Seguramente
nunca serán suficientes los homenajes para despedir a una figura
de la talla de Emilio Carballido, hombre fundamental en el desarrollo
de la dramaturgia mexicana del siglo XX; ahora, y coincidiendo con
el natalicio del escritor, se le rendirá una afectuosa despedida
en el Palacio de Bellas Artes.
El reconocimiento estará a la altura de la trayectoria y grandeza
de la vida y obra de este autor fundamental de lengua hispana. El
homenaje se realizará en colaboración con la Universidad
Veracruzana (UV), la UNAM y la Sociedad General de Escritores de México
(Sogem) el próximo 22 de mayo.
El homenaje se suma a los ya realizados, como el que se efectuó
el pasado marzo en el Virginia Tech de Blacksburg, Virginia, durante
el encuentro titulado “Repensando el teatro latinoamericano”,
efectuado del 26 al 29 de ese mes.
La mesa redonda Homenaje a Carballido se integró por Jacqueline
Bixler del Virginia Tech; Beatriz Rizk del International Hispanic
Theatre Festival of Miami; Luis Marín, director de Profesionales
del Teatro A.C., y Héctor Herrera, director de la revista Tramoya.
Se presentó además el video Viajes y vida, conversaciones
con Emilio Carballido, realizado por Gisel Amezcua.
En Yucatán también le hicieron un homenaje al maestro
el pasado
29 de febrero en el Teatro José Peón Contreras, ante
un numeroso público. En la emotiva ceremonia se representaron
fragmentos de sus obras más representativas como Rosa de dos
aromas, Lelu, Felicidad, El espejo 2, Te juro Juana que tengo ganas,
Dr. Leñaverde, Orinoco y Fotografía en la playa.
Participaron además Patricia Ancira, el dramaturgo José
Ramón Enríquez, la maestra Nancy Roche, además
de algunos parientes del homenajeado, quienes brindaron sinceras palabras
de agradecimiento ante todos los que participaron en el evento.
Del 21 al 25 de mayo se llevará a cabo la Feria del Libro Teatral
en el Teatro Julio Castillo, dedicada a Emilio. Ahí se presentará
el último número de Tramoya en memoria del escritor
orizabeño, que incluye la obra inédita Un gran ramo
de rosas y testimonios escritos sobre él.
Habrá una exposición con vestuario de las obras de Emilio,
objetos personales como su máquina de escribir, un abrigo,
sus lentes y sus cuadernos. Un gran ramo de rosas se estrenará
en agosto en Xalapa. Recordando
a Emilio
Héctor Herrera, compañero de más de dos décadas
de Emilio Carballido, habla de cómo ha sido su vida tras
la partida física de Emilio, motivo que lo lleva a querer
mantener su obra viva: “En ese sentido yo heredé una
gran responsabilidad porque no sólo soy la persona que como
compañero estaba al lado de Emilio, soy quien se encargaba
de todos sus asuntos, sobre todo últimamente, y ahora más
que nunca quiero cuidar la obra y que ésta sea respetada”.
Carballido dejó algunos manuscritos, diarios, notas personales
y correspondencia que serán dadas a conocer, así lo
dice el Director de Tramoya: “Algunas cosas las destruyeron
sus gatos, como él mismo lo mencionó alguna vez, pero
todavía hay mucho material. Él quería que se
dieran a conocer, sólo es cuestión de revisarlas y
seleccionar este valioso material que es de otras épocas,
de otros momentos”.
Recuerda cómo Carballido irradiaba energía, cómo
envejeció su cuerpo mas no su mente: “Yo le decía:
‘Tienes un corazón y un alma de un niño en el
cuerpo de un adulto mayor’. Él tenía una energía
para hacer cosas. Antes de que se enfermara siempre dormía
siesta, tenía una capacidad de dormir en cualquier lugar”.
Como dato curioso menciona que un día estaban en el museo
Louvre en París y tras horas de andar y de cargar cosas,
de repente vio una banca sin respaldo, se sentó y le dijo:
“Espérame tantito, me voy a dormir un rato”.
Se durmió sentado y al despertarse me dijo: “Vamos
a seguir viendo el museo, faltan tres horas para que lo cierren
y yo cansadísimo”.
Sobre su afición a los aviones menciona que viajar le parecía
fantástico: “Le encantaba cuando daban cocteles y de
comer en los aviones. Se tomaba un vino, veía las películas,
se dormía. Viajar para él era como sacar su alma infantil,
sobre todo en los viajes largos”.
Y concluye: “Estoy aprendiendo a no vivir con Emilio; es una
cosa difícil pero hay que hacerlo. Llegar a entender mi casa
me ha costado un poco de trabajo, pero lo he suplido con el trabajo
y con el cariño que tengo por Emilio y por estos 20 años
que me han ayudado a seguir adelante; además, he recibido
muchas muestras de cariño y sobre todo un inmenso respeto
hacia mi persona”. |