Año 8  • No. 300 • Febrero 25 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Los zombies en las
elecciones estadounidenses
Roberto Ortiz Escobar

roe_xal@yahoo.com.mx

Dentro del ciclo dedicado a los zombies por el Departamento de Cinematografía de la Universidad Veracruzana (UV), se han proyectado clásicos como La noche de los muertos vivientes (1968, de George A. Romero), El retorno de los muertos vivientes (1985, de Dan O’ Banon) y Braindead (1992, de Peter Jackson), titulada en España Tu madre se comió a mi perro.

Esta semana veremos una rareza de Joe Dante titulada Cuando los muertos caminen la tierra (Masters of Horror: Homecoming, 2005), cinta oportuna en el contexto de las elecciones que se celebran en estas semanas en Estados Unidos para elegir a los candidatos presidenciales del partido republicano y demócrata.

También interesante por la alusión que se hace al ejército, institución que en lo que va del año de exhibición comercial ha merecido severas críticas en dos producciones hollywoodenses: En El valle de las sombras (In the Valley of Elah, 2007, de Paul Haggis), un veterano de Vietnam masculla su dolor y contiene el horror al observar la conversión de su hijo en un monstruo depredador que combatió como soldado en la guerra de Irak; en Gangster americano (American Gangster, 2007, de Ridley Scott), un mafioso neoyorkino de color transporta heroína de Camboya a los Estados Unidos en los ataúdes de los soldados caídos en Vietnam de regreso a casa.

Ninguneadas en importantes rubros por parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood durante la entrega de los oscares el día de ayer, ambas cintas mantienen una mirada cáustica, terriblemente pesimista, sobre una sociedad que en ocasiones se hace cómplice de las atrocidades perpetradas por su gobierno en aras de la libertad, la democracia y los derechos humanos allende las fronteras nacionales.

Como si Joe Dante se anticipara al desastre que ha significado la guerra de Irak y dejando de lado los géneros que permiten la crítica incisiva a las instituciones (en el caso de las cintas señaladas, el thriller policiaco y el cine de gangsters), su filme Cuando los muertos caminen la tierra lo inscribió en la vertiente terrorífica de los zombies con resuelta mala leche y gozosos exabruptos visuales espetados sin tibieza al espectador.

Todo inicia con los estupendos créditos de un paisaje goteado por sangre donde la cámara va registrando un lobo, muñecos, ojos y hasta una gárgola; elementos que anticipan una historia, pero sobre todo una bizarra puesta en imágenes que invita a la curiosidad y el divertimento.

Cuando un analista político visita con su madre el cementerio donde está enterrado el hermano muerto en la guerra de Vietnam, repentinamente salen de sus tumbas varios soldados convertidos en zombies porque demandan su derecho a votar en las contiendas donde se elegirán a los gobernantes del país. Ya bastante padecieron con las decisiones anteriores de los políticos y militares en turno. Como si las estrategias en contra de ellos fueran insuficientes, los muertos vivientes ocupan cada vez mayor presencia y con sus impulsos agresivos ponen en riesgo la sobre vivencia de los aún vivos. Con humor socarrón, Dante divisa también la manipulación de los medios masivos de información en temas tan decisivos como la guerra, tal como ocurrió con la invasión a Irak y la reelección de George W. Bush.

El complemento de esta cinta será Payasos muertos (Dead Clowns, 2003, de Stevie Sessions), obra menor que tiene su miga. Después de transcurrir medio siglo desde que el vagón ferroviario tripulado por unos payasos cayó de un puente y fue tragado por el mar, los ex miembros del circo salen del fondo del agua donde quedaron atrapados y empiezan a matar a la población de la comunidad playera.

Amén de la baratura en la producción y el seguimiento narrativo inútil de las horas durante un día, resulta atractivo (por el regusto sádico) ver cómo las víctimas casi ni se inmutan frente la embestida fatídica de los payasos porque parecen asumir inconscientemente el complejo de culpa que jamás enmendaron los ancestros al no rescatar los cuerpos para darles entierro o levantar un monumento como recuerdo.

La primera cinta se exhibe en Juárez 55 este lunes y la segunda el miércoles. La entrada es gratuita y el horario es a las 18 horas.