Año 8  • No. 309 • Mayo 12 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Se obtienen más de 600 de una sola planta
Crea UV semillas artificiales
de orquídeas en peligro de extinción
Edith Escalón
A 4° C, las semillas se conservan hasta dos años

La conservación de la especie y su cultivo sustentable, los objetivos

Peñuela, Ver.- Tras cinco años de investigación, la Universidad Veracruzana (UV) logró establecer una metodología exitosa para producir semillas artificiales de orquídea Laelia anceps, subespecie dawsonii, una de las 141 plantas mexicanas en peligro de extinción, según la Norma Oficial Mexicana ECO-059, 2001.

La metodología permite obtener, en promedio, 600 semillas sintéticas de una sola planta cada tres meses, y de cada semilla transformada en planta, otras 600 semillas tres meses después. Está basada en técnicas de biotecnología vegetal que fueron perfeccionadas en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (FCBA) del campus Córdoba-Orizaba.

“Con la investigación desarrollamos un protocolo que permite una reproducción exponencial, algo nunca antes visto en esta especie silvestre, con potencial ornamental”, comentó Hilda Lee Espinosa, académica de la FCBA y directora de la investigación, trabajo que le permitió obtener su doctorado en Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

La capacidad de reproducción natural de Laelia anceps es muy limitada, pues cada año sólo cinco por ciento de las semillas germinan de manera natural, por lo que mantener un cultivo sostenido y productivo con métodos tradicionales es prácticamente imposible, explicó.

Para crear las semillas artificiales, el equipo universitario utilizó un método que permite mantener la calidad de la planta y aumenta su eficiencia en la producción. La técnica, llamada embriogénesis somática, consiste en clonar a la planta madre a partir del cultivo de tejidos: “Extraemos una parte de la orquídea seleccionada y con ella creamos un ‘embrión somático’ que, encapsulado en sustancias gelificantes especiales (suplementadas con nutrientes y fungicidas), puede conservarse sin germinar hasta dos años, siempre y cuando se refrigere a cuatro grados centígrados”.

La metodología permite manejar los tiempos: “Podemos hacer que la semilla sintética germine en cualquier momento, en uno o en 24 meses, y eso es todo un logro porque hay especies recalcitrantes que simplemente no logran la conversión a planta después de su fase de embrión, o lo hacen únicamente en el laboratorio pero al llegar al vivero o a la plantación no se desarrollan”.

Las semillas artificiales no sólo conservan las características de calidad de la planta, sino que germinan y crecen tanto en viveros con condiciones de clima, humedad, nutrientes y sustrato controlado, como en plantaciones de productores regionales.

El plan es aplicar el método a programas de conservación para contribuir a retirar a esta orquídea de la lista de especies en peligro de extinción y dar una opción a los floricultores que ven en su cultivo una excelente oportunidad de aprovechamiento comercial sustentable, dijo Lee Espinosa.

Esta especie está muy afectada por la actividad humana, pues desde hace más de dos siglos su valor ornamental ha provocado la extracción de los bosques tropicales –y no el cultivo–; además, porque la tala inmoderada ha disminuido los árboles donde las orquídeas crecen.

Aunque la embriogénesis ya había sido aplicada a otras especies en México, la investigadora aseguró que la UV es pionera en el desarrollo de una metodología para esta especie ornamental.