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Confirma
investigador estadounidense
Escasos los estudios de cultura pública en México
David Sandoval
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Se
requiere una etnografía profunda que aborde las interacciones
sociales, recalcó John Haviland, antropólogo de la
Universidad de California |
No se ha realizado en México suficiente investigación
antropológica sobre la cultura pública, lo cual permitiría
abordar con su estudio las interacciones sociales que ocurren a diversos
niveles, recalcó John Haviland, investigador de la Universidad
de California en San Diego, en su ponencia presentada dentro de la
segunda jornada del 50 aniversario de la Facultad de Antropología
de la Universidad Veracruzana (UV).
Haviland expresó que se requiere una etnografía profunda
la cual aborde el tema de las interacciones sociales, donde una parte
crucial del trabajo es el análisis del discurso y cómo
lo construyen los sujetos en cuestión, para ello presentó
su propia investigación realizada con los merolicos que laboran
en la Alameda del Distrito Federal.
Con la conferencia “La mercadotecnia mágica de los merolicos”,
el lingüista norteamericano planteó analizar las diferentes
maneras con las cuales estos personajes citadinos ejercen una producción
verbal que les genera un público y posteriormente una retribución
económica.
El término merolico es completamente mexicano, destacó
el conferenciante, y proviene al parecer del nombre Meroli Yock, quien
era un polaco que llegó a la ciudad de México a mediados
del siglo XIX para vender sus mercancías en las plazas públicas,
por ello la deformación que tuvo su nombre se convirtió
en denominación del personaje.
De acuerdo con el académico, existen ocho fases en el trabajo
del merolico: reclutar gente del público, arreglar y controlar
el escenario, involucrar y presentar a los clientes, inducir a la
participación, interaccionar y persuadir agregando valor, demostrar
poderes y peligros, pedir un regalo (en forma de cooperación)
y soltar al público con promesas a futuro.
Los merolicos tienen un discurso que en realidad consiste en un cúmulo
de discursos distintos que combinan términos de la religión
católica, de la salud y enfermedad, del racismo, así
como temáticas que incitan miedo en algunos de los espectadores,
generando lo que se denomina una intertextualidad.
En esta intertextualidad se intercalan los discursos populares, es
así que los merolicos reclutan, atrapan y atraen a sus clientes
en un entretejido de posturas, creencias, prejuicios; haciendo referencia
a la pobreza, identidad y mexicanidad, haciendo del sentido común
y del discurso popular el sustento de su actuación, concebida
por Haviland como “performance”.
Con ejemplos grabados en video, el ponente expuso los usos que los
merolicos tienen del lenguaje, desde un estilo que invita a los espectadores
a involucrarse mediante referencias personales cómicas hasta
la demostración de poderes sobrenaturales mediante amenazas
y una dosis de miedo que se le imprime a la presentación para
tener a los espectadores como participantes. |
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