Año 8 • No. 299 • Febrero 18 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 General

 Reportaje

 Fotografía

 Regiones

 Becas y  oportunidades

 Arte

 
Deportes

 
Contraportada

 


 Números  Anteriores


 Créditos

 

Prodiga la UV emotiva despedida al dramaturgo del Siglo XX


“¿Quién es Emilio Carballido?
¡Yo mismo!”

Gina Sotelo
• Gobierno del Estado de Veracruz, UV, IVEC, la comunidad artística y estudiantil, familiares, amigos y el público en general le dieron el último adiós

Y cayó el telón. La vida del gran dramaturgo mexicano del siglo XX se extinguió la noche de este lunes 11 de febrero dejando una enorme pérdida en la cultura contemporánea; sin embargo, he ahí su obra que resplandecerá irradiando humor, frescura, ingenio y crítica a todo aquel que se acerque a sus letras.

Fueron 82 años de vida que dejaron huellas visibles en su piel y en su salud, mas no en su mirada pícara y mucho menos en su sonrisa eternamente infantil. Su cerebro –siempre alerta– permaneció lúcido hasta el final.

La Universidad Veracruzana (UV), el Gobierno del Estado de Veracruz, el Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), la comunidad artística y estudiantil, familiares, amigos y el público en general le dijeron no adiós, sino hasta siempre al caballero
cordobés de figura frágil y de corazón de acero.

Desde las 17 horas del martes 12 de febrero se comenzó a llenar la Sala Grande del Teatro del Estado. Consternación y dolor se apreciaba en la cara de los presentes. En los corrillos se escuchaban comentarios sobre el escritor, anécdotas jocosas, respetuosas, todas muy sentidas. Minutos después el cortejo fúnebre colocó el féretro en el proscenio, el silencio se hizo absoluto.

El Requiem fue interpretado por un solemne coro, parejas de hombres y mujeres depositaban uno a uno rosas rojas rodeando el gran cofre de madera color canela.
El rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, recordó con sentimiento que la relación entre Carballido y la Veracruzana fue siempre cercana y de colaboración, que ayudó a engrandecer y enriquecer la obra literaria de su editorial. Mencionó que desde este día, la Sala Grande del Teatro del Estado sería llamada “Sala Emilio Carballido” y aceptó sumarse a los organizadores del gran homenaje nacional que será el próximo 22 de mayo en el Distrito Federal.

Esther Hernández Palacios describió a Emilio como el segundo autor más grande tras Juan Ruiz de Alarcón. Para la investigadora, el cordobés será inmortal por nunca haber traicionado sus ideales, convicciones y sueños que hizo realidad: “Y nos convidó a compartirlos”.

Hablaron además en la ceremonia Ignacio Escárcega, coordinador general de teatro del INBA y el maestro Héctor Herrera, compañero de más de 20 años del escritor, quien habló de Emilio el ser humano:
“Le encantaban los aviones, no recuerdo a alguien a quien le gustaran tanto los viajes largos; leía, escribía, trabajaba dando sorbitos de ron. Tenía una capacidad de encantar a la gente e involucrarlos en sus proyectos culturales. Recuerdo que le preguntaron en una entrevista ‘¿Quién es Emilio Carballido? ¡Yo mismo!, respondió, ése era Emilio.”

Algunas voces amigas
Sergio Pitol, escritor: “Para mí, desde niño hasta ahora el teatro es una cosa extraordinaria, cuando viajo lo primero que hago es ver qué piezas teatrales hay para ir a verlas. Conocí a Emilio en Córdoba cuando yo estaba estudiando la preparatoria. Hubo una vez un recital de piano en la escuela y su madre era la intérprete; después del acto estuvimos hablando un grupo de alumnos y maestros y Emilio nos habló de teatro. Él era muy joven, era por 1948 ó 49 y en el 50 fui a México a la Universidad y a veces lo veía y hablábamos de teatro y de ahí nació nuestra amistad. Me gustaba ir a su casa porque siempre estaba escribiendo, él hablaba y yo preguntaba y así fue nuestra amistad”.

Mario Muñoz, escritor: “Su obra va a permanecer para siempre. Ha sido un dramaturgo que marcó nuevos caminos del teatro no sólo en México sino en Hispanoamérica. En los principales teatros del mundo se representaron sus obras: Francia, Polonia, Rusia e Italia; esto nos da una idea de la enorme dimensión teatral de nuestro personaje veracruzano”.

Boris Schoeman, co-director de la ORTEUV: “A los 20 años cuando me vine a vivir a México ya había oído hablar de él. Llegué a Xalapa porque sabía que aquí era un semillero de muy buenos teatreros. Ya tenía la fortuna de haber leído algunos textos de Carballido traducidos al francés, pues fue uno de los primeros dramaturgos mexicanos en ser conocido en el mundo. Emilio ha hecho mucho para el teatro mexicano, para decirle al mundo que México no sólo eran playas y pirámides sino que había una gran cultura en este país; él fue una de las razones por las que estoy viviendo aquí”.

Domingo Adame, director de la Facultad de Teatro: “El maestro Carballido constituye uno de los ejemplos más notables de la escritura dramática en México. Por su capacidad de manejar distintos géneros y su estructura, se ubica en el nivel de los grandes dramaturgos que han seguido el paradigma del teatro occidental contemporáneo. Su capacidad creativa y agudeza para identificar los problemas sociales, su ingenio para mostrar al ser humano en sus últimas facetas siempre con un sentido crítico muy agudo pero sin dejar de reconocer las cualidades de lo humano, son características que difícilmente un escritor puede alcanzar”.

Tramoya, una hazaña casi quijotesca
Promotor incansable del teatro, Emilio Carballido reconoció en los 30 años de la revista Tramoya, de la cual fue fundador y director: “Me siento ancho como pavo real paseándose por el jardín. Ha sido un gran esfuerzo, pero agradable, encontrar cada vez más cosas y ponerlas ahí, y ver que no alcanza el papel y que se necesitan otros 30 años para publicar todo lo que yo quisiera”.

Para el dramaturgo, la difusión y el rescate del teatro fue una titánica labor que no terminará. En estos años, Tramoya ha dado a conocer lo que acontece en el teatro de países como Brasil, Venezuela, Colombia, Nicaragua, Bélgica o Yugoslavia, a través de números monográficos, y ha difundido obras chilenas, argentinas,
griegas, rusas, alemanas, francesas y mexicanas, lo que ha permitido abrir las puertas a nuevos autores y publicar con orgullo a los famosos, a los que no lo son y a los que tendrán un reconocimiento tardío.

Emilio por siempre
Nacido en 1925 en Córdoba, el gran Carballido había cumplido más de 55 años en el oficio teatral. Medio siglo de ser un observador preciso de su entorno, un agudo crítico de la idiosincrasia mexicana en cualquier acepción del término; fueron décadas y décadas de retratar con su dramaturgia de manera agridulce tragedias cotidianas que siempre acababan arrancando del lector o espectador una carcajada involuntaria.

Figura clave del teatro mexicano y latinoamericano; escribió argumentos para ballet, libretos de ópera, nueve novelas, antologías de teatro mexicano y más de 50 guiones cinematográficos, además de su prolífica obra teatral. Considerado el segundo mejor dramaturgo mexicano, después de Juan Ruiz de Alarcón, Carballido alguna vez dijo: “El teatro es un acto de extremo amor a la realidad y a nuestros semejantes”.

Durante sus años de vida, sin duda alguna los principales beneficiados en esta intensa pasión por la dramaturgia fueron los estudiantes de teatro a quienes tanto tiempo dedicó y quienes tuvieron la oportunidad de convivir muy de cerca con el dramaturgo, intercambiar ideas y escuchar sus atinadas e ingeniosas reflexiones sobre el teatro.

Espíritu que supo reconocer lo mejor del ser mexicano, es enorme su contribución al mundo de la creación y su ejemplo por disfrutar la vida y el gozo por vivir. Inspiración a seguir, pues hasta el último día de su vida siguió con la creación literaria; aunque un infarto al corazón le arrancó el aliento, quedará por siempre su legado. ¡Hasta siempre querido Emilio!

Carballido por Carballido
En mayo del año pasado, Emilio Carballido recibió en Moscú un homenaje por parte de la Unión Teatral de Rusia, bajo el título “Celebrando a Emilio Carballido en Moscú”; dentro del homenaje dictó dos conferencias magistrales: “Cultura y teatro en México”, en la Universidad Lingüística de Moscú, y “Dramaturgia mexicana moderna”, en el Instituto Cervantes.

Algunas ideas sobre composición dramática y procedimientos de trabajo, modos de concebir, relaciones entre ficción y realidad de toda la “armazón” que es el telar de sus productos fantásticos, son algunos de los temas que abordó en Rusia; dicen que una historia se presenta como un viaje que debe transcurrir: hay un momento oportuno para empezar a narrar, otro para crear el desfile de acontecimientos que se han presentado.

Éstas son algunas de las palabras que dijo entonces: “La realidad es infinita, no tiene principio ni fin, y el autor es quien va a escoger el momento en que los acontecimientos están maduros para empezar a presentarlos tejiendo sus conflictos y progresando hasta el punto en que lo ocurrido va a darse por terminado.

”Pienso que esto (escribir) debe asemejarse a la mediumnidad: vienen los espíritus, hablan por la boca de alguien, dicen cosas que esa persona no sabía, se portan independientes a ella y se van cuando les da la gana; también llegan cuando quieren y no son necesariamente educados. Igualito que las obras: hasta pueden aparecerse en sueños. Aconsejo siempre en mis talleres llevar una libreta donde se apunten los sueños en cuanto acaban de sucedernos.

”El único modo de ser escritor, es escribir. El que no halle placer en redactar páginas y páginas, más vale que no escriba”.

A raíz de este viaje cinco obras suyas serán traducidas al ruso y se montará Orinoco; asimismo, se traducirá al español la obra de Alexander Vampilov, para la revista Tramoya que dirigía Carballido.