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Para
comprender la realidad de AL
Deben planes de estudio contemplar
áreas distintas a las convencionales
David
Sandoval |
La
clave para comprender la realidad latinoamericana y poder incidir
en ella mediante el desarrollo sostenible es aplicar el paradigma
de la complejidad en la educación superior; es decir, lograr
que los planes de estudio contemplen áreas o metodologías
distintas a las convencionales, afirmó Julio Carrizosa Umaña,
académico de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales
de Colombia, en su presentación dentro del II Simposio Veracruzano
de Otoño.
En su conferencia, el profesor colombiano mencionó el papel
que las universidades tienen en el debate mundial sobre el desarrollo
sostenible, destacando que son las instituciones de educación
superior las que deben profundizar el concepto y generar definiciones
acordes con la realidad de cada nación.
Como punto de partida explicó que no existe una definición
única del desarrollo sostenible, precisando que hay muchas
ideas de él; aunque en realidad la historia de nuestros países
es muy compleja para basarse en una definición que no incorpore
el aspecto histórico.
Para plantear una definición más adecuada al contexto
latinoamericano se debe preguntar “¿Qué es lo
que se debe sostener? ¿Qué es lo que podemos sostener
y cómo se puede sostener?”, contemplando al conocimiento,
la emoción, el capital y la solidaridad como los elementos
clave para responder estas preguntas.
Asimismo, el papel de las universidades es profundizar en el concepto
de desarrollo sostenible, conocer su origen para tener la capacidad
de establecer una definición más amplia pues las necesidades
que lo originaron –la escasez en la pesca y la pérdida
de bosques tropicales– no han sido resueltas, por ello propuso
que el término se refiera a un “desarrollo que alcance
a satisfacer las necesidades humanas”.
Todos los países deben contemplar los objetivos, factores y
límites del desarrollo, comentó Carrizosa; en el caso
de las universidades colombianas se adopta una definición que
ubica el crecimiento económico como meta, el bienestar humano
y social como un factor para realizarlo y los recursos naturales como
límite.
El principal problema de los sistemas de enseñanza occidentales,
apuntó el catedrático, es que centran sus esfuerzos
en generar unos pocos ganadores, basados en enfoques mercantilistas.
Incorporar la complejidad implica incorporar ética y valores
como la compasión, frugalidad y austeridad para comprender
que se es parte del ambiente y de la realidad. |
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