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Señaló
académica de Psicología-UV
Desplazan
proyectos asistencialistas
a la participación comunitaria
David
Sandoval |
La
tendencia actual favorece proyectos orientados hacia la filantropía,
apuntó María José García Oramas, investigadora
de la UV Existe
la idea de evaluar los proyectos comunitarios desde un paradigma
enfocado en medir el éxito y la competitividad |
Los
proyectos que impulsan la acción comunitaria y la participación
de los involucrados parecen estar siendo desplazados por una tendencia
asistencialista y orientada hacia la filantropía, opinó
María José García Oramas, investigadora de la
Universidad Veracruzana (UV), quien coordinó el diplomado Diseño
de Modelos de Evaluación Participativa de Proyectos Comunitarios.
La académica de la Facultad de Psicología, explicó
que el diplomado fue organizado por la UV en convenio con la Secretaría
de Educación de Veracruz (SEV); participaron 35 personas quienes
fueron apoyadas con el pago de su colegiatura, su capacitación
ocurrió en tres módulos: de noviembre de 2006 a junio
de 2007 y se contó con ponentes invitados de varias organizaciones
no gubernamentales y la misma Universidad.
La investigadora apuntó que en la década de los noventa
hubo una efervescencia de organizaciones que impulsaban estos cambios;
no obstante, “en la actualidad podemos considerar que existe
una devaluación del proceso ya que se encuentra regulado por
la ley de organismos civiles y políticas financieras enfocadas
a la filantropía y al asistencialismo, cuando este tipo de
proyectos son de promoción social”.
En este sentido, María José García destacó
que la evaluación de los proyectos participativos está
“devaluada” ya que existe la idea de evaluar este tipo
de proyectos desde un paradigma enfocado en medir el éxito
y la competitividad en términos de tiempos y de resultados
concretos y medibles, tal aproximación no necesariamente va
a responder a las necesidades de este tipo de programas, apuntó.
“¿Por qué está devaluada la evaluación
participativa? Porque responde a otra lógica y a otro tipo
de modelo que no es el dominante, que por el contrario plantea que
hay que ser exitoso, competitivo y participar en el mundo globalizado”,
aseguró García Oramas.
Las evaluaciones de proyectos comunitarios parten de la inclusión
de otros supuestos como la participación de las personas, las
diferentes perspectivas en las que ellos participan, los procesos
que evolucionan con el tiempo en diferentes momentos, entre otros
factores.
Es la propia persona quien hace la diferencia de la evaluación
en proyectos participativos; con su perspectiva participa en brindar
elementos para reflexionar sobre esta acción, una acción
colectiva en el sentido que hay expertos que evalúan desde
el exterior, apoyando únicamente el proceso.
El involucramiento del sujeto en la evaluación y dentro del
proceso es una parte misma de la evaluación, recalcó
la académica, ya que al estar implicado “no le quita
rigurosidad científica ni tampoco le quita formas de conocer
sus efectos y alcanzar sus metas”.
En este sentido, el trabajo desarrollado en el diplomado fue tratar
de conjuntar personas realizando proyectos similares en espacios diferentes
y con perspectivas diferentes: “Por un lado se invitó
al personal de la UV involucrado en proyectos de vinculación
social y los proyectos detonadores de la participación, con
miras al siguiente paso que es involucrar instancias de la Universidad”,
teniendo como propósito final elaborar materiales que puedan
ser difundidos, detalló García Oramas. |
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