhaustivo trabajo al tratar de dibujar un panorama actual del género para un público poco familiarizado con el tema: “Los criterios para antologar siempre son polémicos y tenemos poesía culta, elitista y de iniciados contra poesía del hombre de la calle y popular. La polaridad se da también entre figuras poéticas, Efraín Huerta versus Octavio Paz, Jaime Sabines de nuevo versus Paz”.

El también traductor separa tendencias polarizadas que a veces tienen fines estéticos y otras veces políticos y como ejemplo citó las revistas Vuelta versus Nexos: “¿Y qué pasa al morir Paz? Sigue la mitificación de figuras poéticas, tras la muerte de Sabines no hay más lucha de contrarios. Pero hoy el ambiente poético está recuperándose del trauma de las instituciones, recuperando su libertad, quizá la desaparición de los santones es la verdadera ruptura”.

Jorge Fernández Granados, poeta narrador y ensayista que entre sus libros publicados tiene La música de las esferas y quien ha sido traducido al inglés, francés y chino, dijo que el tema es árido, polémico pero apasionante:
“Conocer es escoger y el canon literario es caprichoso, incompleto y evolutivo. Se cambia con el gusto personal, con lo nuevo leído. Las antologías están a caballo del placer de elegir y de adoctrinar, irrumpen cada tiempo con su actualización y su doctrina”.

Para Fernández Granados el canon viene después de la fe, pero no es la fe. Describió una buena cantidad de tipos de antologías, entre ellas las personales del gusto, las de la escuela o tendencia y las históricas, y concluyó que el canon es el resultado de la evolución pero que cada autor inventa a sus predecesores.