Año 8 • No. 306 • Abril 21 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 Editorial

 General

 Reportaje

 Regiones

 Becas y oportunidades

 Arte

 
Deportes

 
Contraportada

 


 Números Anteriores


 Créditos


 
“Es que con la famosa calidad
tenemos doble chamba”
José Othón Flores Consejo
Hace unos días tuve una interesante discusión sobre la pérdida de tiempo que implica el trabajo para implementar y mantener las certificaciones de calidad; “Es que con la famosa calidad tenemos doble chamba”, me dijeron.

Luego de los gritos y algunas patadas, logramos ponernos de acuerdo sobre el verdadero problema: trabajamos en dos sistemas de gestión, el de la vida real y el que presentamos cada seis meses a los auditores y conveníamos en que un buen sistema para la calidad y la mejora no debería ser más que una nueva forma de hacer el trabajo para que la organización pueda lograr sus objetivos, agregar valor a sus productos y servicios, satisfacer a sus clientes y con ello desarrollar y mantener ventajas competitivas, que la diferencien de sus competidores.

Pasa como en la casa, llegan las vacaciones y con la euforia hogareña, la prima vacacional y una buena ayuda de los comerciales, le prometemos a la pareja, “Ora sí mi reyna –o rey, según el caso–, te voy a hacer el closet que querías”, nos vamos a la tienda y compramos un montón de materiales y herramientas, las de moda, de última generación, “Ya verán mis cuates cuando les cuente lo que compré”, decimos.

Llegamos a la casa y descubrimos que no era tan fácil como decían. Luego de cuatro o cinco horas de infructuoso esfuerzo comprendemos que la herramienta: “Seguro no sirve”; culpamos también a los materiales: “porquerías que venden ahora”.

Enseguida corremos por el viejo serrucho y el desarmador manual y volvemos a colocar las tablas viejas con nuevos clavos y parches y con el clásico “Así lo dejo por mientras” (peor que antes, claro), luego mal guardamos todo hasta que seis meses después, en las próximas vacaciones, bajo la exigencia de la pareja la sacamos de nuevo, perdemos otras cuatro o cinco horas y sin resultados, volvemos a los repelos y a las mentadas (dulces con sabor a menta que nos ofrecen para el coraje), al remiendo y a guardarlas de nuevo. ¿Se sintieron aludidos?

Eso mismo sucede cuando hacemos los sistemas de papel para tener el certificado y tal vez presumir y hacernos de un poco de dinero de momento pero con el riesgo y la ineficiencia y los parches que eso implica.

Ya lo hemos dicho, el Sistema de Gestión por Calidad es una herramienta y las herramientas sólo se usan cuando son adecuadas al problema; entonces, debemos ser cuidadosos en por qué y para qué implementar esta herramienta y si la hemos implementado pues a usarla correctamente y ser conscientes de lo que implica su implementación.

Para empezar, es preciso considerar la o las razones, que pueden adoptarse como objetivos, para implementar un sistema de gestión para la calidad y la mejora:
1. El deseo de incrementar la satisfacción de nuestros clientes y partes interesadas y agregarles valor con nuestros productos y/o servicios.
2. Promover la creatividad, la innovación y el aprendizaje organizacional
3. Incrementar la eficacia y eficiencia en nuestras operaciones.
4. Optimizar la productividad y contribución de los empleados.
5. Mejorar la posición competitiva.

En este mismo sentido, durante la operación del sistema se deberán actualizar continuamente los objetivos y las metas en busca de la mejor satisfacción de los clientes.

Es preciso también que el sistema establezca y observe los indicadores que le permitan evaluar, constantemente, los resultados obtenidos por su operación y los indicadores deben estar orientados a la influencia que el sistema tenga en la posición competitiva de la organización, respecto de su entorno, mercado y competencia. O como tal vez diría el filósofo de Güemes “Debe servir para lo que debe servir, si no ¿para qué ch #»@ va a servir?” ¿no?

Es necesario, asimismo, que los objetivos de calidad del sistema estén alineados con los objetivos del negocio, si los objetivos de calidad son distintos, o no están alineados, a lo mejor se cumplen pero el sistema no coadyuvará para que la organización logre cumplir sus metas y objetivos.

Para ello, el sistema debe contemplar un nuevo esquema de operaciones que permita traspasar las rígidas columnas departamentales de la organización y ofrecer alternativas que agilicen y hagan eficiente la operación, aseguren la obtención de productos que satisfagan plenamente al cliente y contribuyan a mejorar el control.

La organización por procesos, operados con equipos de trabajo interfuncionales, es una herramienta que permite producir resultados superiores debido a la sinergia generada por la integración de las diversas habilidades y experiencias de sus miembros.

¡Claro! Ya se que me van a decir que esto implica un gran cambio y que los cambios siempre son difíciles, generan resistencia, provocan terror: “Perderé mi empleo”, “No podré”, “Así se ha hecho siempre” y mil objeciones y pretextos que el líder deberá estar dispuesto a enfrentar con convicción, firmeza y seguridad, características de conducta que transmitidas a su grupo facilitarán la adopción de la herramienta y la convicción para su correcta aplicación.

Es necesario que el proyecto incluya, en su alcance, la definición de las acciones de preparación de los recursos humanos; este aspecto es importante, en virtud de que el éxito de la adopción del sistema depende en alto grado de la aceptación del cambio y de una actitud pro-activa por parte de los actores (elemento humano).

El asunto está en que veamos que la adopción del Sistema de Gestión por Calidad realmente beneficiará a TODOS en la organización porque, entre las ventajas probadas, se sabe que:
1. La organización se asegura que funciona bien y de esta forma puede cumplir los objetivos estratégicos.
2. Permite gestionar, con calidad, el desarrollo de sus actividades.
3. Permite analizar el desempeño de forma integral y, además, puede detectar las oportunidades de mejora, las que implementadas exitosamente, se reflejarán en un cambio sustancial de los indicadores de desempeño de la organización.
4. La forma de organizarse para hacer el trabajo es mejor y más simple.
5. El Sistema y sus procesos son la mejor estrategia para rebasar la estructura departamental de la empresa, estableciendo una verdadera cadena de valor con los proveedores y clientes.

Bueno, pasando a otros asuntos les quiero comentar que la semana pasada tuvimos una muy interesante conferencia sobre la aplicación de una estrategia de gestión sustentable que revivió el interés y compromiso de los comités regionales de calidad. A mis lectores les pido se acerquen a sus directores para que nos incorporemos a formas de convivencia más respetuosas del ambiente; no podemos seguir destruyéndonos o, ¿qué no tienen calor?

Una amable amiga de nombre Diana, me escribió pidiendo felicitara a sus compañeros de la carrera Químico Industrial del campus Córdoba-Orizaba por la labor que hicieron para la acreditación de la licenciatura en la Facultad de Ciencias Químicas y aquí lo hago haciéndola extensiva a todos los alumnos y trabajadores (académicos, administrativos y funcionarios) que nos han permitido contar con una matrícula superior a 75 por ciento estudiando son programas de calidad reconocida por los CIEES, y ya saben que sigo esperando sus comentarios en otflores@uv.mx