Año 8  • No. 312 • Junio 2 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Dicen expertos en el homenaje de la UV a Nexos
Malas administraciones, constante
de la economía mexicana
Edith Escalón y Juan Carlos Plata
La democracia no puede resolver los problemas económicos del país por sí sola, coinciden Luis Lomelí, Ricardo Becerra, Héctor Aguilar Camín y Raúl Arias Lovillo

México necesita crecer desesperadamente porque corre el riesgo de nunca llegar a ser un país desarrollado, sostuvo Ricardo Becerra



Héctor Aguilar Camín, Raúl Arias Lovillo, Luis Lomelí y Ricardo Becerra,
durante la mesa Nexos y la economía
Una de las pocas constantes en la administración de políticas económicas que ha tenido México en los últimos 30 años ha sido su baja calidad, coincidieron los analistas económicos Luis Lomelí y Ricardo Becerra, el rector de la Universidad Veracruzana (UV) Raúl Arias Lovillo –economista de carrera– y Héctor Aguilar Camín, durante la mesa Nexos y la economía, que forma parte del homenaje que la Universidad realizó a la publicación.

“Esto queda de manifiesto si vemos que hace 30 años el dólar valía 12 pesos con 50 centavos y al día de hoy se encuentra alrededor de los 10 mil –tomando en cuenta que al peso se le quitaron tres ceros–. No hemos tenido funcionarios inteligentes y tenemos 30 años dando bandazos sin sentido”, sostuvo en su intervención Héctor Aguilar Camín.

El historiador y analista político dijo que, además, una causa siempre presente en las crisis y recesiones que ha sufrido el país, es que el gobierno no tiene restricción económica y financiera y, por lo tanto, tiende siempre a gastar más de lo que tiene y citó el caso del actual subsidio a la gasolina, con el cual, afirmó, “el gobierno de Felipe Calderón va camino al déficit económico”.

Por su parte, el Rector de la UV aseguró que en los años setenta se pensaba que primero se daría un cambio económico y luego el cambio político, pero en la práctica ha sido al revés: primero hubo una transición hacia la democracia y apenas ahora se piensa en el cambio económico.

Además, explicó que hoy existe en el país “una sociedad mucho más desigual que hace 30 años”, pues aunque ya no hay dependencia del petróleo, debido a la exportación de manufacturas, en el tema fiscal la dependencia persiste.

Agregó que México es un país que no juega de manera competitiva en la era de la economía del conocimiento, “está atrapado en la falta de acuerdos de la clase política que pudieran liberalizar a la economía, y liberarnos de muchos de los mitos que hemos venido arrastrando desde el siglo XX”.

En su intervención, Ricardo Becerra sostuvo que la generación de mexicanos que hoy tienen entre 25 y 30 años han vivido toda su vida en medio de un estancamiento general de la economía, que además de las dificultades monetarias ha causado un daño moral importante en la población.

“Podemos decir que el cambio estructural impulsado por Carlos Salinas de Gortari fue un total fracaso porque nos dejó una peor economía y nos convirtió en una sociedad cada vez más pesimista; con 27 por ciento de la población ocupada en el sector informal y con una generación de empleo de apenas 30 por ciento de lo necesario.”

Becerra sostuvo que México necesita crecer desesperadamente porque corre el riesgo de nunca llegar a ser un país desarrollado, esto como consecuencia de la estabilidad impuesta por las políticas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional: “Es urgente una reforma que redistribuya la riqueza y propicie el crecimiento económico y que el país no dependa solamente de mantener una política cambiaria estable que, por otro lado, puede ser ficticia, como lo fue en 1994”.

En su turno, Leonardo Lomelí, economista de la UNAM, aseguró que el cambio estructural de la política económica iniciada en el gobierno de De la Madrid y profundizado en el sexenio siguiente tuvo grandes deficiencias que explican parte de las dificultades que ha atravesado el país, incluida la crisis de 1994.

“La privatización de la banca derivó en un rescate convertido en un lastre para las finanzas públicas; la política fiscal no aumentó la base gravable ni su eficiencia; los pactos abatieron la inflación a costa de los ingresos de obreros y campesinos, y la deuda externa creció; las instituciones financieras demostraron su ineficacia en la crisis del 94.”

El especialista reconoció que la inversión extranjera aumentó significativamente a partir del TLC, aseguró que está pendiente una evaluación de la calidad, la permanencia y la penetración de esa inversión: “Hay evidencias de que se canalizó más a la compra que a la generación de activos, y que no ha representado hasta ahora un cambio significativo en los patrones de transferencia de tecnología hacia México”.