Año 8 • No. 292 • Diciembre 3 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Aseguró Emilio Ribes Iñesta, de la U de G
Los orígenes de la conducta social y del
hombre están estrechamente vinculados
Alma Espinosa
En las especies no humanas la división de funciones o tareas no representa una verdadera organización social
Los orígenes de la conducta genuinamente social y del homo sapiens están inseparablemente vinculadas, comentó Emilio Ribes Iñesta de la Universidad de Guadalajara, durante el XVIII Congreso Mexicano de Análisis de la Conducta, organizado por el Instituto de Psicología y Educación de la Universidad Veracruzana (UV).

En su conferencia magistral afirmó que en los humanos el desempeño de distintas funciones sociales, aunque tiene restricciones impuestas por características biológicas obvias como sexo y edad, no está determinado por dichas características.

En todas las especies no humanas en las que pueden identificarse conductas entre individuos respecto del grupo, las conductas específicas para distinguirlas de las sociales desempeñan una función crítica para la supervivencia y reproducción de los miembros del grupo.

En dichas especies la división de funciones o tareas no representa una verdadera organización social, dado que su desempeño es fijo para cada miembro de la especie de acuerdo con características biológicas determinadas. En los humanos, las conductas relacionadas con alimentación, crianza, defensa y reproducción constituyen plataformas de una división de funciones que posteriormente en las organizaciones sociales se transforma en una división del trabajo y tareas especializadas.

Lo anterior se debe, entre otras cosas, a las consecuencias históricas que ha tenido el desarrollo del lenguaje como una exclusiva de la especie humana, explicó el reconocido investigador, quien agregó que su aproximación al comportamiento social tiene varios propósitos, uno de ellos es ubicar el análisis de las interacciones sociales y el desarrollo de una metodología de investigación experimental-observacional.

Dijo, además, que se debe destacar el papel de los conceptos y métodos planteados que permiten visualizar dos horizontes de investigación independientes; por un lado es posible analizar la estructura interactiva de las relaciones sociales con base en el examen empírico, sistemático y las diferentes combinaciones que se pueden dar en contingencias, respuestas y de consecuencias compartidas y no compartidas.