| Año 7 • No. 286 • Octubre 22 de 2007 | Xalapa • Veracruz • México |
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Ahorraría
al prevenir enfermedades crónico-degenerativas |
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No
se ha fomentado la buena alimentación de los veracruzanos |
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 Iñigo Verdalet Guzmán, del Instituto de Ciencias Básicas de la UV |
A
pesar de que Veracruz es uno de los estados de gran producción
agrícola, los habitantes no acostumbran incluir en su dieta
diaria por lo menos cinco verduras y frutas para prevenir enfermedades
crónico-degenerativas; esto se debe a que los últimos
dos gobiernos no han mostrado interés por fomentar este hábito
alimenticio que le generaría un ahorro en el tratamiento de
dichos males, aseguró Iñigo Verdalet Guzmán,
del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Veracruzana (UV). Al participar en las Jornadas Estudiantiles 2007 de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica, el investigador recordó que a finales de la administración de Patricio Chirinos encabezó un estudio para determinar la pertinencia y necesidad de una campaña que promoviera el consumo de frutas y verduras que se llamó “Cinco al día”, pues se determinó que al incluir cinco alimentos de este tipo se padecían menos enfermedades crónico-degenerativas. |
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Lamentablemente, indicó, los gobiernos siguientes no realizaron
acciones encaminadas a mejorar la alimentación de los veracruzanos,
a pesar de que a la fecha existen numerosas investigaciones que indican
la factibilidad de cambiar los hábitos alimenticios mediante
una campaña gubernamental adecuada y dirigida a las personas
que deben incrementar el consumo y evitar enfermedades, las cuales
ocupan gran parte del presupuesto dedicado a la salud. De los resultados obtenidos destacó la confirmación de niveles de desnutrición que ya estaban detectados y se notó el incremento de enfermedades crónico-degenerativas. Un resultado adicional fue que los veracruzanos acostumbramos a consumir una fruta al día (naranja o plátano) y dos o tres verduras (tomate, cebolla y chile), esto provoca una dieta monótona y sin equilibrio nutricional. A pesar de que se ha puesto poca atención en el fomento del consumo de productos agrícolas veracruzanos, los investigadores y estudiantes de posgrado continúan con su labor científica en proyectos relacionados con la funcionalidad de los alimentos. “Esperemos que algún día volteen a ver la importancia de atender a la población y enseñarle a comer”, aseveró. Para la generación de conocimientos es imprescindible tomar en cuenta el factor social, por lo cual es importante que los gobiernos apoyen este tipo de trabajos; sin embargo, destacó, las empresas están interesadas en este campo porque a partir de la década de los ochenta del siglo pasado cobraron auge las investigaciones para desarrollar alimentos funcionales, que además de aportar los nutrientes conocidos se consumen con fines preventivos o curativos de algunas enfermedades (tomate para prevenir cáncer de mama y próstata), igualmente pueden aportar algo extra, como antioxidantes más precisos, vitaminas, licopeno, entre otros. Comentó que ahora se distingue entre los diferentes alimentos que se consumen cuáles son más funcionales que otros; se discrimina de acuerdo con las enfermedades que se tengan. “Estamos llegando a comprender lo que dijo el padre de la medicina, Hipócrates, hace mil 500 años: ‘Que tus alimentos sean tu medicina’ ”, dijo. El investigador resaltó la importancia de estar informados de las enfermedades genéticas que se pueden padecer, por ejemplo, cáncer, diabetes, hipertensión, obesidad, para saber qué tipo de alimentos son idóneos incluir en la dieta diaria y así prevenir su aparición, incluso, agregó, existen alimentos que retrasan el envejecimiento. |
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