Año 8  • No. 300 • Febrero 25 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Revela investigación de estudiante de Bioanálisis
Migración y tráfico de aves
distribuye enfermedades
Juan Carlos Plata
Son portadoras asintomáticas
de bacterias patógenas que sólo afectan a los humanos, revela estudio de la UV

La alta concentración de aves de corral o el contacto con las heces de estos animales pueden causar las enfermedades

La migración, traslocación y tráfico de aves exóticas y algunas de corral, permiten el surgimiento de nuevas enfermedades virales y bacterianas, principalmente de tipo gastrointestinal, sostuvo la estudiante de la Facultad de Bioanálisis de la Universidad Veracruzana (UV), Gisell del Carmen Cano Arellano, en su tesis titulada “Aves silvestres como portadoras de bacterias patógenas para humanos”.

La estudiante sostiene que las aves son, en muchos casos, portadoras asintomáticas de enfermedades que afectan a los humanos, es decir, ellas sólo portan los virus o bacterias, pero no desarrollan algún tipo de enfermedad, por lo que los controles sanitarios no son efectivos.

“Este tipo de animales son responsables de la distribución geográfica de enfermedades como la ocasionada por la bacteria campylobacter jejuni (causante de diarrea intensa, que ocasiona una alta morbilidad en niños), y la salmonela (de la que existen cerca de 200 serotipos)”, aseguró Cano Arellano.

Dijo que además de la distribución geográfica de las enfermedades, estos traslados ocasionan que se generen nuevas cepas de las bacterias, mucho más resistentes y, por lo tanto, más dañinas para los humanos.

“El problema tiene varias aristas, ya que esta condición no es solamente de las aves silvestres, sino también de las de corral, que son usadas para el consumo humano, además de que en granjas y criaderos las concentraciones de estos animales es muy alta, lo que aumenta las posibilidades de contagios”, sostuvo.

Ante esto, la estudiante propone que se creen nuevas medidas de salud en el manejo de aves de corral, que garanticen análisis sistemáticos que determinen si el ejemplar es o no portador de bacterias nocivas para los seres humanos.

“Estas enfermedades tienen una prevalencia muy fuerte en personas de escasos recursos, con un nivel de nutrición bajo, y si se toma en cuenta que es muy común que este tipo de personas tengan animales de corral en sus casas, el riesgo es mucho mayor”, concluyó.